Lo que nos faltaba por ver… Y lo que nos espera de aquí al 4 de mayo. TVE, superándose en su descrédito, descubrió el pasado martes en el programa Las cosas claras, de Jesús Cintora, que Madrid también tiene playa. La televisión pública ha logrado la gran exclusiva del año. Sobre la imagen de una playa repleta de gente, aparecía el rótulo más revelador que uno pueda imaginar: "Desfase de turistas en Madrid".

Los rotulistas de TVE confundieron la playa de la Barceloneta, repleta de bañistas, con la ribera del Manzanares. Después de ofrecer de forma reiterada las imágenes de turistas franceses por el centro de la capital de España, sin mascarillas y sin guardar las distancias, después de insistir en el repunte de los contagios, sólo les faltaba poner en Madrid una playa abarrotada de gente, para así demostrar la caótica gestión de la pandemia por parte de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.

TVE no puede caer más bajo, y no sólo en su audiencia, que alcanzó su mínimo histórico en el mes de febrero con un share de 8,6 puntos, frente a los 15,2 de Telecinco y a los 14,3 de Antena 3. Su descrédito es cada día mayor y mucho tendrá que cambiar esta dinámica el nuevo presidente de la corporación de RTVE, José María Pérez Tornero, si no quiere verse superada también en el ranking por LaSexta, que ya está a poco menos de dos puntos de superar también a la televisión pública.

Estos errores de TVE podrían ser disculpables, si no se produjeran siempre en la misma dirección. Por lo que se ve, el rotulista que tuvo la genial idea de escribir: “Leonor se va de España como su abuelo”, para explicar la matriculación de la princesa en un colegio del País de Gales, ha creado escuela. Sólo así se explica que unas semanas después apareciera la imagen de Leonor y su hermana Sofía ilustrando la vacunación en Abu Dabi de sus tías, las infantas Elena y Cristina.

Y, puestos a ser ingeniosos, en el concurso El Cazador se planteaba el siguiente enunciado en una de las preguntas: “Si Casado ha hecho 6 máster en 40 horas presenciales…” No se hizo la misma gracia con la plagiada tesis doctoral de Sánchez, ni con el currículum de Irene Montero o el número de maletas que salieron del aeropuerto de Barajas el día que el ministro José Luis Ábalos fue a recibir a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. Para TVE, los errores y las bromas siempre tienen los mismos destinatarios: quienes molestan al gobierno del Partidos Socialista y Unidas Podemos.

TVE parece condenada a plegarse a los designios de quienes gobiernan España en cada momento, pero siempre han existido ciertos límites a esa dependencia. La manipulación y el engaño acaban pasando factura en la audiencia, como lo estamos viendo ahora. Los telespectadores tienen la posibilidad de elegir lo que más les guste, aunque el Gobierno tampoco ceja en su empeño de controlar las televisiones privadas.

Después de aceptar con la mayor entereza y responsabilidad aguantar dos años sin pasear por el pinar de Sigüenza en Semana Santa, lo menos que me podía esperar de TVE en este confinamiento perimetral es una oferta de sol y playa a orillas del Manzanares.

Obsesionados en cargarse a Díaz Ayuso, sólo les faltaba a algunos imaginar a Madrid con playas abarrotadas de turistas, todos sin mascarillas y borrachos como cubas.

Las cosas claras, que diría Jesús Cintora, mientras el susodicho presta sus servicios al Gobierno desde la tele que financiamos entre todos.