Guadalajara es el único municipio de la provincia que, hasta el momento, cuenta con experiencia en la recogida selectiva de materia orgánica. Fue en diciembre de 2021 cuando el Ayuntamiento implementó esta nueva línea de reciclaje con la instalación de 446 contenedores marrones 423 de carga lateral y 23 de carga trasera para el centro) repartidos entre la ciudad y sus cuatro barrios anexionados. Además, hubo que incorporar cuatro nuevos camiones destinados a su recogida y transporte. En conjunto, esta actuación supuso una inversión de 1,7 millones de euros, de los cuales 1,2 son sufragados por una subvención de la Junta sujeta a financiación europea.
A punto de cumplirse dos años desde la puesta en marcha de este servicio, el concejal responsable del área, Jesús David García, realiza un balance «razonablemente positivo» de su funcionamiento. «La tendencia es creciente, sobre todo desde este verano. A nivel regional, somos de las ciudades que estamos en la tasa más alta», asegura.
En concreto, el edil detalla que a mediados de 2023, el porcentaje de materia orgánica recogida en la ciudad respecto al total de residuos era tan sólo del dos por ciento. Sin embargo, a partir de los meses estivales, cuando se ha hecho un mayor esfuerzo en informar sobre ello a las comunidades de vecinos a través de la empresa concesionaria, este porcentaje ha subido al 10 por ciento y la previsión es llegar al 12 por ciento durante octubre y noviembre cuando este tipo de desechos suele incrementarse por la caída de las hojas de los árboles. No obstante el objetivo del equipo de Gobierno municipal es llegar al 20 por ciento de cara a 2024, lo que supondría unos 30 kilogramos por habitante. «De momento, estamos contentos de cómo están respondiendo los ciudadanos, pero hay que seguir mejorando», señala Jesús David García.
Campañas
Por este motivo, el Consistorio capitalino reforzará las iniciativas de concienciación entre la población. Así las cosas, el próximo 4 de noviembre se celebrará un concurso de dibujo infantil dedicado a la importancia de reciclar la materia orgánica y a cada participante se le entregará un recipiente doméstico para el almacenaje de este tipo de desechos. «Los niños son capaces de implicar a toda la familia, por eso queremos introducir el hábito del reciclaje de la orgánica a través de ellos», argumenta Jesús David García.
Además, el edil popular avanza que se pondrá en marcha, en noviembre, una campaña destinada exclusivamente destinada a promocionar el quinto contenedor en establecimientos hosteleros y que incluirá incentivos y premios para aquellos que más lo utilicen.
En este sentido, el concejal insiste en la importancia que tiene seguir mejorando el reciclaje en origen para la protección del medio ambiente y de cara a cumplir con los objetivos marcados desde la UE. «Vamos a insistir mucho en esto porque la legislación europea marca que en 2030, el 60 por ciento de los residuos que genera un municipio debe de ser reciclable y la materia orgánica puede ayudar mucho a conseguirlo porque con su separación de la fracción resto, de lo que se echa al contenedor gris, es posible reciclar un 75 por ciento de residuos», comenta el concejal responsable del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. Asimismo, Jesús David García recuerda que reciclando mejor «se abaratan costes» en un servicio que cada vez se encarece más. «Lo que ahora nos cuesta llevar los residuos a la planta de tratamiento de Torija nos va a costar menos si segregamos mejor en origen. Es bueno para el medio ambiente y para nuestro bolsillo porque los impuestos y tasas por los vertidos que pagamos los ayuntamientos son cada vez mayores», subraya.
La implantación del quinto contenedor en Guadalajara partió de un proyecto piloto que arrancó en 2018 en el barrio de Los Valles con la instalación de diez contenedores específicos, abarcando a 2.800 habitantes. Según esta experiencia, cada vecino recicló una media de 0,14 kilogramos de materia orgánica al día, es decir, unos 51 kilos al año; una cifra que ha subido considerablemente desde su implantación general en toda la ciudad. De hecho, en la actualidad, la planta de tratamiento de Torija recibe unas 250 toneladas de biorresiduos al mes directamente de los contenedores marrones, básicamente procedentes de la ciudad de Guadalajara, los cuales se transforman en compost para abonar jardines y cultivos.