La reserva actual de Beleña garantiza el abastecimiento

Beatriz Palancar Ruiz
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La presa que se alimenta del río Sorbe y da de beber a al Corredor se encuentra casi al 70% de su capacidad

El sistema de abastecimiento necesita soltar agua por el aliviadero en previsión del agua del deshielo. - Foto: Javier Pozo

Nadie podía presagiar al comienzo del nuevo año hidrológico, a principios de octubre, que la situación del sistema de abastecimiento de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS) presentaría a comienzos de este nuevo año 2023 una situación tan favorable de cara a garantizar el abastecimiento.

«Beleña, a día de hoy, está a 36,8 hectómetros cúbicos. Es decir, está prácticamente al 70%. Está por encima de la línea por la que es necesario empezar a echar agua en el cauce ecológico. Por encima de lo que, habitualmente, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) tiene como tope máximo. La prealerta en enero estaría en 19,5 hectómetros cúbicos, por tanto, la situación no es que sea buena, es que es muy buena», valora el presidente de la MAS, José García Salinas.

Desde luego, la situación ha cambiado drásticamente después del lluvioso mes de diciembre. Según los datos facilitados desde la mancomunidad, desde el 1 de enero al día de hoy, el embalse de Beleña ha recogido dos hectómetros cúbicos. Nada que ver con la situación de preocupación que se vivía en el mes de noviembre cuando la reserva se encontraba en 19,2 hectómetros cúbicos, lo que hubiese obligado a activar las restricciones propias de una situación de prealerta en este mes de enero.

El sistema de abastecimiento necesita soltar agua por el aliviadero en previsión del agua del deshielo. El sistema de abastecimiento necesita soltar agua por el aliviadero en previsión del agua del deshielo. - Foto: Javier Pozo

«Honestamente, estaba preocupado al final del año pasado porque las previsiones no eran nada halagüeñas y podíamos estar con restricciones en un corto espacio de tiempo. Se nos disipan ya estas dudas y, por tanto, afrontaremos el año con bastante solvencia respecto a lo que teníamos previsto», asegura José García Salinas, quien añade que esta «situación muy buena» permite ser optimista respecto a «la evolución positiva del año. Seguimos esperando para que las nevadas y las lluvias de este invierno nos permitan, si cabe, aumentar más capacidad y afrontar el verano con más garantías», en referencia al agua que todavía permanece en las montañas en forma de nieve y que todavía queda por sumarse a la reserva actual de Beleña.

Eso sí, aunque el abastecimiento está garantizado desde la MAS, su presidente advierte que el agua es un bien escaso y que es necesario ahorrar: «No nos fiemos con los buenos datos de reservas en estos momentos. Es importante que continuemos con un consumo responsable del agua porque que tengamos agua en el presente no es garantía de que la tengamos en el futuro y es un bien escaso. Sigamos manteniendo mucha prudencia en cuanto al consumo del agua».

Retraso del proyecto de detección de fugas en baja

La posibilidad de conseguir financiación europea a través de los fondos Next Generation ha ralentizado los planes de la MAS para su proyecto de revisión de más de mil kilómetros de tuberías de la red de baja de los municipios mancomunados para la detección de fugas y averías que ocasionan pérdidas de agua. «Podíamos solicitar hasta cinco millones de euros, no solo en la localización de fugas, sino en la renovación de tuberías para todos los municipios mancomunados», explica José García Salinas, quien corrobora que antes de conocer la decisión de si se concede o no la subvención, que puede tardar meses, la mancomunidad iniciará las obras programadas porque tiene fondos propios para llevar a cabo su financiación.