Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Las caras

01/02/2024

La cara con que Pedro Sánchez salió del Congreso de los Diputados el otro día revela que no iba con muy buena disposición el presidente. Fue la jornada de la votación, donde Junts infligió la primera gran derrota de la legislatura a su socio de gobierno. El escorpión pica, como en el cuento, y aquí no ha tardado en hacerlo. La amnistía ha parecido poca a sus propios promotores y benefactores y ponen de rodillas aún más al Partido Socialista. Pensaba Sánchez que los iba a contentar con un par de salchichas como a los de Esquerra, pero el mastín de Waterloo pide sangre a raudales, como ya lo dejó reflejado Mota en su especial de Navidad. Le faltó al grande de Montiel hacer una versión de El preso justo, a lo Joaquín Prat, para retratar al susodicho.
España está gobernada por un prófugo y a partir de ahí, todo lo demás que pudiera ocurrir, es derivada matemática. Demasiado bien llevaba la cara nuestro George Clooney después del revés. Los más acibarados hablaban de bruxismo o cosas por lo demás muy feas. Es verdad que nuestro presidente llevaba la cara desencajada, pero es normal hasta cierto punto. Hubo uno que creyó ver en un jamón la cara de Cristo y no era el modelo del cartel de Sevilla. Aquí, en este caso, el del presidente, algunos han querido ver las caras de Bélmez de la Moraleda, que tan pronto aparecían como se difuminaban en las paredes. Incluso hay quien vio por debajo el rostro de García Castellón redactando un auto. La cara es el espejo del alma, aseguran que dijo Cicerón, y los ojos sus delatores. Cómo nos va la marcha y adivinar las catarsis y desvelos.
La cara de Sánchez no es más que el rostro de España mancillado por quienes no creen en ella. La soberbia o imprudencia es mala consejera y cuando uno se cree tocado por la varita de Dios, no termina de ver clara la derrota. Por qué habría de ser, si soy alto, guapo y bonito. Es más, si les hemos dado todo lo que han pedido. La cuestión no es tan fácil, porque Puchi es de su misme especie y estirpe. Han jugado a los dados y los cubiletes y la bolita se ha quedao en el trilero que llevaba barretina. No sólo es que redacten su amnistía si no que quieren meter en la cárcel a quienes los persiguieron con la ley y el Estado de Derecho en la mano. Menuda jeta.
La única cara que se está salvando en esta democracia mortecina es la de los jueces, que son quienes verdaderamente han estado a la altura de las circunstancias. Tendremos que agradecer a estos funcionarios públicos que supieron estar a la altura de la hora que la Historia demandaba. Porque ni siquiera la prensa lo ha estado, o al menos, parte de ella. Uno, que ha leído pasajes de la Biblia, recuerda el Gobierno de los Jueces y el libro que va escrito entre el de Josué y Rut. Fueron los jueces quienes mantuvieron la cara del pueblo elegido tras la muerte de los grandes profetas y a quienes el Dios del Sinaí otorgó su confianza. Qué curioso que ahora vuelva a pasar lo mismo y sean los jueces quienes nos cuiden esta democracia languideciente. En realidad, Sánchez debe hacer un monumento a García-Castellón porque le ha salvado la cara. Puchi seguirá en Waterloo con mando a distancia, que diría Page. Y el rostro del presidente, como las caras de Bélmez o la sotana del dómine Cabra… Cada día, de un color distinto.