Buscan el resurgir teatral de la mano de la escuela municipal

Beatriz Palancar Ruiz
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La compañía Yllana gestiona este centro que se vació de alumnos durante la pandemia y para el que planea nuevas propuestas de cara al curso que dará comienzo en septiembre

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

Dentro del ambiente cultural de la ciudad, existe la creencia de que cualquier tiempo teatral anterior fue mejor. La pandemia del coronavirus ha hecho mucho daño en muchos aspectos sociales y todo apunta a que también en la actividad teatral de la ciudad. Muchos recuerdan con cariño el ambiente que se respiraba en la capital en la década de los 80 y los 90. Y con el aliento que aún queda de ese espíritu, unido a las ganas de impulsar un proyecto que sacuda la actividad cultural de Guadalajara, está renaciendo la Escuela Municipal de Teatro y se ha creado un ciclo, Amoralarte, de la mano de la Agrupación Teatral Alcarreña (ATA) para promover el teatro aficionado.

«En Guadalajara, nos gusta el teatro, amamos el teatro desde siempre. Con este ciclo, queremos volver a los orígenes, a ese espíritu, a esa semilla de los buenos tiempos. Creo que el teatro aficionado se merecía una oportunidad y, desde luego, vamos a iniciar un camino que se prevé interesante», señaló hace un mes la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, Riansares Serrano, durante la presentación de la programación cultural del primer semestre de 2023. Esta semana, no ha sido posible ahondar más con Serrano en los planes que tiene el Consistorio capitalino para revitalizar la actividad teatral de la capital pero, entonces, la máxima responsable cultural mostraba su entusiasmo por el proyecto de la Escuela Municipal de Teatro de la que destacó que es «muy querida en Guadalajara» explicando «que ha iniciado una nueva andadura de la mano de la compañía Yllana».

 Y es que sacar a concurso la gestión de la escuela es la mejor solución que ha encontrado el Ayuntamiento de Guadalajara para intentar reflotarla. «La pandemia ha hecho mucho daño en general a muchos sectores pero, qué duda cabe, que las representaciones, las compañías profesionales, los ensayos, las clases, se han visto muy afectadas porque el contacto y la proximidad es algo que es inherente al hecho teatral. De lo primero que ha prescindido la gente es de este tipo de actividades en las que hay contacto físico», asegura Ana Vélez, coordinadora actual de la Escuela Municipal de Teatro.

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero.Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

Esta actriz, que lleva desde 2001 trabajando en la pedagogía teatral y vive en Guadalajara, reconoce que el proyecto empezó en otoño de manera precipitada, con las matrículas de los alumnos hechas y los horarios de los grupos ya cerrados desde junio, con su incorporación definitiva en noviembre porque se había comprometido con la dirección del Tenorio Mendocino, pero tiene muchas propuestas e ideas para presentar ante la Concejalía de Cultura que están basadas en la experiencia de Yllana en la gestión de otras escuelas de teatro en la comunidad de Madrid.

«Las Rozas siempre la ponemos de referente porque fue una escuela que costó mucho arrancar porque no había escuela municipal, lleva como 12 años, y empezó siendo una escuela muy precaria y muy humilde en cuanto a número de personas y un poco de reticencia, un poco como puede estar ahora Guadalajara, con poquita gente y con un poco de prueba. Ahora mismo, Las Rozas es una escuela con casi 300 alumnos. Si tú dejas el hueco, poco a poco, se va llenando de nada y termina por desaparecer. Luego cuesta mucho arrancar. Creo que aquí en Guadalajara ha pasado un poco eso. Ha habido un año como de vacío y los años de vacío, luego cuesta mucho remontarlos. La gente que verdaderamente tiene necesidad de asistir a las clases, se busca la vida en Alcalá, Azuqueca, y ya hace allí su camino. Ahora, cuesta un poquito el arranque. Pero tengo confianza y confío en que poco a poco la gente, por el boca a boca, se vaya animando a participar en la escuela», dice ilusionada Ana Vélez.

En estos momentos, la Escuela Municipal de Teatro cuenta con 27 alumnos. La oferta inicial presentó dos grupos para adultos, dos para niños y otro de adolescentes. Este último, no tuvo demanda, y los otros cuatro salieron con poco alumnado. Hoy, se mantienen los dos grupos de niños, el más numeroso con 12 alumnos de Primaria y otro con seis de Secundaria, a los que se añade un grupo de adultos con un total de nueve personas. 

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero.Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

«Queremos reunirnos con Riansares y darle una vuelta a la escuela en el sentido de precios, ofertas, descuentos y, sobre todo, de horarios. El grupo de jóvenes, por ejemplo, nosotros creemos que el viernes funcionaría mejor. Para los adultos, es igual mejor de 19,00 a 21,00 horas", adelanta la coordinadora que espera tener en marzo una reunión con Cultura de cara al próximo curso.

