Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


La rave de Almansa y el Beethoven de Velada

20/07/2023

La Guardia Civil procedió ayer por la mañana al desalojo ordenado de la fiesta rave en Almansa que se venía celebrando desde el pasado sábado. Al igual que hicieron los de Año Nuevo en Granada, el personal se quedó a gusto, lo estaba pasando bien e hizo de su capa en sayo sin mirar el reloj apenas. Tampoco es para tanto ni debe producir congoja; los políticos prolongan las campañas electorales y enlazan unas con otras y nadie dice nada. La peña calla, traga, va a la playa y pide el voto por correo como quien pide un tercio en la barra. Así es este verano sofocante, de pícaros y elecciones, donde todos hacen cuentas y sumas para ver si les da la cábala. El domingo saldremos de dudas y sabremos si Tezanos tenía razón y era uno más de los de la rave que hizo la encuesta entre los asistentes. Yo es que miro la tele, las encuestas y los debates y me da por empastillarme. Entiendo a los raveros.
Para colmo, se suma a todos ellos un chaval de dieciséis años, que viene de Velada y al que llaman el Beethoven de la música electrónica. Va a tocar en el Tomorroland, que es como decir el mundo de mañana. Es raro que no haya ido con Pedro, la Pija y la Quinqui alguno de estos días, aunque también nos ha dejado un vídeo molón donde llora a moco tendido como si acabase de ganar el precio justo. El chico, que se llama Varoc, es natural de este pueblo toledano, próximo a Talavera de la Reina, del que son famosas las sandías y ahora las sinfonías techno en do mayor. La verdad es que ambas noticias me han sacudido de la siesta y la canícula… Creo que las cosas no ocurren por casualidad y ha sido la estrategia de Pedro Sánchez para levantar la campaña. La peña se adormilaba y dejaba al gallego con Vox en mitad de la pista. Ahora ya no hay excusa para bailar y ponerse los cascos a todo trapo. Pim pam pum, papapimpimpún. La Pija, la Quinqui, los raveros y tú. Olé.
    Es lo que le falta a este fin de campaña electoral, algo de música del mañana, de esta que no se entiende como tampoco comprendíamos a los dodecafónicos. La ópera es el género más elevado, lo hemos dicho mil veces, porque incluye canto, danza, música e interpretación. El final de Sánchez – o no- podría parecer una obra de Richard Wagner donde las walkyrias chillasen en una rueda de prensa tras el consejo de ministros. Evidentemente, Montero y Belarra no saldrían y si acaso se las escucharía desde el fondo del escenario. Les pega más la rave con Iglesias, Monedero y Westrynge. En realidad el anillo del nibelungo a punto está de ser destruido y llevado en Falcon al Tomorroland. Un poquito más de watios, por favor, que no se escucha nada.
El final de la campaña electoral debiera terminar como la rave de Almansa y disolverse sin más. Hay quien dice medio en broma que el lunes se convocarán las europeas para el quince de agosto. La Virgen está de puente y también pide el voto por correo. El otro día dejé a un amigo en la oficina postal con cuarenta grados a la sombra. Hay que tener oficio, convencimiento y civismo. Yo creo que debieran poner una jofaina a los presidentes de mesa y los interventores para mojarse los pies de vez en cuando. Pedro Sánchez lo agradecerá y los atenderá beatífico si gana las elecciones. Si vence Feijóo también se disolverá la rave de Moncloa, que va ya para cuatro años. A mí me va más el Tomorroland y su ruido eléctrico. Así no sé si habla Yolanda, Abascal, la Bruja Avería o todos los demás. Y es que me veo como Beethoven, sordo y atormentado porque ya me escuché todas las partituras de las elecciones.