Está considerada «la pandemia del siglo XXI». La diabetes tipo 2 afecta a casi seis millones de personas en España, de las cuales cerca de 20.000 residen en la provincia alcarreña. Es la cifra aproximada que estima la jefa de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Guadalajara, Visitación Álvarez, en base a la elevada prevalencia que esta enfermedad tiene en nuestro país (10-12 por ciento de la población). Además, se trata de una «enfermedad silenciosa» ya que un tercio de las personas con diabetes tipo 2 ignoran que padecen la patología y cuando ésta se diagnostica el paciente puede haber acumulado años de progresión de la misma en los que ha ido avanzando sin control.
Por todo ello y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, las autoridades y profesionales sanitarios lanzaron un mensaje de prevención y fomento de hábitos saludables para anticiparse al desarrollo de esta enfermedad y, sobre todo, a sus complicaciones. «Para prevenir la diabetes tipo 2, tenemos que prevenir la obesidad y, cuando ya no hemos sido capaces de hacerlo, tratarla de manera adecuada», explica Visitación Álvarez, quien apela a una dieta equilibrada y una actividad física adaptada a las posibilidades de cada persona, así como al autocuidado y la vigilancia a partir de cierta edad o si existen antecedentes de diabetes. «Hay que tomarse la tensión, hacerse una prueba de glucosa o una analítica con relativa frecuencia», aconseja.
Precisamente, para sensibilizar sobre esta dolencia, la Asociación Provincial de Diabetes de Guadalajara (Apdgu) instaló, el pasado martes, una mesa informativa en el hall del Hospital Universitario donde también se realizaron pruebas de medición de glucosa en sangre a los ciudadanos que lo desearon. Hasta allí se acercaron, entre otros, la delegada provincial de Sanidad, Pilar Cuevas, y la directora de la GAI, Elena Martín. Ésta última apuntó que en España una de cada siete personas está afectada por diabetes tipo 2 y la tendencia es «preocupante» ya que en los últimos años se ha producido un fuerte aumento en el número de diabéticos. De ahí la importancia de «realizar acciones para el fomento de hábitos saludables tales como las rutas senderistas 7000PasosX» que organiza asiduamente la Consejería de Sanidad, destacó Pilar Cuevas. Por su parte, el portavoz de la Apdgu, Álvaro Clavo, puso de manifiesto que actividades como esta mesa informativa contribuyen a «visibilizazar nuestra enfermedad, promocionar la buena labor que realiza la asociación y llegar al máximo número de personas para que tomen conciencia».
Riesgos
En este sentido, el representante de la Apdgu apeló a la necesidad de fomentar la educación diabetológica dentro del sistema sanitario por ser «un pilar básico» para conseguir una buena gestión de esta patología crónica y evitar así sus posibles riesgos graves, entre los que se encuentran «infartos de miocardio, ictus, insuficiencia renal, ceguera o amputación de miembros en los casos más extremos», enumeró la doctora Visitación Álvarez.
La diabetes engloba enfermedades metabólicas que tienen en común una secreción de insulina deficitaria o un defecto en su acción. Las dos principales son la diabetes tipo 1 y tipo 2 que aunque comparten nombre su origen y tratamiento es distinto. En la diabetes tipo 1, de carácter inmunológico, el cuerpo no produce suficiente insulina y es la más frecuente en menores de 30 años. Este déficit de insulina debe compensarse su administración vía subcutánea, sobre todo, coincidiendo con las comidas. En la provincia, se calcula que afecta a unas mil personas, de las cuales un centenar son niños. Sus principales síntomas son el cansancio, la pérdida de peso, sed intensa y continua producción de orina.
En la diabetes tipo 2 (90% de los casos) el cuerpo no utiliza eficientemente la insulina, es decir, produce poca insulina o insulina de baja calidad que no puede ser utilizada de la forma correcta por el organismo, principalmente, debido a la obesidad. Por tanto, el resultado es similar a la diabetes tipo 1: un anormal nivel de glucosa en sangre. El perfil de las personas con diabetes tipo 2 es el de adultos, generalmente por encima de los 35 ó 40 años, el 80% con sobrepeso y, aproximadamente, la mitad tienen antecedentes familiares. No obstante, los profesionales alertan sobre la tendencia creciente a la aparición de este tipo de diabetes en jóvenes obesos. La causa, sin duda, es el estilo de vida actual sobre personas marcadas genéticamente. Se debe, por tanto, a una vida sedentaria, a la falta de ejercicio, a la obesidad, a un exceso de calorías en la dieta y de grasas e hidratos de carbono. Por ello, los especialistas recuerdan la importancia de hacer deporte y reducir los azúcares.
La tecnología, aliada ideal para un buen control
En los últimos años, el tratamiento y el control de la diabetes ha experimentado un avance espectacular gracias, sobre todo, al desarrollo de la tecnología y de nuevos fármacos. «La investigación nos está aportando muchísimas cosas, es una enfermedad en la que hemos tardado tiempo en conseguir mejoras para los pacientes, pero ahora estamos consiguiendo unos magníficos resultados que hace 15 ó 20 años eran completamente impensables», corrobora la jefa de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Guadalajara, Visitación Álvarez. En el caso de las personas con diabetes tipo 1, destaca la universalización del uso de los sistemas de monitorización continua de glucemia –más conocidos como sensores–, que suponen una mejora importantísima en la calidad de vida de estos pacientes al permitir tener un control prolongado de los niveles de glucemia, conocer las tendencias de comportamiento y evitar la mayoría de los pinchazos capilares. A finales de 2017, el Sescam comenzó a dispensar estos dispositivos a los menores con diabetes tipo 1 de entre 4 y 17 años para, de manera progresiva, hacerlos extensivos a todas las edades. En la gestión de la diabetes tipo 1 también es importante la evolución de los sistemas de infusión subcutánea de insulina continua, llamadas popularmente como bombas de insulina, cada vez más utilizadas por los pacientes por sus resultados altamente positivos.
En el caso de los diabéticos tipo 2, los logros más significativos que se han experimentado en el ámbito de los fármacos, cada vez más efectivos para controlar tanto la propia diabetes como para combatir la obesidad.