Javier del Castillo

Javier del Castillo


Carta a los Reyes Magos

20/12/2021

Ahora, que ya no se escriben cartas, habrá que intentar al menos salvar la de los Reyes Magos. Debido a la inflación y a las cautelas que impone la pandemia, los regalos se ajustarán a las previsiones de crecimiento del Gobierno.    
Felipe VI: Salud y paciencia para soportar las campañas que lanzan contra la Monarquía quienes más se están beneficiando de ella. 
Doña Letizia: Algún detallito, low cost, de Zara, como homenaje a la nueva presidenta de Inditex, Marta Ortega. Pero que no se entere Errejón, celoso vigilante de los intereses ajenos.  
Rey Emérito:  Si al final no le dejan volver, una cestita de Navidad con productos de la dehesa y unas botellas de Ribera del Duero, para hacer más llevadera la soledad y el destierro.   
Sánchez: Aunque nunca se sabe bien lo que quiere – miente más que habla -, seguro que le encantaría tener un Falcon propio y la estancia garantizada en el Palacio de la Moncloa hasta 2027. 
Yolanda Díaz:  Aunque se declara atea, una acreditación como enviada especial a los viajes del Papa "rojo" a países del Tercer Mundo, donde podría explicar la reforma laboral española. 
Iglesias: Otra acreditación «papa»" para acompañar a Su Santidad en futuros viajes a Cuba, Venezuela, Irán, Bolivia, Ecuador, Perú y Corea del Norte. En cualquiera de ellos podría quedarse luego Iglesias una larga temporada. 
Calviño: Una buena calculadora, que le permita hacer mejor las cuentas sobre las previsiones de crecimiento del PIB y los índices de recuperación económica.
Iceta: Una tabla de gimnasia y libros de texto en castellano para que los reparta entre sus amigos nacionalistas cuando viaje a Barcelona.
Casado: Un libro sobre liderazgo y gestión de recursos humanos, antes de que termine cargándose las posibilidades del PP de llegar al gobierno. También le pueden regalar, aunque no le sirva de mucho, el libro de Rajoy, «Política para adultos». 
Díaz Ayuso: Un apartamento amueblado a la altura de la sede del PP en la calle Génova.   
Rufián: Una nueva ley electoral, que impida a "rufianes" como él vivir como un rey, a costa del actual sistema político y del Gobierno central, al que tiene cogido por salva sea la parte.
Otegi: Aunque ya le ha dado Sánchez todo lo que iba a pedir a los Reyes, este año quiere además una banda de música para amenizar, en lugares cerrados, el reencuentro con sus amigos etarras que van saliendo de la cárcel. También una orla con las fotos de los terroristas de su promoción.  
Zapatero: Un baúl donde meter la gran colección de fotos de familia que se está haciendo con los sátrapas y dirigentes populistas de Hispanoamérica. 
Colau: Una estancia de quince días en Madrid para que se dé cuenta por qué una gran ciudad como Barcelona no merece tener una alcaldesa como ella.
Irene Montero: Pide a Sus Majestades que eviten, por favor, como sugiere su compañero de Gabinete, Alberto Garzón, regalar muñecas y cocinitas a las niñas. Mejor, balones de fútbol, y las muñecas para los niños. 
Garzón: Después de la campaña que ha hecho sobre los juguetes sexistas, lo mejor que le pueden traer al ministro «juguete» del Gobierno son unas merecidas vacaciones para que piense en cómo bajar la factura de la luz y se olvide de ocurrencias y gilipolleces.
Echenique: Un puesto en el consejo de administración de Inditex, para cuando se retire de la política. Siempre me ha parecido un «hombre de empresa». 
García-Page: Una máquina expendedora de promesas, porque la actual se le ha fundido de tanto vender ilusiones por la geografía castellano-manchega. ¡Ah! y varios rollos de cinta para las inauguraciones que programará antes de las próximas elecciones.
Quim Torra: Como anda perdido, una dirección postal a la que remitirle los pufos que dejó cuando era presidente del Govern y un GPS para que sepa regresar a casa cuando se echa al monte.