De ronda por Azuqueca

Antonio Herraiz
-

El 17 de mayo, Azuqueca de Henares acoge la XXV Muestra de Rondas Tradicionales que lleva su nombre. 'El Chuly' ha sido el gran artífice de la recuperación de las piezas del folklore tradicional del municipio que se habían perdido

De ronda por Azuqueca - Foto: Javier Pozo

En la Azuqueca industrial y epicentro logístico suenan los mayos: «Aquí te dejo este Mayo, que tú lo bendecirás, con alegría y cariño, Virgen de la Soledad». También se escucha la jota y un pasodoble con bandurrias y laúdes que no deja de ser un himno del pueblo que fue y que se resiste a dejar de serlo. Porque en la Azuqueca mestiza, universo de culturas llegadas desde todos los rincones del mundo, hay un grupo de azudenses implicados en recuperar las tradiciones del municipio. Ese legado es la esencia de lo que les ha llevado hasta aquí y no conviene perderlo. 

Jesús de la Cruz El Chuly (Azuqueca, 1955) se ha convertido en uno de los etnógrafos oficiales sin pretenderlo. Está detrás de muchas de las iniciativas locales que trabajan para rescatar las costumbres y la cultura del pueblo. A finales de los 90 del siglo pasado recuperaron la ronda que se había perdido. «Mi padre me contaba que, cuando yo nací, todavía se mantenía la ronda de los casados. Yo no tengo recuerdos de aquello porque con la industrialización se perdió». Tocaba hacer una labor de investigación que no es nada fácil: apenas hay documentos y partituras y a la cadena de transmisión oral le quedan contadísimos eslabones. Los primeros pasos los dio el músico Ángel Fuentes -entonces, director de la Rondalla del Vallejo- recopilando letras y melodías de los mayos azudenses. Con los mimbres de aquellos temas recuperados, en 1998, El Chuly reúne a varios colegas con las mismas inquietudes que él y deciden constituir la Asociación de Amigos de la Ronda de Azuqueca. «Uno de nuestros primeros trabajos fue profundizar en los mayos a partir de lo que ya había hecho Ángel Fuentes. Conseguimos la versión que había grabado un hermano de mi abuelo y la completamos». Esa fuente directa, nacida en 1895, lleva a asegurar que es una fiesta que en Azuqueca se celebra, al menos, desde el siglo XVIII. Durante estos años, la Ronda de Azuqueca ha contado con la implicación de otros músicos que han aportado conocimientos y estabilidad. Actualmente, la dirige Diego Pérez Pezuela, que cogió el testigo de su hermano, Valentín, y de su padre, Valentín Pérez Sigüenza, patriarca de una familia que en 2023 recibió el prestigioso Premio de Folklore Europeo Agapito Marazuela. En la ronda, El Chuly toca la bandurria con destreza, aunque se quite mérito: «La maltrato. Debería emplearme más a fondo». Esa labor de difusión del folklore, Jesús la ha elevado a los medios de comunicación. En Radio Azuqueca, presentó más de 400 programas bajo el título El Cantarranas, el barrio más antiguo de su pueblo. Actualmente, comparte antena en Radio Arrebato con Diego, el director de su ronda. Quedan también los discos que ha grabado la formación. «En Azuqueca, la del agua cantarina está la esencia de nuestro folklore». Y es criatura suya la Muestra de Rondas Tradicionales, que el sábado. día 17, alcanzará su XXV edición. 

El Chuly está detrás de los primeros pasos del movimiento peñista de Azuqueca. Es fundador de la Peña El Bollo, con medio siglo de vida, y es una hemeroteca andante de las fiestas de su pueblo, de las que fue pregonero en 2004. En la Peña El Bollo tuvo sus primeros inicios musicales, aunque fueran un tanto accidentados. «Unos cuantos amigos montamos una charanga. Éramos unos novatos, pero teníamos mucha ilusión». Hasta que les llegó un reto que aceptaron de forma «un tanto temeraria». En 1991, en las fiestas de Guadalajara capital les contrató la Peña Carioquita. «Se portaron con nosotros extraordinariamente, pero no dimos la talla. En otras peñas había charangas de Navarra y del País Vasco con muchísimo nivel. Una tarde coincidimos con ellos en el asilo, teníamos que tocar varios temas y fue un desastre. A partir de ahí, no volvimos a juntarnos. Nuestra charanga se deshizo». 

Jesús de la Cruz recuerda con mucha nostalgia la Azuqueca en la que nació y creció. El boom de la construcción se llevó por delante rincones que formaron parte de su niñez. Me habla de las fuentes, de los lavaderos y de las bodegas. Su espíritu reivindicativo le lleva a pelear por el patrimonio que aún se puede salvar. «Está el Puente Colgao de Azuqueca, que cruza el río Henares, cuyo deterioro es imparable. Es una construcción civil de finales del XIX, que entonces era un medio de paso y, como parte de nuestra historia, deberíamos conservar». Jesús forma parte del proyecto Azuqueca en la senda del tiempo, que trata de recordar con publicaciones y vídeos lo que fue el municipio para mostrárselo a los nuevos vecinos que han ido poblando sus calles.