Está muy ilusionado con el encargo de ser el pregonero de las Ferias. El próximo 7 de septiembre, no será la primera vez que el doctor Alfonso Ortigado (Guadalajara, 1967) se suba al escenario del Teatro Auditorio pero sí una de las más emocionantes. Es un GTV (Guadalajara de Toda la Vida) por los cuatro costados y lleva con orgullo el nombre de la capital allá a dónde va. Nació en la antigua Residencia de la Seguridad Social de Guadalajara, es licenciado y doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá (UAH) con altas calificaciones. Se especializó en Pediatría, concretamente en Cardiología, y es jefe del servicio pediátrico del Hospital Universitario, además de Profesor en la UAH. En octubre, tiene previsto volver a llevar el nombre de su ciudad a Baltimore, donde impartirá una conferencia; y en diciembre, a París, donde expondrá dos comunicaciones científicas en el Congreso Mundial de Pediatría.

Tiene el honor de haber sido elegido como pregonero oficial de las Ferias y Fiestas de Guadalajara, ¿ha recibido con ilusión este encargo?
Con mucha ilusión. Una alegría inmensa. El corazón se me puso en taquicardia sinusal y a partir de ahí mariposas en el estómago. ¡Qué responsabilidad! Simplemente, voy a mostrarme como soy y a decir qué es un guadalajareño que ha defendido a Guadalajara aquí y allá.

Lo de ser pregonero no es algo que sea nuevo ya que ya pregonó el Carnaval en 2019, ¿va a ser diferente?
Cada uno tiene mucho valor y hay que poner en contexto cada uno. ¿Son iguales? Sí y no. Sí porque es para la gente de Guadalajara, mi gente, y es verdad que son contextos diferentes, pero con lo que yo siempre me quedo es con el motivo por el que me han elegido. Con eso muevo montañas. Porque me han elegido por ser como soy. Creo que eso hace piña de gente de Guadalajara. Lo que ellos te han dado, tú se lo devuelves. Y ese vínculo es lo que hay que mostrar y presumir. Yo presumo de ser mascarón.

Alfonso Ortigado será el pregonero de las Ferias y Fiestas de Guadalajara en 2023, acto que transcurrirá en el Teatro Auditorio Buero Vallejo. - Foto: Javier Pozo

En su elección se destaca de usted que "luce con orgullo el nombre de Guadalajara allá por donde va", ¿se siente embajador de su ciudad?
Cuando debo decir que soy de Guadalajara, primero, no lo escondo, no digo que soy de Madrid, y, además, Guadalajara suena muy bien cuando se pronuncia. Es una palabra que casi es poesía. 

¿Eso de presumir de Guadalajara le hace a uno diferente porque muchos no sienten a su ciudad?
Tienes que mostrar lo que sientes por dentro y, si eres feliz en Guadalajara, sale solo. Yo he visto nacer esta ciudad. Soy médico pero he visto cómo ha nacido el Hospital de Guadalajara. Yo nací en la antigua Residencia de la Seguridad Social y estudié medicina en el nuevo hospital. Voy a tener la oportunidad, que es un lujo para mí, poder vivir como jefe de servicio en el nuevo Hospital. Es toda una vida en Guadalajara. 

Parece que en su vida, ¿las líneas vital y profesional caminan juntas?
La facultad de Medicina viene de la época de los 70. El único hospital que da docencia a toda la facultad de Medicina de Alcalá de Henares es la antigua Residencia de Guadalajara. El 25 de enero del 82 se hace el nuevo hospital y sigue siendo universitario. Empecé en 1985 a hacer Medicina y, justo, en enero del 86 se abre la nueva facultad, la de ahora. Ahí, nace un nuevo hospital, el Príncipe de Asturias, que está en frente, y hay otro hospital, el Ramón y Cajal que había quedado vacío de estudiantes. Guadalajara molesta porque la universidad ya tiene dos hospitales universitarios en su comunidad. Estaba en Primero de Medicina y entre los profesores y todo el alumnado hicimos mucho movimiento social, manifestaciones, cortamos la N-2 con las batas para conseguir que no se desprendieran de Guadalajara. Eso es ser de Guadalajara. Yo he nacido aquí, he estudiado y he vivido los tres hospitales. Hay una carrera que es muy bonita. La línea profesional ha ido conmigo, por tanto, Guadalajara es mi vida pero también mi carrera profesional. Cuando estuve en La Paz cinco años me propusieron quedarme pero yo sabía que mi destino estaba aquí porque no había Cardiología. Guadalajara lo necesitaba. He vivido cómo se mandaban a los niños para allá y cómo se atendían. Me formé y volví. Vine aquí, creamos la unidad e hice la tesis doctoral de cardiopatías congénitas en la Universidad de Alcalá. He conseguido que, a día de hoy, para la universidad, Guadalajara es el centro base de coordinación de toda la Pediatría de los cuatro hospitales, Príncipes de Asturias, Ramón y Cajas, Gómez Ulla y Guadalajara. Soy el coordinador de toda la Pediatría de la UAH que se da en Cuarto y en Sexto. Son unos 300 alumnos. 

