Es uno de los artistas guadalajareños contemporáneos más reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.  Con motivo del 30 aniversario del fallecimiento de Regino Pradillo Lozano (Guadalajara 1925-1991), el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de la capital, en colaboración con la Junta de Comunidades, ha querido rendir homenaje a la figura de este afamado pintor organizando la exposición conmemorativa  que el Salón de Linajes del Museo Provincial acoge hasta el próximo 12 de diciembre. 

Regino Pradillo. Meditada presencia. Parábolas sobre lienzo es el título escogido para esta muestra centrada en la obra religiosa de este artista «de sensibilidad exquisita», como así es definido por la mayoría de las personas que le conocieron. Entre ellas, se encuentra el cronista provincial, Antonio Herrera Casado, quien guarda recuerdos personales «muy entrañables» de Regino Pradillo «porque fue mi profesor de Dibujo en el Instituto Brianda de Mendoza y porque, posteriormente, mantuve una amistad con él, ya que era un hombre entrañable y amable, muy amante de su tierra alcarreña». Dos de sus hijos, Juan y Roxanna, también atestiguan «la extremada serenidad y el sosiego» que atesoraba su padre así como el «enorme cariño» que profesaba por su Guadalajara natal, la cual abandonó siendo joven, primero para iniciar su formación académica en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y, después, por motivos profesionales que le hicieron establecerse en París, donde fue director del Liceo Español y Catedrático de Dibujo. «El amor de nuestro padre por su tierra, aparte de quedar reflejado en muchas de sus obras, se pone de manifiesto en su deseo de volver a España cuando enferma y en su voluntad expresa de querer morir y ser enterrado en Guadalajara», declaran. 

Al margen de una profunda humanidad, los lienzos y dibujos de Pradillo evidencian una maestría innata con el pincel y un  extraordinario conocimiento de la técnica pictórica. «Su obra cuenta con una enorme carga trascendental, que le sitúa en medio de las corrientes más innovadoras –el informalismo y el expresionismo abstracto–, estableciendo un estrecho y exitoso vínculo entre la tradición y la vanguardia más audaz», analiza el técnico de Patrimonio municipal, Pedro José Pradillo, gran conocedor del autor. Así también concibe Fernado Aguado, director del Museo Provincial, la valía y el estilo magistral de este reputado artista guadalajareño. «La obra de Regino Pradillo es el reflejo de una época. Logró aunar la tradición con la modernidad. En muchas de sus obras vemos ese paso más hacia la vanguardia que él estaba en París. Es una obra muy expresiva y colorista, lo que le interesa es captar la atención del espectador. Además, era un gran dibujante, manejaba muy bien las formas», afirma. «Una de sus grandes cualidades era fusionar de forma natural lo más clásico con lo más rompedor», corroboran Juan y Roxanna Pradillo.

La temática religiosa es la faceta más desconocida de este artista guadalajareño. - Foto: Javier PozoTrayectoria

Regino Pradillo fue un prolífero creador. Sus hijos estiman que, a lo largo de su trayectoria profesional, pudo haber realizado más de mil obras de diverso formato y género. «Este número es una aproximación porque cada vez que hay una exposición o evento en torno a la figura de nuestro padre, nos llega la existencia de alguna obra más que desconocíamos o que no teníamos controlada», reconocen.  Precisamente, para disponer de un catálogo lo más preciso posible del vasto trabajo realizado por este artista, para custodiar parte de su colección y para contribuir en su conocimiento, sus herederos crearon la Fundación Regino Pradillo hace ya varios años.

A grandes rasgos, la plástica de Pradillo abarca dos aspectos fundamentales: los paisajes (con una presencia destacada de Guadalajara) y la temática religiosa. Su faceta paisajística es, sin duda, la más conocida en nuestra provincia y a la que él mismo daba prioridad. De hecho, fue protagonista de la anterior exposición dedicada al autor en la capital, concretamente, en el Museo Francisco Sobrino en 2016. Ahora, la familia y los organizadores de esta nueva antología han querido dar a conocer esa otra vertiente más íntima del autor que denota sus profundas creencias cristianas. «Queríamos mostrar algo novedoso no expuesto antes sobre Regino Pradillo», indica Riansares Serrano, concejala de Cultura. «Nunca habíamos hecho hincapié en esta faceta de mi padre en otras exposiciones», corrobora Juan Pradillo. Por su parte, la comisaria de la muesta, María Rodríguez Velasco, explica que las imágenes religiosas creadas por Pradillo «narran, desde su propia experiencia pictórica, escenas reiteradas a lo largo de los siglos, pero representadas con el lenguaje de la contemporaneidad». «Es un autor de gran versatilidad técnica, sus pinceles nos abren una reinterpretación iconográfica que es fruto de su creatividad y de un intenso trabajo de continuo aprendizaje», añade esta historiadora del Arte, quien ofrecerá varias visitas guiadas a esta muestra temporal que, tras su paso por Guadalajara, viajará a otros destinos  como Toledo.

Así las cosas, este paseo fundamental por el Regino Pradillo más espiritual y desconocido regala al espectador diferentes retratos de Cristo, escenas de la Virgen María y representaciones de santos y parábolas, entre otras. Como es habitual, algunas de ellas contienen guiños a su siempre querida y añorada Guadalajara. Es el caso del paisaje que aparece en el lienzo Concebida desde el principio, reconocido con el Premio Provincial de Pintura en 1962. En cuanto a la procedencia de estos cuadros, los hijos del pintor explican que la mayoría forman parte del fondo de la Fundación Regino Pradillo, otras pertenecen a colecciones privadas y alguna están bajo custodia de instituciones como el Ayuntamiento de Guadalajara. De hecho, esta exposición está concebida para darle continuidad con una visita al Palacio de la Cotilla, donde se exponen de manera permanente otros cuadros de carácter religioso del autor desde que José María Bris fuese alcalde de la ciudad y firmase un acuerdo de cesión con la familia.

'Dulzura o Virgen de la Rosa'. Madrid, 1958. - Foto: Javier PozoAparte de mantener viva su memoria, este nuevo homenaje a Regido Pradillo vuelve a poner encima de la mesa la conveniencia de dedicarle un espacio permanente en la ciudad. Desde luego, es uno de los mayores anhelos de sus familiares. «Sería un prestigio mutuo porque lo que puede aportar como artista nuestro padre a Guadalajara es una relación que enriquecería a ambas tardes», sostiene su hija Roxanna. Así lo cree también Herrera Casado, Fernando Aguado e incluso la propia Riansares Serrano, quien asegura que es una opción que está muy presente. «Desde luego, la obra de Regino Pradillo merece un lugar destacado en la ciudad. Estamos en pleno proceso de reestructuración de espacios y de lo que van a a ser las infraestructuras culturales de la ciudad con el acondicionamiento de nuevas naves en el Fuerte», avanza.