El ahora concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Guadalajara, Antonio de Miguel, anunciaba este mismo martes el abandono de Vox hace apenas una semana y tras casi cuatro años como portavoz del grupo en el consistorio. Lo hacía en una durísima comparecencia ante los medios de comunicación en la que no dejába títere con cabeza. Una rueda informativa en la que el todavía concejal aseguraba sentirse "traicionado" por la formación y con el propio líder de la misma, Santiago Abascal, a quien se ha referido como "un pequeño dictador" que solo premia a la gente sumisa y que retira a quienes tienen pensamiento crítico, como es su caso.

De Miguel no ha reparado en descalificativos y duras acusaciones también hacia Abascal y hacia compañeros de formación, anunciando su intención de embarcarse en un nuevo proyecto junto a la ex dirigente de Vox, Macarena Olona, una una iniciativa legislativa popular fundamentada en la estructura de una fundación para defender los intereses de los españoles, en la que él será responsable y portavoz en Guadalajara.

El concejal no adscrito ha admitido que su relación con el candidato a la alcaldia de Guadalajara, Javier Toquero, y con el diputado provincial y candidato a la región, Iván Sánchez, no ha sido buena porque "han traicionado" el espíritu del "verdadero" de Vox.

A su juicio, son el ejemplo de "todas estas personas arrimistas que han llegado buscando un puesto de trabajo, principalmente" y que, en muchos casos, incluido ellos, llegan a este partido para "vivir de la política del selfi", donde están puestos a dedo.

Para De Miguel, está claro que no han contado con él porque hay "sapos" que no ha querido tragarse, lo que le ha costado que le hayan relegado. Según afirmaba en su comparecencia, entre esos sapos se encuentra el no haber aceptado una gestión irregular del propio censo de afiliados para la elección de presidentes; la "financiación ilegal" de Vox en Guadalajara, donde ha asegurado que "se ha utilizado el merchandising..., esos bolis y pulseras... para mayor rentabilidad de financiación", o el "dedazo y el nepotismo" de Abascal con el nombramiento de diputados y de asesores en las provincias.

También se ha referido al diputado nacional Ángel López Maraver como "otro sapo" que no ha querido tragarse, asegurando que su nombramiento es un ejemplo de su "apesebramiento"  hacia Abascal, un líder que practica los "tratos a favor a familiares y amigos". Y que en este caso colocó a Maraver porque la mujer de Abascal y él son amigas.

Tremendamente duro en sus manifestaciones, también ha señalado que él tampoco había querido tragarse un cuarto sapo que pasaba por tener que dar una parte de dotación económica de los grupos municipales en los ayuntamientos al partido, algo a lo que ha señalado que él se negó por "dignidad personal".  

En cuanto a las razones que le han llevado a tomar esta decición ahora y no antes, De Miguel detalla que no ha dejado la concejalía antes por "respeto" a los 3.200 guadalajareños que votaron a Vox en Guadalajara, pero ha lamentado  el modelo de "sumisión y prebenda" que hay en la formación, asegurando que lleva cinco meses sin dar ninguna rueda de prensa ni presentar mociones porque "le cortaron las alas y se lo han impedido". "Decían que ello podía influir en la campaña del actual candidato a la alcaldía, Javier Toquero", ha abundado.

No ha negado tampoco que el domingo 28-M va a tener un problema grande a la hora de votar porque no encuentra una opción que le agrade. "Tengo una gran duda", ha dicho, acusando a Abascal de ser "autoritario y dictatorial", y la figura que ha "avalado y potenciado" el "dedazo, como una gran epidemia, con sus presidentes provinciales y diputados paracaidistas a dedazos".

De Miguel cree que el Vox que el conoció ha cambiado mucho, y ha lamentado que "ser libre y tener criterio propio en política" tenga este alto coste en pólítica en un partido que practica "un modelo de democracia autoritaria en todas las provincias".

Y es que, según ha subrayado, ha sido precisamente su crítica a todas estas cuestiones lo que le ha llevado a que no hayan querido contar con él, algo que se ha decidido a contar ahora porque es "de justicia".

También se ha mostrado muy crítico con lo poco que se cuida la política municipal, convencido de que hay una crisis dentro de Vox, "un modelo carente de valores con conductas muy mafiosas, y los que lo han denunciado han pagado un precio solo por decir verdades como puños".

Según De Miguel, han sido años de mucho trabajo para hacer grande el partido que él mismo contribuyó a que recalará en Guadalajara, algo que "no fue fácil". 

Ahora pide perdón a todas esas personas a las que haya podido defraudar, admiendo que decir adiós "no es fácil", dolorido pero con ganas de afrontar este nuevo reto, que ve como una oportunidad para crecer. 

"Siempre he entendido la política para servir a los ciudadanos y no para servirme de ellos y he intentado ser un concejal exigente, coherente y leal a los principios fundacionales de Vox y escuchar", ha abundado.

También ha aprovechado esta última comparecencia para despedirse de todos los concejales de todas las formaciones políticas, asegurando que en breve retomará su actividada profesional como profesor en un instituto de la ciudad pero ha asegurado que termina el mandatado "con la conciencia tranquila por haber hecho lo que tenía que hacer en cada momento".

No niega que se ha sentido "abandonado y menospreciado" estos cuatro años. "He pagado un alto precio por haberse negado a hacer algunas cosas que han supuesto un precio muy alto, sapos en mi propio partido que no me iba a tragar, no ser faldero" a Vox, ha incidido. "Mi corazón y mi mente ya hace tiempo que se fue de Vox", concluye.