Los daños ocasionados en el hormigonado de la lámina de agua del barranco del Alamín en Guadalajara capital aún no han sido cuantificados. Hasta el momento, los técnicos tan solo han podido evaluar los registrados en la parte superficial externa de la lámina de hormigón, que se encuentra agrietada y levantada en distintos tramos, pero queda pendiente la evaluación del perjuicio que se haya podido ocasionar en el subsuelo y en los propios colectores.
Así lo ha confirmado a los medios de comunicación la alcaldesa de la capital, Ana Cristina Guarinos, según la cual, los daños "son cuantiosos y considerables", aunque ha incidido en que "nada que no se pueda arreglar con dinero". "Afortundamente no ha habido que lamentar daños de carácter personal", ha recalcado.
Y aunque aún es pronto para cifras, la alcaldesa ha detallado que teniendo en cuenta que estas obras costaron en su momento cerca de 700.000 euros y que los precios actuales son más elevados, "eleven ustedes para arriba", ha subrayado. Todo ello, sin tener tampoco en cuenta el menoscabo de los colectores.
También el agua causó algunos problemas en Iriépal, aunque la regidor precisa que se trata de "un pequeño arrastre, mínimo, en el camino del cementerio".