El incendio de la Academia de Ingenieros, un fatídico suceso

Inmaculada López Martínez
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En la noche del 9 al 10 de febrero de 1924, un terrible incendio asoló gran parte del material y las instalaciones de esta institución militar, lo que desencadenó su marcha de Guadalajara ocho años después

Imágenes antiguas del incendio acontecido en la Academia de Ingenieros Militares hace un siglo, del edificio principal y de un despacho de diplomas a oficiales por parte de Alfonso XIII. - Foto: Archivo Militar de Defensa / Colección Goñi / JCCM

Aunque no se conoce cuál fue la causa exacta del feroz incendio que la  Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara sufrió durante la madrugada del 10 febrero de 1924, sí se conocen algunos de los detalles que rodearon tan fatal suceso. «El fuego comenzó en el cuarto de arrestados, se cree que el desencadenante pudo ser un cortocircuito o una estufa», comenta Javier Segura, guía de turismo y experto en historia provincial. Según detalla Segura y como fue recogido por los periódicos de la época, en aquel momento, había 12 alumnos castigados en el citado cuarto por lo que «abrieron rápidamente las puertas para que pudiesen salir». Entonces, el director de la Academia era el coronel José Barranco Catalá, «que estaba descansando en su pabellón y tuvo que salir rápidamente con su familia porque se encontraron el fuego de frente».

El historiador local, Pedro José Pradillo, explica que, en muy poco tiempo, «todo el edificio estaba en llamas». « Hay que tener en cuenta que entonces las construcciones eran de estructura y forjados de madera y los suelos de tarima por lo que un incendio se propagaba enseguida y era muy difícil atajar».

No fue hasta el 11 de febrero, a las 18,00 horas, cuando el fuego  quedó completamente extinguido; una labor para la que se contó con la ayuda de dos dotaciones de bomberos procedentes Madrid. 

Imágenes antiguas del incendio acontecido en la Academia de Ingenieros Militares hace un siglo, del edificio principal y de un despacho de diplomas a oficiales por parte de Alfonso XIII.Imágenes antiguas del incendio acontecido en la Academia de Ingenieros Militares hace un siglo, del edificio principal y de un despacho de diplomas a oficiales por parte de Alfonso XIII. - Foto: Archivo Militar de Defensa / Colección Goñi / JCCM

A pesar de que no hubo que lamentar pérdidas personales, este siniestro causó daños materiales irrecuperables. El edificio principal, el palacio de Montesclaros, quedó destruido casi por completo junto con los gabinetes de Fotografía, Física, Química, Construcción y Mineralogía así como buena parte de los instrumentos y los documentos que estos contenían. Pero, sin duda, tal y como confirma Pradillo, las pérdidas más importantes fueron los más de 20.000 volúmenes que componían la biblioteca de esta institución, entre los que se encontraban incunables procedentes de la Escuela de Matemáticas de Barcelona y de otras escuelas históricas del Ejército Español, aparte de la galería de retratos de los oficiales y generales del cuerpo de ingenieros, algunos de ellos obra de autores de la talla de Francisco de Goya. Del incendio se salvaron el picadero y los pabellones cercanos al barranco del Coquín, dependencias actualmente ocupadas por el Archivo General Militar.

Una vez conocidas las consecuencias desastrosas de este incendio, el Rey Alfonso XIII, el general Primo de Rivera y otras autoridades civiles y militares de la época garantizaron la reconstrucción de los inmuebles dañados y la permanencia de la Academia de Ingenieros en Guadalajara. Pero aquellas promesas nunca se hicieron realidad. «Contamos con la palabra del Rey. Su Majestad don Alfonso XIII significó al alcalde que el edificio destruido por el incendio será nuevamente levantado y nadie puede dudar de que tal promesa sea cumplida», narraron las crónicas periodísticas del momento. «Pero llegó la II República en 1931 y todos esos ofrecimientos quedaron en el olvido», apostilla Javier Segura.

Si bien es cierto que esta institución militar puntera continuó con su actividad unos años más en la capital alcarreña distribuida en los edificios anexos y en el actual instituto Liceo Caracense, su traslado definitivo a Segovia se materializó en 1932, desde donde después mudaría a otras localizaciones. En la actualidad, se ubica en Hoyo de Manzanares (Madrid). «Probablemente, si no hubiese ocurrido aquel fatal incendio, hoy seguiríamos teniendo en Guadalajara esta institución tan importante», lamenta Segura.

Imágenes antiguas del incendio acontecido en la Academia de Ingenieros Militares hace un siglo, del edificio principal y de un despacho de diplomas a oficiales por parte de Alfonso XIII.
Imágenes antiguas del incendio acontecido en la Academia de Ingenieros Militares hace un siglo, del edificio principal y de un despacho de diplomas a oficiales por parte de Alfonso XIII. - Foto: Archivo Militar de Defensa / Colección Goñi / JCCM

Una foto de Goñi es elegida como 'Documento del mes' 
El Archivo Histórico de Guadalajara es otra institución que ha querido rememorar el incendio de la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara con una fotografía de Francisco Goñi y Soler que muestra al Rey Alfonso XIIIentregando diplomas en el patio de dicho edificio a los nuevos oficiales ingenieros, fechada el 11 de julio de 1909. La imagen ha sido designada por la Junta como Documento del mes por su valor histórico y cultural. Dicha fotografía forma parte de la Colección Francisco Goñi y Soler, propiedad de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, en depósito en el Archivo Histórico Provincial.