Un panorama demográfico que invita a la esperanza

Inmaculada López Martínez
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Las subidas de empadronamientos que experimentan buena parte de los medianos y pequeños pueblos de la provincia responden a motivos diversos que analizan sus alcaldes

Sigüenza registró un espectacular aumento de población en la última anualidad. - Foto: Javier Pozo / Archivo

El panorama demográfico que deja la última actualización del padrón municipal elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) invita a la esperanza. Aunque es cierto que la brecha poblacional entre la Guadalajara llena del Corredor del Henares y la Guadalajara vacía del entorno rural lejano continúa siendo una preocupante realidad debido al descenso continuado de población en numerosos pequeños pueblos de la provincia, la subida de habitantes que experimentan las cabeceras de comarca y otras localidades de mediano tamaño, que comenzaron a recuperar levemente población a raíz de la pandemia tras años arrastrando pérdidas, es un síntoma positivo.

Los motivos de estos incrementos poblacionales son diversos y, evidentemente, varían en función de la ubicación y de las características concretas de cada municipio. En el caso de las localidades emplazadas en el Corredor del Henares, está claro que la cercanía a Madrid y la pujanza económica y laboral de este eje empresarial, encabezado por el sector logístico, están teniendo una repercusión al alza en los empadronamientos año tras año. En otros casos, se pueden justificar por la expansión del teletrabajo y la nueva mirada a las posibilidades de emprendimiento en el medio rural que trajo la pandemia del Covid y que continuaría teniendo un efecto favorable en la demografía de distintos municipios. 
En el caso concreto de Sigüenza –el tercer municipio de la provincia que más crece–, su alcaldesa, María Jesús Merino, lo achaca a «una suma de diferentes factores». Por un lado, la también diputada regional del PSOE considera que estarían comenzando a dar sus frutos las medidas e incentivos fiscales y económicos que contempla la Ley contra la Despoblación. 

Por otro lado, Merino apunta a la mejora generalizada de los servicios básicos en la comarca, especialmente las comunicaciones y las telecomunicaciones, con actuaciones como la puesta marcha del servicio de Transporte a la Demanda y la extensión de la fibra óptica. Por otro lado, la regidora seguntina apunta a la «revitalización» de la Ciudad del Doncel y sus pedanías gracias al impulso de iniciativas e inversiones, tanto de carácter local como provincial y regional, que están marcado «un antes y un después» en su devenir. Actuaciones como la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, la calidad de su gastronomía, el establecimiento de la Agenda Urbana, el mantenimiento del servicio de trenes, la acogida de eventos de repercusión así como la potenciación y mejora de las infraestructuras son algunas de las actuaciones que, según Merino, están haciendo que Sigüenza haya pasado de ser «un destino turístico de fin de semana» a ser un lugar que «se conoce de manera continuada y en el que cada vez más gente apuesta por establecerse». «Desde que soy alcaldesa de Sigüenza estoy peleándome contra el fenómeno de la despoblación, para poner en valor nuestros pueblos, para retener el talento que hay en el medio rural y dar a conocer su calidad de vida. Por eso, este importante aumento de población es una buenísima noticia para Sigüenza y para toda la Sierra Norte», declara la alcaldesa seguntina. 

A nivel porcentual, el municipio de la provincia que más habitantes sumó según la última estadística del INE fue Peralveche, en concreto, un 76,6 por ciento (de 47 a 86 habitantes). El alcalde de la localidad, Víctor García, considera que la celebración de elecciones municipales, el pasado 28 de mayo, estaría detrás de este notable incremento de población. «Hay gente que se ha empadronado para apoyar a uno u otro candidato», reconoce abiertamente el primer edil. La llegada de dos nuevas familias a las cercanas fincas de Villaescusa de Palositos también habría contribuido em esta llamativa subida de padrón.

De su lado, el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, desmiente con rotundidad que los 46 vecinos que ha ganado su pueblo (de 109 a 155) se deba a motivos electores. Tal y como recuerda este regidor serrano, Campillo de Ranas fue investigado por la Fiscalía hace cuatro años por experimentar un aumento importante en el padrón y aquello «fue un susto grave» que, por fortuna «se quedó en nada». Así las cosas, en este municipio de la Arquitectura Neggra están «vigilantes» y son «muy rigurosos» a la hora de que los nuevos empadronamientos cumplan todos los requisitos establecidos. En todo caso, Maroto tiene claro que la llegada de nuevos vecinos a la localidad que representa se debe a que «aquí hay trabajo por el tema de la hostelería y el turismo». A ello se suman ciudadanos que tenían este bello pueblo de como segunda residencia y que, a raíz de expansión del teletrabajo y de algunos incentivos fiscales, han decidido establecerse en el mismo. 

Loranca de Tajuña

El trabajo en remoto es también uno de los factores que menciona el alcalde de Loranca de Tajuña, Enrique Calvo, a la hora de interpretar el notable aumento de habitantes que ha registrado su municipio, un total de 191 (de 1.318 a 1.509). Además, Calvo añade las numerosas viviendas unifamiliares que, últimamente, se han vendido en las tres urbanizaciones que existen en el término municipal de Loranca por encontrarse «en poder de distintas entidades bancarias y salir a la venta a precios bastante económicos para como está el mercado». Esta situación ha incentivado la llegada de nuevas familias y, en consecuencia, de nuevos empadronamientos.