La Conferencia de Presidentes se ha salvado y se celebrará el viernes en Barcelona, tal y como estaba previsto. «Page no ha puesto ninguna duda sobre su asistencia», expuso ayer la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, que considera que ahora que ahora que Moncloa ha aceptado tratar todos los temas que plantean las comunidades del PP,  «entiendo que los presidentes del PP no tendrán motivo ni excusa».

Pero este ensanchamiento del orden del día tiene sus riesgos, tal y como ha avisado esta mañana Padilla. «El PP ha querido hacer un totum revolutum para que al final no se hable de nada», lamentó. La portavoz del Gobierno reivindica que a laa Conferencia de Presidentes no se va solo a  hablar de temas importantes, «sino que tiene que ser ejecutiva». Recuerda que es un «foro de cogobernanza en que las comunidades deben ir a defender los intereses de sus ciudadanos, no de su partido».

Padilla asegura que en Castilla-La Mancha lo tienen claro. La Junta fue a la reunión preparatoria con dos temas que quería tratar: la reforma del modelo de financiación autónomica y la necesidad de hacer inversiones en infraestructuras eléctricas. Finalmente dejaron a un lado la parte energética, para centrar el foco en la financiación. «La Conferencia debe ser un espacio en que se hable de cosas muy concretas», argumentó. 

El vicepresidente segund ode la Junta, José Manuel Caballero, incide asimismo en que «habría que intentar que no se pierda la atención de lo realmente importante, que es fundamentalmente una financiación autonómica que se ajuste y que tenga en cuenta a las comunidades autónomas como Castilla-La Mancha que han estado infrafinanciadas por debajo de lo que merecían y que tenemos derecho».

Lo que se sabe de la Conferencia es que en el tema de vivienda Pedro Sánchez va a proponer a las autonomías triplicar la inversión pública en vivienda y blindar las de protección oficial.