Alfonso Ortigado será el pregonero de las Ferias y Fiestas de Guadalajara en 2023, acto que transcurrirá en el Teatro Auditorio Buero Vallejo. - Foto: Javier Pozo

¿Transmite su pasión por defender la sanidad pública en la provincia a sus alumnos, si es que los tiene, de procedencia guadalajareña?
En los MIR de los últimos dos o tres años, la inmensa mayoría de los alumnos están haciendo Pediatría en todos los hospitales buenos de Madrid. Hace poco, recibí una foto de una guardia de verano de tres alumnos en el Gregorio Marañón. Me decían que Guadalajara estaba en ese hospital. Es un ejército de pediatras que está ahora por toda España. Hoy, viene gente con número alto, que se podría ir a Madrid, pero ahora hay alumnos míos que son residentes. Este año, uno de ellos, es paciente mío. La Medicina es otro vínculo. La Medicina es humanidad y si encima te especializas en Pediatría es un vínculo muy bonito. Yo conozco niños desde que están en la tripa de su mamá. Tengo el lujo de conocer los corazones de los guadalajareños antes de nacer. Estudio los corazones fetales. Y, lo más importante, en situaciones muy difíciles. Otra cosa de ser guadalajareño es que cuando yo estaba en La Paz, tanto mis jefes de Cardio como de Intensivos, siempre que llegaba alguien de Guadalajara me avisaban. Es un momento muy duro y ver a una cara de un compatriota tuyo, ayuda. Esas familias, después de cinco años son muchas, muchas, son ahora amigos. Para mí, ser médico es un lujo. No es una profesión, es una forma de entender la vida. Que vayas por la calle y un niño te dé un beso, que te venga una madre, que ahora son abuelas, y que te paren. Eso no está en la nómina y eso es Guadalajara. Por eso yo soy feliz en Guadalajara. Y eso es lo que quiero transmitir en mi pregón. Que ser de Guadalajara es ser feliz donde estás y para eso hay que quitar prejuicios que es lo que nos condena a todos. 

Es muy activo en redes sociales y su reacción al comunicado al Ayuntamiento estaba llena de sentimiento, ¿cuáles son los referentes importantes de las Ferias para usted?
Mi primera referencia son mis padres y, a partir de ahí, los amigos. Guadalajara somos personas y la felicidad que ves en la calle es mi referencia. Es una Semana Grande porque es felicidad en la calle. Nos cambia la forma de ser. Dejamos todos los problemas y cogemos esa forma de ver la vida que es necesaria. Son las cuatro hormonas de la felicidad, la serotonina, dopamina, oxitocina y los neurotransmisores. Eso hace que tengas esa sensación de buen rollete que tu cuerpo lo necesita. Y no hay que olvidar que son fiestas patronales. A mi madre siempre la tengo presente por la devoción que siempre ha tenido a la virgen. Tener fe en algo es muy bonito para las personas. Nuestra Virgen de la Antigua es nuestra patrona y nuestra alcaldesa perenne. La gente y las costumbres es lo que hace que Guadalajara tenga una base para este presente y para un futuro espectacular. Mi referencia en la fiesta es la gente. 

Es una persona muy conocida, ¿habrá recibido muchas felicitaciones?
Muchas, no te lo puedes imaginar. ¡Lo que son las redes sociales! Creo que hay que transmitir todo lo que somos y yo las felicitaciones siempre las devuelvo. Intento contestar a todos. Ha habido mucho impacto. Para que veamos que todo lo que pasa tiene trascendencia. Por eso, las cosas buenas hay que disfrutarlas al máximo porque pasan y lo más importante es el recuerdo. Hay que darlo todo en este pregón. He tenido mucha implicación de gente de Guadalajara y del extranjero y ante eso sólo puedo decir gracias, pero con letras mayúsculas. 

¿Ha empezado a redactar el pregón?
Me voy a mostrar como soy. Voy a hablar de lo que es Guadalajara para mí, en un proyecto y en una biografía. Y haciendo pinceladas de personas, eventos y cosas de Guadalajara que a mí me han hecho sentirme orgulloso de la ciudad. Me he sentado pero para anotar cosas que me han dicho. Es un discurso que la gente me ha ayudado a hacerlo. En Medicina, aprendemos a hablar breve y corto. Hay líneas, no lo voy a leer, y no puedo contar más. 

