Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Feijóo muestra algunas cartas y esconde otras

02/06/2023

Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez inició la campaña electoral para las elecciones del 23-F con su intervención ante los diputados y senadores cesantes en el Congreso de los Diputados, con un discurso animoso para los suyos y duro contra las dos derechas extremas -'podemizado', dicen algunos-, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo hizo lo mismo ante el Cercle d´Economia en Barcelona y con una entrevista en Telecinco, en las que prometió la consabida rebaja de impuestos y la derogación del sanchismo, el mismo lema que le ha llevado a ganar las elecciones del 28-M.

Una campaña electoral se basa en no dar muchas pistas sobre las intenciones futuras y en regalar los oídos al auditorio ante el que se interviene. Nada mejor que un auditorio de empresarios para prometer una rebaja de impuestos y un aumento de las inversiones, pero todo ello sin comprometerse mucho, como declaración de intenciones, ante las peticiones de los empresarios catalanes de que se recupere el déficit de inversiones en la comunidad autónoma y se mejore el sistema de financiación. La novedad del discurso de Feijóo es su afirmación de que "Cataluña será clave" en su acción de gobierno cuando alcance La Moncloa tras reconocer "los errores" de sus predecesores al abordar el expediente catalán. Eso es tanto como no decir nada cuando los independentistas comienzan a armar un frente común ante la posibilidad de un gobierno de coalición del PP con Vox resucite la tensión política, dadas las numerosas declaraciones de ambos sobre lo que quieren hacer y por qué en Cataluña.

En la entrevista en Telecinco, Núñez Feijóo dio pistas sobre lo que entiende por la "derogación del sanchismo', un cuestionamiento de la forma de hacer política del presidente del Gobierno, sobre quien pone el foco al considerarlo el principal problema del PSOE, con alusiones a las características personales de Sánchez -"soberbio y egocéntrico"-, y también del fondo, con las reformas que aplicar de inmediato respecto a asuntos que han calado en el imaginario popular, la 'okupación', la disolución de la unidad de España, el incumplimiento de la Constitución o la rebaja de las exigencias educativas, además de todas aquellas leyes "inspiradas por la minoría", sin entrar en aquellas derogaciones acerca de la que le interpelan desde el Gobierno como los avances sociales en materia de derechos laborales, de pensiones y de protección de los grupos sociales más vulnerables. Así se plantea el inicio de la campaña electoral, con Feijóo insistiendo en las guerras culturales sobre las decisiones del gobierno de coalición, sin mención a la gestión de la economía salvo para insistir en el caramelo fiscal sin indicar a continuación que la rebaja de impuestos lleva aparejada la disminución de los fondos para atender el estado de bienestar.

En la estrategia de ocultación de las verdaderas intenciones sobre lo que hará el PP cuando Feijóo gane las elecciones generales, y para no despertar el miedo a Vox, a pesar de que los comicios pasados han arrumbado esa estrategia, el líder del PP disimula que el apoyo de Vox es imprescindible para que recupere el poder en varias comunidades autónomas, y da pie a la chusca situación de que ambos partidos se acusan de no facilitar la derogación del sanchismo, cuando están obligados a pactar ahora y muy posiblemente tras el 23-J.