Una elección en la que no se puede fallar

Carlos Cuesta (SPC) - Agencias
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Las diferencias salariales entre las grandes y las pequeñas empresas pueden alcanzar entre 578 y 730 euros mensuales por la misma actividad, lo que precariza la calidad del empleo, así como las condiciones más esenciales del trabajador

Una elección en la que no se puede fallar

La realidad del mercado laboral se caracteriza por tener una gran variedad de matices y diferencias en función de los sectores, las empresas de las que se trate y de los profesionales que se analicen. Uno de los aspectos más importantes es el de la retribución económica, que puede llegar a marcar diferencias entre 578 y 730 euros al mes por el mismo trabajo en función de si se realiza en una gran compañía o en una pequeña, según el IX monitor Adecco sobre salarios.

Si bien el 99,8% del tejido empresarial español lo conforman pequeñas y medianas empresas (pymes) que son, además, las que generan el 66% del empleo total, según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, sin embargo, las nóminas más altas se concentran tan solo en el 0,2% de las grandes organizaciones. 

Así, por ejemplo, un empleado de una corporación con 200 operarios o más, considerada grande, recibió un salario medio bruto de 2.127 euros mensuales en 2022, según el informe, frente a uno de una de menos de 49, que percibió una remuneración media de 1.549 euros al mes. Es decir, una diferencia de 578 euros mensuales que si se compara con el cómputo anual, la brecha se eleva hasta 6.939 euros más. 

El análisis defiende que, aunque se trata de una cantidad importante, la diferencia salarial se va rompiendo y, en este sentido, en 2017, una persona contratada en una gran compañía ganaba un 45% más que el de una pequeña; en 2021, bajó un 41%; y, en 2022, cayó al 37%, lo que indica que en cinco años, se ha reducido ocho puntos porcentuales.

Entre ambos extremos, se encuentran los sueldos de las corporaciones de entre 50 y 199 empleados que ascendieron a 1.919 euros brutos mensuales de media en 2022. 

El tamaño, combinado con el sector al que se dedica, acentúan todavía más las desigualdades retributivas, según el estudio de la consultora de recursos humanos. Los mejores pagados están en la industria y, los más bajos, en los servicios. 

Sin embargo, es en la construcción donde mayores diferencias existen, que puede llegar hasta los 730 euros al mes entre un operario de una gran promotora con 2.390 euros brutos al mes, frente a los 1.660 euros de una pequeña. 

La cuestión no se queda solo en el aspecto económico de la retribución sino que también se amplía a otros factores como los planes de carrera que ofrecen las organizaciones más importantes, con proyectos más atractivos, mejores condiciones por convenio, mayor flexibilidad horaria e, incluso, planes de pensiones o salarios en especie que configuran una mayor motivación e implicación de sus empleados en el día a día. 

Para muchos trabajadores atajar esta realidad no está a su alcance y lamentan que tienen que conformarse con sus empleos puesto que optar a desempeñar su actividad en grandes sociedades les puede suponer no solo cambiar de compañía sino incluso también de ciudad.

En este sentido, las diferencias entre el coste laboral medio por trabajador, según las distintas actividades de la clasificación son notables, oscilando desde los 20.744,17 euros anuales brutos por asalariado en la hostelería, hasta los 82.181,05 euros en organizaciones de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.

Finalmente, atendiendo a las diferencias por territorios, los salarios laborales más elevados en 2022 se registraron en la Comunidad de Madrid (40.131,84 euros), País Vasco (39.624,16) y Cataluña (36.739,55). Por el contrario, los más bajos se observaron en Extremadura (27.430,24 euros), Canarias (28.722,58) y en la Región de Murcia (29.961,87).