Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Campaña plebiscito

25/05/2023

La intervención sostenida de Pedro Sánchez en los mítines del PSOE a lo largo de toda la campaña ha convertido la cita con las urnas del próximo domingo en lo más parecido a un plebiscito. "Sánchez sí, Sánchez no".
Desde la oposición, Alberto Núñez Feijóo ha insistido en idéntico registro hasta el punto de que los discursos de uno y otro han monopolizado las reseñas de los actos electorales oscureciendo, cuando no condenando a la irrelevancia, las intervenciones de los candidatos locales y autonómicos. Algunos de ellos, en el ámbito del Partido Socialista- el caso más llamativo es el del castellano manchego García Page- han hecho verdaderos esfuerzos para mantener perfil propio tratando de marcar cierta distancia con Pedro Sánchez. Se vio claramente cuando arreciaba la polémica y el escándalo por la presencia en las listas de Bildu de ex terroristas condenados en su día por asesinato. García-Page, y también Lamban, el presidente aragonés, trataron de desmarcarse conscientes de que la alianza parlamentaria de Sánchez con Bildu era pura "kriptonita" para sus respectivas parroquias.
La apuesta de Sánchez es arriesgada. Si el domingo, como apuntan las encuestas, el PP es la fuerza más votada y el PSOE sufre una merma significativa de votos en los 8.000 municipios en los que presenta candidatos, el retroceso será interpretado como un castigo a Pedro Sánchez, a su forma de gobernar con Podemos, a sus concesiones a los golpistas catalanes del "procés" y a su alianza con Bildu.
En sentido contrario, si esa pérdida de poder en el ámbito local no es significativa, desde La Moncloa y mediante el potente conglomerado mediático que apoya al sanchismo, se abrirá paso el relato de que el PP habría fracasado en su intento de convertir el 28 M en un anticipo de lo que Núñez Feijóo viene anunciando como resumen de su ideario de campaña: la "derogación del sanchismo". Es un juego arriesgado y de resultado incierto porque la política local tiene claves propias que en algunos registros trascienden la confrontación ideológica. Pero al haber optado los responsables de campaña, tanto del PP como del PSOE, por la confrontación directa entre Sánchez y Feijóo, la suerte está echada. Tras el recuento de votos en los ayuntamientos de toda España, la noche del próximo domingo, el resultado será interpretado como un plebiscito y, en consecuencia, como la antesala de lo que puedan deparar las urnas de diciembre. Así lo han querido tanto Sánchez como Núñez Feijóo. Son ellos los que se la juegan.