Las Cortes de Castilla-La Mancha apremiaron al Ejecutivo regional a que traslade al Gobierno nacional la necesidad de que las indemnizaciones y ayudas a los afectados por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) del mes de septiembre se tramiten y abonen «a la mayor brevedad» y que se actualicen las cuantías.

Así constaba en la resolución del Grupo Parlamentario Socialista al debate general en el Pleno de las Cortes relativo a actuaciones realizadas por el Gobierno castellano-manchego para paliar los daños ocasionados por el temporal en los municipios de la región, que fue la única aprobada con los votos a favor del PSOE y en contra de Partido Popular y Vox.

Durante el debate, los dos grupos de la oposición lamentaron el retraso de las ayudas por la DANA, mientras que el PSOE defendió la gestión realizada por el Gobierno de Emiliano García-Page desde el primer momento y dejó claro que el pago de las ayudas corresponde alEstado.

El portavoz del PP, Santiago Serrano, consideró urgente que la Junta apruebe subvenciones para compensar la pérdida de ingresos de los autónomos y empresas, con un importe mínimo inicial de 25 millones de euros. Asimismo, aseguró que este proceso sería «mucho más ágil y directo» si son las organizaciones empresariales las que gestionan directamente estas ayudas. 

Vox, por su parte, reclamó la puesta en marcha de ayudas por cese de actividad, además de la creación de una línea de préstamos por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para los afectados. David Moreno, su portavoz, también reclamó la necesidad de agilizar los trámites para que las subvenciones lleguen en un plazo máximo de dos meses.

la junta «no ha negado ninguna ayuda». El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, intervino para cerrar el debate y precisar que el Gobierno regional no ha negado ninguna subvención a los empresarios porque saben que tienen que solicitarlas al Estado, y tildó de «demagógica» la propuesta del Partido Popular, al que recordó que «no se puede sorber y soplar a la vez, bajar impuestos e incrementar gastos».