La derecha española, en una de sus variadas piruetas ideológicas, ha copiado de la Revolución Francesa sus principios máximos de «libertad e igualdad». Se ha dejado fuera lo de «fraternidad», porque de momento no encaja en su discurso. Si vienen al pelo, en cambio, las palabras igualdad y libertad, grandes expresiones de anhelo universal, pero sin explicar en qué consiste cada una. Y es que los dos vocablos no significan lo mismo en un discurso reaccionario o en una derecha fascista y otra democrática o en un discurso progresista. Desde luego no tiene el mismo significado para la derecha que para la izquierda. 
La derecha ha establecido que esta amnistía, la ley que se tramita en el Congreso de los Diputados, produce desigualdades entre los españoles. Se ha afirmado, de forma apriorística, que los castellanomanchegos, por ejemplo, serán más desiguales con la amnistía que los catalanes. Lo cual supondría que sin amnistía los castellanomanchegos serían más iguales a los catalanes. ¿De qué igualdad hablan? ¿Hablan de igualdad como concepto de Filosofía? ¿Hablan de igualdad como principio del Derecho? ¿Hablan de igualdad desde el punto de vista de la Economía? Convendría saber a qué igualdad se refieren para despejar la confusión que la in vocación de tales deseos cósmicos puede originar en el oyente o en el lector. 
Porque si fuera desde la Economía, la derecha reclamaría igualdad para todos: en los salarios, en las propiedades, en los beneficios, en los servicios, en los impuestos retributivos. De no ser así, cualquier decisión que no vaya en este sentido convertiría a lo ciudadanos en desiguales. A eso la Sra. Ayuso lo llamaría comunismo. Recordemos que cuando se organizó el Estado en Comunidades Autónomas no todos los territorios eran iguales y esas desigualdades se han mantenido, cuando no se han agudizado con gobiernos de derechas. Y, de paso habría que empezar a arreglar el hecho antiguo, que el Informe Pisa reciente corrobora, que resalta que la educación española perpetúa las desigualdades económicas y de género. La patronal, por su lado, mientras se pronunciaba contra la amnistía por las desigualdades que iba a causar, no ha tenido ningún rubor en proponer que el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) no sea igual en todos los territorios. ¿No produciría la medida de las patronales desigualdades intolerables en según qué territorios? Lo mismo sucede cuando se privatizan servicios que debieran ser públicos. Si se privatizan la atención sanitaria o la educación, ¿no se producirían desigualdades entre quienes tienen recursos para pagar y quienes carecen de ellos? En el gobierno del Sr. Rajoy, siendo ministro el Sr. Montoro, se promulgó una amnistía fiscal a la que pudieron acogerse quienes no habían pagado impuestos o quienes los habían evadido. ¿Nos dijeron que éramos desiguales con aquella amnistía fiscal?
Pero si lo hacen desde el punto de vista del Derecho, útil sería recordar aquellos indultos que promovió el Sr Aznar en el año 2000. Nada más y nada menos que 1441 individuos fueron indultados de una sola tacada, a pesar de que el artículo 62 de la Constitución española prohíbe los indultos generales. El Sr Aznar obvió la Constitución y los ciudadanos no se sintieron desiguales, o al menos no lo recuerdan, a pesar de que era un trato evidentemente desigual. De esta manera, mientras en diversas legislaturas se han producido indultos que prohíbe la Constitución, ahora una amnistía, no mencionada, por cierto, en la Constitución, se considera inconstitucional. Nos quedaría hablar de igualdad desde el punto de vista de la Filosofía o de su visión de la libertad, pero eso ya será asunto de otros artículos.