Por el momento, lo que sí que están dispuestos es a darse a conocer más. A finales de enero, celebraron unas jornadas de puertas abiertas gratuitas abiertas al público para mostrar parte de lo mucho que se puede aprender: «Ha sido muy positivo. Esperaba más gente, porque uno siempre espera más, pero han venido una media de siete u ocho personas a cada grupo. Las clases han sido estupendas, la gente ha salido encantada y han funcionado muy bien. Lo que ha pasado es que estamos en enero, hay muchísima gente que ya les pilla a pie cambiado, con horarios muy establecidos. Hay mucha gente que esperará al curso que viene para matricularse», valora Ana Vélez que añade que se han ganado dos alumnos adultos y otros dos de edad escolar para este último tramo hasta final de curso.

Y como la mayoría de los que han querido probar la experiencia piensan en el próximo curso, la intención de la Escuela Municipal de Teatro es celebrar una nueva convocatoria de puertas abiertas gratuitas en mayo o principios de junio. «Pero ya con las dinámicas que se estén llevando a término en esas fechas que será no solamente clase y ejercicios, también ensayos teatrales porque los alumnos estarán preparando su muestra de final de curso. Son otras dinámicas que también son muy atractivas a la hora de conocer las clases. Sobre todo, pensando que en junio se harán las matrículas o prematrículas para empezar el curso en octubre», adelanta la coordinadora.

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero.Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

Desde luego, la experiencia para el alumnado es excepcional. «Soy enfermera y tengo un trabajo que a veces me absorbe demasiado. Leyendo un libro de autoayuda, vi que podía venir muy bien apuntarse a teatro. Pensé que era mi oportunidad. Me encanta. Algunas veces, me da pereza venir pero luego salgo fenomenal. Todavía no hemos empezado ninguna obra pero hacemos muchos ejercicios de memoria, concentración, relaciones de unos con otros, improvisación. Estás aquí y te olvidas del resto de cosas, eso es fenomenal», comenta Matilde Murillo Toscano que se ha inscrito este año por primera vez.

Por su parte, un veterano, Jesús Andrés Laplana, reconoce que «es verdad que la pandemia lo ha parado todo y ahora he vuelto otra vez. Siempre me ha gustado. Simplemente, disfruto al estar en un escenario y dar vida a un personaje. Ahora, a lo que vengo aquí es a intentar a hacerlo lo mejor posible» y recomienda a todo a quien «le pique el gusanillo» acudir a «la escuela porque te ayudan, te orientan. Crees que sabes y no sabes nada».

Teatro Aficionado

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero.Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

Todo actor profesional, antes, subió a las tablas del teatro aficionado. Por eso, en la ciudad, además de incrementar la oferta de la Escuela Municipal de Teatro, se quiere dar impulso a los grupos que existen para que continúen en el tiempo y tengan entidad propia.

«Lo he vivido en primera persona. Estoy rodeada de gente profesional que me consta que ha empezado en el grupo de instituto, del pueblo. Uno empieza probando y tener la opción de probar es estupendo. Tener grupos aficionados y unas escuelas para probar si aquello va más allá de una afición y nos convertimos en profesionales es tan importante...», reconoce Ana Vélez, quien, además, considera que «los niños son la esperanza para todo. El teatro es algo tan positivo para la educación, el desarrollo o la evolución de un niño. Es una actividad empática. No solo se trabaja un acto teatral, se trabajan personas. El instrumento de trabajo de un actor es uno mismo. Y las clases no son más que para enseñar a afinar tu instrumento y gestionarlo bien para luego sacar de él todas las posibilidades que uno tiene para interpretar. Es un autoconocimiento muy grande de ti mismo y de un montón de valores o gestiones de emociones, de sentimientos, de empatía que creemos que para la construcción de un niño es muy positiva». 

Este argumento es compartido con ATA, desde donde consideran que «la escuela de teatro tiene que ser un vivero de gente. En los institutos y colegios trabajan un montón pero luego eso no se ve reflejado al paso de dos o tres años. Se queda ahí. Bajo el manto de Yllana, tenemos un apoyo de que la escuela de teatro municipal va a estar regida por gente de Guadalajara y a ver si entre todos retomamos el teatro aficionado», estima Juan Aylagas, uno de los tres miembros todavía activos de este colectivo. 

Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero.Alumnos de la Escuela Municipal de Teatro del grupo de adultos y participantes en las jornadas de puertas abiertas de enero. - Foto: Javier Pozo

La revitalización de la Escuela Municipal de Teatro junto con la creación de un nuevo ciclo de teatro aficionado llamado Amoralarte, se espera que sea el acicate necesario para que grupos de jóvenes con inquietudes, de la ciudad o de la provincia, tomen el relevo generacional de este arte teatral y devuelvan a Guadalajara la esencia de lo que fue.

«Nos gustaría que hubiera grupos de jóvenes que estuvieran dispuestos a tirar del carro de esta idea que hemos tenido desde ATA. Nuestro certamen y el festival urbano de teatro de Guadalajara desaparecieron porque nos fuimos haciendo mayores y no hubo un relevo con gente joven. Y a ver si se da un pequeño empujón a la Escuela Municipal de Teatro porque es importante en una ciudad que ha tenido ambiente teatral y en la que la gente sigue yendo al teatro. Tiene que haber una continuidad para ambos proyectos, si no, no sirve de nada», estima Juan Aylagas.