Editorial

La necesaria y ya tardía regulación de la inteligencia artificial

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La aparición de imágenes de menores manipuladas con inteligencia artificial para presentarlas desnudas ha levantado la lógica alarma social. Primero, obviamente, entre las familias de las niñas afectadas, que podrían ser decenas. Ha ocurrido en Almendralejo (Badajoz), donde se investigan al menos once denuncias presentadas hasta ahora por las familias de las menores, aunque se estima que el número de afectados podría ser muy superior y extenderse a otros municipios próximos a la localidad pacense.

El caso ha causado estupor entre los afectados, pero también entre muchos otros padres y madres alarmados por una situación que alerta sobre los usos perversos que pueden darse a una tecnología como la inteligencia artificial.

Uno de los focos que motivan preocupación es la facilidad de acceso a páginas y aplicaciones como éstas en las que se invita directamente a simular desnudos, sin tener siquiera la edad de las personas que acceden. En este caso se trata de menores del círculo de las chicas, según han denunciado las propias familias. Según estos testimonios, en algún caso han llegado a pedir dinero a cambio de no difundir las imágenes.

El asunto está ya en manos de la Fiscalía de Menores, a quien se ha remitido la documentación para que lo investigue y con el fin también de guardar toda la cautela en la protección de las menores involucradas. El caso presenta una doble derivada a tener en cuenta. La primera la necesidad de incidir mucho más desde el ámbito educativo y familiar en la prevención de este tipo de conductas, así como en la educación en igualdad que ayude a reducir estas situaciones.

Los datos, sin embargo, son poco alentadores en este sentido, tanto en lo que respecta a los delitos que se cometen contra menores como en los que protagonizan. En este último aspecto, está todavía reciente el aviso lanzado desde la Fiscalía General del Estado sobre el «notabilísimo y preocupante ascenso» de las agresiones sexuales cometidas por menores de edad, como se pone de relieve en la memoria de 2022.

Pero el caso de las niñas de Almendralejo enciende además las alertas de los usos delictivos que puede hacerse de la inteligencia artificial, una tecnología cuyo desarrollo va muy por delante de la legislación que la regule. Como indicativo baste decir que la Unión Europea ha empezado a trabajar en la Ley de Inteligencia Artificial, que será la primera ley integral sobre IA del mundo.

Aunque la ley europea servirá de regulación marco para los 27, resulta imprescindible que los estados trabajen también sus propias leyes, que pueden desarrollarse de una manera más ágil, para intentar adelantarse a una realidad que, sobre todo en lo delictivo, les ha tomado la delantera.