Cada vez son más las empresas que muestran interés por asentarse en la provincia de Guadalajara y, más concretamente, en el eje del Corredor del Henares. Esta situación está generando que los municipios localizados en el área colindante con la Comunidad de Madrid proyecten nuevos planeamientos urbanísticos para garantizar la disponibilidad presente y futura de suelo industrial. Son muchos los ejemplos que evidencian esta realidad, algunos de ellos conocidos en las últimas semanas. El caso más destacado es el de la Ciudad del Transporte –a caballo entre Guadalajara y Marchamalo–, cuyo nivel de ocupación va a un ritmo tan importante que los alcaldes de ambos municipios, Alberto Rojo y Rafael Esteban, anunciaron que ya están trabajando para duplicar la superficie de este gran motor logístico, que pasaría de 2,2 millones de metros cuadrados a ocupar más de cuatro. 

Cabanillas del Campo y Alovera son otras dos localidades que, recientemente, han dado pasos en este sentido con el proyecto conjunto de un polígono industrial de 2,7 millones de metros cuadrados a desarrollar entre ambos términos municipales a partir del año 2024. En esta misma línea también se encuentra trabajando el Ayuntamiento de Villanueva de la Torre, localidad que hasta ahora carecía de suelo industrial pero que ya ha iniciado los trámites legales para poner en marcha un polígono ante las reiteradas peticiones de información por parte de diferentes inversores y empresas.

Que la provincia de Guadalajara se haya convertido en un foco constante de atracción empresarial, tanto a nivel nacional como internacional, «no es casualidad» sino «fruto del trabajo que se ha hecho durante muchos años», argumenta el secretario general de CEOE-Cepyme Guadalajara, Javier Arriola. Según esgrime el representante de la patronal alcarreña son tres los motivos principales que han posicionado a la provincia de manera tan favorable. En primer lugar, se encuentra la «ubicación privilegiada» que goza Guadalajara, en pleno centro del país, «algo que nos viene dado, pero que estamos sabiendo aprovechar». En segundo lugar, Javier Arriola destaca la «extraordinaria labor» que los ayuntamientos vienen realizando en este contexto. «Cuando una empresa decide instalarse en cualquier sitio, lo que necesita de manera inmediata es suelo. Si no hay, jamás se va a esperar a que lo haya. En este sentido, los ayuntamientos de la provincia han sabido anticiparse y tener suficiente suelo disponible para las empresas», valora. 

«Alfombra roja»

Por último, Javier Arriola alude al trabajo «coordinado y bien hecho» que tanto la administración local y regional como la propia CEOE-Cepyme desarrollan para facilitar la llegada de nuevas actividades económicas en todo lo relativo a la tramitación administrativa, la concesión de licencias, la gestión de subvenciones, la integración en el tejido empresarial, etc. «Siempre intentamos poner una alfombra roja a cualquier empresa que quiere establecerse en nuestra provincia, eso es algo que se ha hecho muy bien entre todos desde hace muchos años», indica el responsable de la patronal. «Las empresas nos dicen que la facilidad a la hora de disponer de suelo y el diálogo permanente con la administración y los agentes sociales hace que implantarse en Guadalajara sea más sencillo que en otros lugares», añade.

Una visión muy similar es la que ofrece el alcalde de Cabanillas del Campo, José García Salinas. «Los motivos que a mí me trasladan los empresarios o fondos de inversión que quieren instalarse en nuestro municipio es que somos más competitivos en cuanto a precio que en Madrid, aunque no excesivamente, pero sobre todo que somos ágiles y accesibles en el ámbito administrativo. Las empresas necesitan una certidumbre en cuanto a la disponibilidad de suelo, en cuanto a plazos, licencias, planificación y en eso siempre hemos sido punteros», sostiene. Respecto al nuevo desarrollo industrial proyectado con la vecina Alovera, García Salinas explica que, efectivamente, se justifica en la «alta demanda» existente en el mercado. «Sorprendentemente, todos los polígonos de Cabanillas están colmatados prácticamente al 93 por ciento de su ocupación y eso hace necesario que desarrollemos este nuevo espacio».

Por otro lado, el regidor cabanillero asegura que la colaboración entre ambos consistorios para llevar a buen puerto este proyecto «ha sido muy fácil». «Nos pusimos de acuerdo dadas las buenas relaciones que mantenemos porque, al final, el Corredor del Henares va a terminar siendo una única zona de expansión y crecimiento y todos los municipios tenemos intereses comunes: el crecimiento económico, la atracción de empresas y la generación de empleo», señala García Salinas. Así las cosas, este nuevo polígono industrial, que se ubicará al final del actual Polígono SI-20 y permitirá incrementar alrededor de un 50 por ciento el suelo industrial de cada una de las dos localidades, contará con una estética y unos servicios comunes (alumbrado, viales, etc.).

Logística

La alcaldesa de Villanueva de la Torre, Sonsoles Rico, es otra de las munícipes del entorno del Corredor de Henares que confirma la predilección que las compañías tienen por esta parte de la provincia. «Estamos recibiendo consultas de bastantes empresas. El suelo en esta zona empieza a escasear y estamos convencidos de que el polígono de Villanueva de la Torre, que es una necesidad y una petición de los vecinos desde hace tiempo, tendrá futuro y será importante para la creación de empleo cercano y para incrementar los ingresos del propio ayuntamiento», afirma. En concreto, este nuevo área industrial –que se encuentra en los trámites de recalificación de terrenos en una parte y a punto de redactarse el PAU en otra– se extenderá en una superficie global de 700.000 metros cuadrados.

La logística es, con mucha diferencia, el sector que predomina entre las firmas que planifican su actividad en este área tan pujante de la provincia. En este sentido, Sonsoles Rico confirma que «todas» las empresas que han mostrado interés por asentarse en Villanueva de la Torre se dedican a esta actividad. Lo mismo ocurre en la Ciudad del Transporte y en una gran parte del recién inaugurado polígono del Ruiseñor de la capital, donde ya se ubican grandes gigantes de la logística como Prologis o Montepino. Por su parte, José García Salinas, reconoce que es «innegable la potencia económica» que supone la logística, muy abundante en el tejido empresarial cabanillero, pero considera que es importante «equilibrarlo» con otras empresas de producción como se ha hecho en la localidad campiñera en los últimos años de la mano de firmas como Ball o Mixer & Pack. «El nuevo polígono tiene una parte enfocada al I+D+I, es decir, a la innovación y otra parte importante a empresas dedicadas a la producción, no sólo a la logística», avanza.

A este respecto, Javier Arriola considera que «tenemos que estar encantados y agradecidos al sector logístico» por haber puesto su punto de mira en Guadalajara. «Tenemos que ponerlo en valor, aprovecharlo y convivir con ello». Además, el secretario general de CEOE-Cepyme cree que «la cruz absurda» que durante años recayó en la actividad logística es algo que «ya está superado». «El convenio colectivo de la logística es un convenio más que potente, está pactado con los sindicatos, tiene unos salarios ajustados a la realidad, las medidas de seguridad se cumplen a raja tabla y, desde el punto de vista tecnológico, la logística es un sector puntero e innovador, muy ligado a la inteligencia artificial y al Big Data», concluye Arriola.