La Sanidad, la Educación, las Pensiones y los Servicios Sociales. Los cuatro pilares del Estado del Bienestar han aceptado a un nuevo integrante en este club selecto, la Vivienda.
Los jóvenes y las familias son los principales afectados por esta cuestión. La incapacidad de encontrar una vivienda asequible, ya sea en régimen de alquiler o de compra, imposibilita la emancipación de los primeros; y hace perder gran parte de los salarios a las unidades familiares.
A pesar de que el acceso a la vivienda está reconocido como un derecho fundamental en la Constitución Española, los jóvenes ven esta cuestión como una quimera. Castilla-La Mancha no es independiente de otras comunidades autónomas que ven como la crisis habitacional encarece los precios de los hogares.
Son diversas las estrategias que los Ejecutivos autonómicos, quienes tienen competencias en esta materia, están poniendo sobre la mesa para intentar mitigar dicho asunto. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha lanzado un Plan de construcción de 10.000 viviendas, el cual ya tiene todos los visados del Ministerio para su construcción y de las cuales, han asegurado desde la Consejería de Fomento, el 20 por ciento tiene algún tipo de protección pública.
Otro de los anuncios más recientes es la ayuda para que los jóvenes de Castilla-La Mancha puedan comprar su primera vivienda. Eso sí, deben ajustarse a una serie de requisitos como que el municipio esté vinculado a las zonas en despoblación (en este caso, menos de 10.000 habitantes), que la vivienda tenga un precio máximo de 120.000 euros y que el salario del solicitante no exceda en tres veces el IPREM en 14 pagas (un total de 25.200 euros).
La Tribuna ha recopilado a través del censo del Instituto Nacional de Estadística (INE) aquellos municipios que tienen menos de 10.000 habitantes y el número de viviendas disponibles en el portal inmobiliario de 'Idealista' los hogares que cumplen con el requisito de no superar los 120.000 euros. El resultado es de 7.151 viviendas con estas características de las 21.590 que hay repartidas por toda la región.
Pese a que el consejero de Fomento, Nacho Hernando, recordó que más del 90 por ciento de los municipios de Castilla-La Mancha tienen menos de 10.000 habitantes las necesidades habitacionales se concentran en las grandes urbes, ya que dos tercios de las viviendas están en las ciudades y sus entornos.
En datos, el mercado inmobiliario de las capitales de provincia dispone de 3.263 casas, mientras que aquellas que cuestan menos de 120.000 euros no llegan a las 350, casi diez veces menos. Sin embargo, las viviendas que están en municipios de menos de 10.000 habitantes sin restricciónde precio alcanzan los 11.381 hogares, siendo las viviendas 'baratas' 7.151 en Castilla-La Mancha.
Menos del 20% podrían pagar una hipoteca. El precio de la vivienda en Castilla-La Mancha es inferior al de otras comunidades autónomas, pero sigue existiendo una brecha entre el coste de compra y los ingresos reales de los jóvenes. Según los datos del Consejo de la Juventud de España (CJE), organismo que publicó el 'Observatorio de Emancipación', menos del 20 por ciento de los adultos comprendidos entre los 18 y los 35 años podrían optar a pagar una hipoteca en la región.
La problemática para que un banco conceda una hipoteca a un joven de la región radica en los bajos salarios de los que disponen y la incapacidad para ahorrar de los mismos. CCOO realizó un informe detallando los salarios medios de los jóvenes castellanomanchegos durante el año 2024. En dicho documento ponía de relieve que el jornal rondaba los 1.450 euros brutos mensuales. Eso sí, siempre y cuando este empleo sea fijo y no dependa de la temporalidad.
Además, las entidades bancarias suelen requerir una entrada del 20 por ciento del valor de la vivienda, lo que en el caso de una casa de 120.000 euros sería de 24.000 euros. Si el plazo para el pago de la vivienda son unos 25 años, a un tipo fijo del 3 por ciento, la cuantía mensual que debe pagar un joven al banco se queda en unos 450 euros. Es decir, más del 30 por ciento del salario medio de los jóvenes en la región.
Los datos de Castilla-La Mancha reflejan una situación peor que la media nacional. En concreto, destaca en el informe del CJE, los bajos salarios son los que lastran la capacidad de emancipación. Dejando una horquilla de entre el 15 y 20 por ciento de jóvenes que pueden pagar una hipoteca.