El Obispo de Solsona ha resultado que no tiene cabida en ningún espacio divino. No cree en su divina misión, solamente cree en su novia. Y ni siquiera en Dios ni en el Papa que es quien le ha propiciado su actual empleo en la jefatura de la Iglesia de Solsona
Este hombre de tan alta dignidad ha hecho saltar por los aires los créditos de la Iglesia Romana, por causa de un enamoramiento circunstancial —porque espero que algún día salga de su arrebato— a causa de la atracción de una dama, una dama escritora de temas crudamente eróticos y satánicos, pero desconocida para el mundo literario. El tema de los amores en la clerecía siempre da juego porque aunque hayan hecho profesión de castidad no han ningún menoscabo como varones. Dicha dama, llamada Silvia Caballol, tiene 38 años, está divorciada de un ciudadano marroquí y es madre de dos hijos. El ciudadano marroquí debió tener el soplo directamente de Alá de que su mujer no tenía arreglo y optó por escurrirse de su lecho. Hoy en día, esa escritora sin éxito ha enamorado al Obispo de Solsona, Xavier Novell, habiendo comenzado este romance hace al menos dos años tras haberse conocido en ambientes de la demoniología, y de la curación de los homosexuales. 
El Obispo de Solsona tenía la obligación de creer en algo muy discutible que era el Demonio, porque Monseñor Novell era también exorcista. Qué difícil es tener como enemigo a alguien tan devaluado como el pobre Diablo. Pero su gran oportunidad fue encontrar a una demonia real, de carne y hueso, que justificara su oficio. Y sus primeros conjuros los realizó mediante un tráfico carnal entre exorcista y poseída.Hace dos años Novel fue advertido por sacerdotes de su diócesis que estaba sometido a una «acción satánica” por parte de la escritora psicóloga. Los tratos del hombre con el diablo son antiguos y universales, y el propio papa Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, usaba en su archidiócesis los servicios de monseñor Carlos Mancuso, reconocido exorcista a quien enviaba los casos de supuestas posesiones.
El obispo Novell estaba muy relacionado con el independentismo, pero en su deserción también ha abandonado sus trincheras, lo que explica que la mediática monja Lucía Caram, defensora y adalid del Procès, le haya ahora tachado de «desequilibrado» y de «juguete roto»… 
Hay en las páginas de internet infinidad de comentarios similares a éste y la diócesis de Solsona ha emitido un comunicado en el que se limita a afirmar que «la decisión tomada por dicho obispo emérito obedece a razones estrictamente personales y, por tanto, la corroboración, o no, de estas informaciones pertenecen a su estricto ámbito personal». 
¿Puede enamorarse un sacerdote? Por supuesto que sí y tanto como una mujer enamorarse de un sacerdote, porque ninguno está vacunado contra una pasión espontánea y turbadora. ¿Pero puede moralmente enamorarse, le es lícito? Sobre sentimientos nada hay legislado, pero sí sobre su  materialización en actos. Dicho en corto: no le es lícito casarse. Esta prohibición es por derecho eclesiástico y no por ley divina, por lo que cuando el Papa lo decida, la Iglesia tendrá un plantel de curas que sean amantes esposos y buenos padres de familia.