Hay rumores de cambios con la Ley de Amnistía y Page no quiere que se materialicen. «No me han contado nada», confesó ayer, «yo me he estudiado la Constitución, sé que es generosa, pero no puede pasar a ser constitucional lo que no lo era la semana pasada». 
Page avisa de que «el independentismo es como un alacrán, que alguien puede pensar que lo puede acariciar y pensar que te vas a llevar bien, pero siempre termina picando». Sobre el papel de Puigdemont dice que le «suena duro que pueda ser calificado de terrorismo», pero comenta que quizá él asocia terrorismo a ETA y ahora ese término es más amplio y abarca más esferas. De los venecianos recordó que siempre fueron «muy diplomáticos y negociantes». 

Page hizo estas valoraciones en el III Foro Económico de Castilla-La Mancha organizada por El Español-El Digital. Es habitual que el presidente castellanomanchego confronte públicamente sus opiniones, sobre todo con las cesiones a los independentistas, en contra de la línea marcada por Ferraz. «Yo intento sumar a mi partido, el daño se lo están haciendo las compañías», apuntó. Page sabe que tiene mucha relevancia la figura que está al frente del partido y que no habría sido lo mismo un PSOE con Bono al frente que con Zapatero. Ahora bien, matiza que «además del peso específico de las personas, los partidos tienen que tener riego sanguíneo, opiniones». En ese aspecto admite que «ha habido etapas un poco más plurales».