Una aplicación predice las enfermedades en el cereal

SPC
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CERES es capaz de adelantarse hasta 12 días a la aparición de patologías en trigo y cebada, permitiendo tratarlos con mayor concreción y efectividad

Una aplicación predice las enfermedades en el cereal

L a limitación en el uso de productos fitosanitarios es actualmente uno de los problemas más importantes para los agricultores comunitarios. Las normas de la Unión Europea son cada vez más estrictas y las sustancias empleables cada vez más escasas. Por eso, cualquier herramienta que aporte nuevas oportunidades para hacer frente a las plagas es bienvenida. Y es precisamente eso lo que ha conseguido CERES.

Se trata de una aplicación que implementa la Inteligencia Artificial en el cultivo del cereal desarrollada por Spectral Geo, Servicios Agrarios Riojanos (SAR) y AERTIC que ahora arroja los primeros resultados tras diez meses de intenso trabajo. La aplicación predice enfermedades en el cereal con hasta 12 días de antelación, lo que facilita el tratamiento de manera más concreta y eficaz en aquellas parcelas que lo precisen, ahorrando tiempo y costes, y aumentando la rentabilidad de las explotaciones.

Eduardo Pérez, presidente de SAR y ARAG-ASAJA, destaca la importancia de herramientas como CERES para los cerealistas, un sector que atraviesa serias dificultades desde hace varias campañas: «Comenzamos el proyecto CERES el pasado otoño con el objetivo de contribuir a la mejora de la rentabilidad de los cerealistas porque, si bien esta campaña se caracteriza por altos rendimientos y calidad, no es así en cuanto a rentabilidad debido a factores externos como producciones venidas de terceros países, competencia desleal y la nefasta propuesta de reforma de la PAC», señala. Eso sin contar con los bajos precios que se están manejando en las lonjas.

En el desarrollo del proyecto ha sido clave el trabajo de los técnicos de SAR y de la Consejería de Agricultura y Ganadería del Gobierno de La Rioja, excelentes conocedores del cultivo, a la hora de recopilar información en más de 300 hectáreas de la zona de La Rioja Alta. El proyecto CERES ha dado continuidad a la colaboración entre el sector agrario y AERTIC, iniciada en 2022 y desde la que se han llevado a cabo hasta cinco proyectos en total, lo que representa un claro ejemplo del éxito de esta alianza.

Laura Urbieta, secretaria general de AERTIC, afirma que «uno de los principales logros de CERES es que no se ha planteado como una solución aislada, sino como el primer paso hacia una herramienta replicable en otros cultivos y territorios». De hecho, tal y como ha señalado, la digitalización debe ser una herramienta al servicio del día a día del sector agropecuario con el fin de hacerlo más atractivo, generando empleo y contribuyendo a la fijación de población en el entorno rural.

Alta fiabilidad.

Por su parte, Carlos Tarragona, director de Spectral Geo, explica que la aplicación CERES permite visionar con cuatro clics el nivel de incidencia que tiene cada una de las enfermedades en las parcelas monitorizadas y compartir esa información en la nube para ir conformando el modelo predictivo. «Hemos medido parcelas dedicadas al cultivo de cebada y trigo y los resultados de previsión de la incidencia de enfermedades han sido muy altos», afirma. «Por ejemplo, para enfermedades de cebada como helmintosporiosis la precisión es del 82% y para rincosporiosis se ha alcanzado hasta el 100%».

En el caso del trigo, la precisión de la predicción ha superado el 88% en enfermedades como el oídio, la septoria o la roya. «Para llegar aquí, además de los datos recopilados por los técnicos de SAR, hemos descargado imágenes satelitales, climatológicas y topográficas; y las hemos enfrentado con la realidad de los datos de campo desde la siembra hasta la cosecha», destaca Tarragona. Por ejemplo, «no pensábamos que el viento fuera una de las variables que más peso fuera a tener, con lo que es conocimiento que generamos para poder utilizarlo de cara a otros cultivos y a otros territorios», explica.

Y es que CERES no es una aplicación únicamente diagnóstica sino que permite crear un modelo de hasta 12 días de antelación, que «dan mucho juego a la hora de poder planificar, hacer la compra de tratamientos y poder ordenar todas aquellas parcelas en función del grado de incidencia», añade el director de Spectral Geo. En muchas ocasiones, sobre todo en el caso de los hongos, estas plagas son muy complicadas de erradicar una vez que aparecen; pero si el agricultor tiene la capacidad de administrar tratamientos preventivos en los cultivos antes de que se vean afectados la eficacia crece notablemente.

CERES es un proyecto piloto que se enmarca en la convocatoria anual de la Consejería de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación del Gobierno de La Rioja, desarrollado por SAR y Spectral Geo, con la coordinación de AERTIC (el clúster de la industria tecnológica, la digitalización y la economía digital TIC de La Rioja) y la colaboración de Selectis, ARAG-ASAJA y los ayuntamientos de Tricio y Casalarreina.

 

Fitosanitarios y sostenibilidad.

El Ministerio de Agricultura constata un avance hacia un uso cada vez más sostenible de los productos fitosanitarios en España, según reflejan los últimos datos actualizados. Los indicadores de uso sostenible, calculados conforme a la normativa comunitaria, se mantienen estables en 2023 a pesar del descenso en la comercialización por las condiciones meteorológicas extremas. Destaca el aumento del 2,3% en el uso de productos de bajo riesgo, lo que refleja la sustitución progresiva de sustancias con mayor impacto contaminante por otras más respetuosas con la salud y el medio ambiente.

En concreto, la comercialización de productos fitosanitarios se redujo un 6% en 2023, con descensos notables en fungicidas (-27%) y herbicidas, en línea con la tendencia de años anteriores. Sin embargo, esta reducción de volumen no ha supuesto un retroceso en la eficacia de la protección de los cultivos gracias a la incorporación de prácticas y sustancias más sostenibles.