Reclama que el vino entre en los 11.000 millones de rescate

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«Queremos que sea así», reivindica el consejero de Agricultura, que argumenta que en el Real Decreto sí se han incluido otros sectores agroalimentarios vinculados sobre todo al cierre de la hostelería

Reclama que el vino entre en los 11.000 millones de rescate - Foto: A.Perez Herrera

El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, trasladó esta tarde al ministro la demanda del sector del vino y del Gobierno de Castilla-La Mancha para que en el Real Decreto publicado el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado, por el que se aportan 11.000 millones de euros para garantizar la solvencia de las empresas que peor lo están pasando en estos momentos de crisis, «se considere a las empresas del sector vitivinícola».  «Queremos que sea así», subrayó. Argumentó que en ese Real Decreto se han incluido otros sectores agroalimentarios vinculados, sobre todo, con el cierre de la hostelería.

Martínez Arroyo hizo estas declaraciones de forma previa a la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios, con el ministro y  el resto de consejeros de las comunidades autónomas.

Aprovechó también para anunciar que el viernes se va a proceder al abono de una nueva ayuda de la PAC. Se trata de 15 millones de euros correspondientes a las ayudas asociadas de cultivos proteicos y vacas nodrizas que de nuevo, y como viene sucediendo campaña tras campaña, se adelantan en fechas, para que el dinero esté a disposición de agricultores y ganaderos en sus cuentas lo antes posible.

Ayudas proteicos y vacas nodrizas. En el caso de los cultivos proteicos, el pago es de más de 7,5 millones de euros y se adelanta dos semana para 8.117 perceptores. En el de las vacas nodrizas, el abono se realiza un mes antes respecto al año pasado, y se beneficiarán 1.452 ganaderos, con un importe total de más de 7,3 millones de euros.

El consejero recalcó que desde Castilla-La Mancha se aboga por una PAC que apueste sobre todo por la agricultura profesional, por el relevo generacional, por un modelo de explotación mediano y pequeño, «en el que nadie se quede atrás», pero planteando, sobre todo, la «igualdad de trato para agricultores de nuestro país», así como el abandono de los derechos históricos, la convergencia real a partir de 2023 y la limitación de estas regiones agronómicas al máximo.  Contó que volvería a insistirle al ministro para que haya «pocas regiones agronómicas de convergencia, para que los agricultores que hacen lo mismo, estén donde estén, cobren lo mismo».