Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Galiacho

11/04/2024

Javier López-Galiacho ingresó el pasado lunes en la Academia de Doctores Europeos con una lección inaugural titulada "La sostenibilidad y la ética empresarial: de los cuentos a las cuentas". El salón de actos del CEU San Pablo congregó a lo más granado de esta institución y Galiacho demostró que es un humanista que respira sabiduría y magisterio por los cuatro costados. Lo que más me asombró es la capacidad de convocatoria de este amigo de última generación, que congregó allí a todo el albacetismo militante. El ministro Escrivá, Carmen Navarro, Santiago Cabañero, Pedro Piqueras, Ángel Ramírez Ludeña – por supuesto la saga completa Galiacho, que son como los Dalton- y unos cuantos más acudimos a la llamada de este pequeño gran hombre que ha conquistado el corazón de su ciudad a base de entrega, sacrificio y pasión. Él dice que la tauromaquia lo ha educado en la vida y así ha sido. Clava las manoletinas en la arena, las atornilla y de ahí no se mueve hasta que pasa el toro. Hace faenas largas, medidas, templadas, sabiendo dar a cada cosa su sitio, como al astado. Es consciente de que las faenas se juegan en el corazón y se torea igual que se es. De la misma forma se pronuncia un discurso de ingreso, como se es, sin trampa ni cartón. En media hora se atisba la medida del orador y la persona. Y Galiacho es integral, total, global, universal, circunferencia grande en mitad de la llanura, las periferias del saber en el corazón del conocimiento. Así lo veo yo.
Lo grande de este Luis Vives del XXI es que puedes hablar con él de cualquier cosa, que la Enciclopedia Británica se queda corta al lado de sus referencias. Tengo dicho de él que es un Mesonero Romanos de Albacete o mejor aún, Benito Pérez Galdós, con el que compartió su abuelo momentos de última lucidez. Me ha obsequiado con su amistad y los hechos avalan lo que escribo. Recuerdo el tratado que Cicerón escribió sobre la amistad y me tocó traducir en tiempos. Es el más bello tesoro que los hombres pusieron en el camino de otros hombres y de necios es no cuidarla ni cultivarla. Es una planta frondosa que bien llevada puede convertirse en árbol ubérrimo de insustituible presencia. 
Me cuenta, me dice que Albacete te mide igual que al toro y cuando ve que no llevas liebre se vuelca de inmediato contigo. Él ha sido profeta en su tierra y lo ha conseguido prácticamente todo. Ha sido pregonero de la Feria, los Toros y la Semana Santa. Salvó con otros cuatro locos el Teatro Circo cuando todavía había sociedad cívica o, al menos, gozaba de buena salud. Es un admirador confeso de Václav Havel, aunque a mí me hipnotiza por sus continuas referencias taurinas. Echa la pierna hacia adelante y se cruza al pitón contrario; intervino en el documental de Fortes sobre los toros donde de manera muy cruda hablan taurinos y antitaurinos. Javier lo tiene claro. Me dio una definición de liderazgo que llevo tatuada a fuego. Líder es aquel que es capaz de asumir la pérdida. Qué gran verdad para la vida que sorteamos. El otro día disfruté con un amigo, aunque me costara un mundo llegar y hacer el pino. Pero si algo se aprende con los años es que la vida es esto. Compartir con quienes quieres aquello que los hace grandes. Gracias, Galiacho, aunque el halago debilita. Y ahora, al toro.