La fuente de Fuentenovilla (22 de noviembre de 1878)

Plácido Ballesteros
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Guadalajara en 'La Ilustración Española y Americana'

La fuente de Fuentenovilla (22 de noviembre de 1878)

Trascurrido un año desde la publicación del grabado que contenía la Picota, en el número correspondiente al día 22 de noviembre de 1878 “La Ilustración” publicó un reportaje titulado Paseo Artístico por la provincia de Guadalajara, ilustrado por una lámina a página completa que contenía otros seis magníficos dibujos del pintor Isidoro Salcedo. Entre ellos destaca el correspondiente a la llamada Fuente de Abajo de Fuentenovilla.

Acompañaba al grabado, como era habitual en las páginas de la revista ilustrada la descripción que Martínez de Velasco solía hacer de los monumentos. El fragmento del texto correspondiente a nuestra Fuente, por el mejor estado de conservación del edificio en aquellos años con respecto a la actualidad, no deja de tener interés, como se puede apreciar: “Fuente de Fuente-Novilla.— Esta pequeña población, que dista unos 25 kilómetros de la capital de la provincia, existía ya en la época de los romanos, y perteneció en el siglo XIII a la Orden de Calatrava, y luego al marquesado de Mondéjar. Es muy conocida por su magnífica fuente, que no sólo tiene ricas aguas, sino una ornamentación característica y poco vulgar: sobre el pilón, que es de bien labrada sillería, hállase esculpida una matrona, tamaño natural, con túnica ceñida y de anchas mangas, que apoya sus manos en los pechos, por donde arroja dos copiosos caños de agua; sobre dicha figura osténtase el escudo de armas de los Garcilaso de la Vega, orlado de hojas, el cual se apoya en una cabeza de toro, cuyas grandes astas rematan igualmente en hojas; a los lados hay dos grandes testas de león, cubiertas con una mitra figurada también de hojas, y por cuyas bocas abiertas lanzan gruesos chorros de agua”.

Como habrán observado ustedes, tanto el dibujo como la descripción nos permiten documentar que posteriormente a 1878 el conjunto de la Fuente de Abajo de Fuentenovilla ha sufrido una amplia reforma; y el edificio ha sufrido el deterioro de los tiempos al aire libre.

Así, en el dibujo de Salcedo, publicado ese año, se nos presenta un conjunto formado únicamente por la fuente propiamente dicha, que tiene adosada el arca cuadrada también de piedra labrada, rematada en una cubierta de forma piramidal, y los pilones. Elementos que destacan en un entorno campestre sin urbanizar. Con posterioridad todo el contorno fue urbanizado, de manera que la pared de la fuente ha sido prolongada con muros hasta formar un conjunto rectangular al que se accede desde unas escaleras realizadas a continuación del arca.

Por su parte, el estado de conservación del edificio cuando el señor Martínez de Velasco realizó su descripción le permitió identificar sin lugar a dudas todos los detalles de las figuras de las que brotan los caños, hoy tan desgastadas que nos impedirían precisar algunos de ellos. 

Detengámonos en los más destacados. Los dos caños laterales salen de sendas cabezas de león, aunque hoy no se puedan ver con exactitud que figuras son. Algo mejor conservada ha llegado hasta nosotros la figura central, de manera que no hay demasiada dificultad en identificarla con una imagen femenina, que sin duda representa una ninfa o diosa de agua dulce en la mitología clásica. Hemos de prestarle atención también al escudo y los roleos que lo adornan, situado en la parte superior de la ninfa. Por un lado, no nos puede llamar la atención el que el señor Martínez identificara las armas del escudo de la Fuente de Fuentenovilla como correspondiente «a los Garcilaso de la Vega», pues el emblema original de esta vieja familia (las bandas con el AVE MARIA GRATIA PLENA) había sido incorporado en el siglo XV a las armas de los Mendoza, de cuyo tronco descendían los Marqueses de Mondéjar, señores de la población desde comienzos del siglo XVI. Pero no podemos dejar de llamar la atención sobre un párrafo en el que el periodista madrileño nos da una información importantísima que por el deterioro que han sufrido los roleos del escudo ha pasado desapercibida a casi todos los autores que han estudiado el monumento. Recordemos: el señor Martínez nos informa que el escudo «se apoya en una cabeza de toro, cuyas grandes astas rematan igualmente en hojas». Es este, a nuestro juicio, un dato fundamental para entender toda la representación simbólica del ornato principal del edificio: el escudo de los Marqueses de Mondéjar, señores de la localidad, es sostenido por la propia villa, representada por los cuernos de la «novilla» que le dio etimológicamente nombre a la población.

Por razones de espacio, termino aquí la entrega de esta semana. Pero, no sin antes remitirles nuevamente a todos aquellos de ustedes que deseen conocer al detalle la información concreta de la cronología de construcción del monumento, sus reformas, así como los arquitectos que trabajaron en él a lo largo del tiempo, al estudio de Aurelio García López citado más arriba. Este laborioso investigador ha documentado que la reforma de la fuente con la estructura de sus elementos principales que han llegado hasta nosotros hay que fecharla entorno al año 1724, y se debieron al maestro de obras José de Alarcón y Castañeda. Artista que además de para los Marqueses de Mondéjar, trabajó para Juan de Goyeneche en la vecina localidad de Illana.