Como es fan de Springsteen y participó en la campaña para que visite Peralejos, ¿habrá mención?
Voy a ser el pregonero de Guadalajara y ese día habrá una perla, entre otras muchas. En el concierto de Barcelona, me recorrí todas las colas mostrando un cartel. La gente reconoce a los de Peralejos, y se hacían fotos conmigo. Bruce es Bruce. Si viene, necesitaría un desfibrilador. Es verdad que tiene miles de peticiones, que venga a Peralejos es complicado, pero es una ilusión.

¿Qué escoge de las Ferias y Fiestas?
El día tiene muchas horas. Me gusta mucho el encierro, el ambiente de madrugada, la preparación, cómo lo vive la gente. Me gusta verlos pero nunca lo he corrido. Y luego, la vida en las calles con las charangas. También los conciertos me encantan porque te juntas con un montón de gente antes y vas al concierto predispuesto a pasarlo bien aunque las canciones salgan mal. Y una cosa que siempre me ha gustado mucho es el toro de fuego. Me apasiona desde que se hacía en Las Cruces. Terminaría con la traca final porque es la sensación agridulce porque se ha acabado y al día siguiente empieza la cuenta atrás de nuevo. 

¿Ha sido peñista alguna vez?
Oficial, no, pero he estado en todas. Los que no somos de peña, somos de todas. Es lo bueno que tiene Guadalajara, no es excluyente. 

¿Le parece acertada la decisión de mantener el modelo festivo en el centro de la ciudad?
Hay dos puntos de vista. El que me sale como ciudadano es que son las fiestas y vivir la feria en la ciudad está muy bien. Pero también reconozco que el que viva en las zonas afectadas tienen su derecho a descansar. Son unos días y creo que está por encima el buen ambiente y el respeto que tiene que haber. 

Hace un año, en Ferias, los Reyes inauguraron la ampliación del Hospital, ¿ha sido un antes y un después para sus profesionales?
Es un hospital que tiene un recorrido muy largo y todos, profesionales y la población, estamos deseando que haga su función que es dar servicio. Pero yo que estoy dentro, sé de la complejidad de esto y las dificultades que se pasan a nivel de gestión. Tardará más o menos. Pediatría en concreto, las Urgencias están en el nuevo edificio pero el resto está en el otro hospital. Es una situación inestable pero sé que es necesario. Nosotros funcionamos con la misma intensidad e ilusión para que esto el ciudadano no lo note. Es verdad que estamos deseando que en breve estemos en este Hospital del que la población de Guadalajara es la gran beneficiada. 

¿Ha mejorado su servicio?
Algo que necesitamos es personal cualificado. Y no hay tanto profesional cualificado para poder cubrir toda la actividad que queremos dar. Hay que ser coherente, no engañar a la gente. Lo más importante es que, en Pediatría, se ha hecho muchísima ampliación. Hemos pasado de una Pediatría general a una con especialidades. La última que hemos implementado es la de paliativos, muy compleja, que requiere una atención domiciliaria y un equipo. Era uno de mis objetivos desde que soy jefe de servicio. Somos, junto con Toledo, los primeros que hemos formado estas unidades y la base del Plan regional de Paliativos Pediátricos está hecha por nuestros compañeros. Estamos dando una vuelta completa a la Pediatría pero estamos muy condicionados por el bloque quirúrgico. Porque la cirugía neonatal es necesario que tenga personal sanitario y habría que ver si es rentable crear una unidad cuando tienes Madrid a media hora. Nos dicen que somos una prolongación porque paso las consultas de Cardiología en La Paz como si fuese un pasillo de aquí. Esto es por lo que yo aposté y me quedé en Guadalajara. Por un solo niño que he salvado, y han sido muchos, ha merecido la pena. He cambiado algo y me encanta cuando oigo que dicen en Guadalajara que el doctor Ortigado es nuestro. Lo volvería a hacer mil veces. Ha habido momentos duros pero te hacen fuerte y enlazan al ser humano. 

¿Qué mensaje les trasladaría a los guadalajareños de cara a las próximas Ferias y Fiestas de la ciudad?
Que se pongan en modo Ferias y Fiestas. En la vida hay un momento para cada cosa. Todos tenemos problemas, algunos importantes, pero nos merecemos tenemos una Semana Grande. Todas las personas, incluso esa que tiene un grave problema, que viva una diversión comedida. Que vivamos Guadalajara en modo Ferias y Fiestas que es una forma de ver la vida, felicidad, que nos lo merecemos.