Los forenses apuntan que la víctima de Alovera no se defendió

Belén Monge Ranz
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En su declaración, han señalado que N.C.G. no presentaba heridas "típicas" defensivas de intentar "parar o coger" el cuchillo en el momento de ser agredida por su esposo

Cuarto día del juicio que se sigue en la Audiencia de Guadalajara por la muerte de una mujer a manos de su marido en Alovera - Foto: Lara Ranz

 

En el cuarto día del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Guadalajara por el apuñalamiento de una mujer en Alovera a manos de su marido tras una discusión ha sido el turno de la declaración de los forenses que realizaron el informe tras la autopsia realizada al cuerpo sin vida de la mujer de Alovera que, el 19 de mayo de 2021, moría desangrada tras recibir diez puñaladas por parte de su esposo, en la vivienda en la que residían.

En su declaración, los forenses han apuntado que la víctima no presentaba heridas "típicas" defensivas de intentar "parar o coger" el cuchillo en el momento de ser agredida.

Así lo han puesto de manifiesto en el interrogatorio realizado en el cuarto día de la vista con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial de Guadalajara por la muerte de N.C.G. a manos de A.M.C. tras una discusión en la vivienda que aún compartían.

"Cuando uno está sufriendo una agresión por arma blanca, heridas típicas defensivas aquí no las hay", ha señalado contundente una de las médicos a preguntas de la Fiscalía, aclarando que la herida típica defensiva de un arma blanca tras un forcejeo pasaría porque si uno agarraba el cuchillo, la otra hiciera fuerza para no soltarlo y en esa fuerza se suelen ver, muchas veces, "semi amputaciones" de dedos, y "Clara no tiene ninguna herida de estas en las manos, está claro".

Las forenses han tenido ocasión de ver imágenes del apuñalamiento a puerta cerrada, sin la presencia de público ni de medios, reconociendo que del total de puñaladas que recibió la víctima, cuatro fueron mortales de necesidad, especialmente la del cuello.

El Ministerio Fiscal ha insistido en preguntar sobre este hecho, a lo que las forenses han añadido que, aunque solo sea por propio instinto, si uno ve que le van a atacar en un arma "nadie deja que la apuñalen", confirmando la doctora que "cuando uno teme por su vida se defiende con uñas y dientes", de lo que se cabría deducir que ella no vio venir el ataque para defenderse.

"Ella no tiene hematomas ni golpes de que haya habido una lucha", ha subrayado una de las doctoras, insistiendo en que, en todo caso, la "capacidad defensiva fue mínima"; eso sí, sin poder aclarar a qué se debió.  

"No tenemos nada que nos haga pensar en una lucha entre las partes, antes la envergadura de las lesiones, la otra persona se hubiera defendido", ha subrayado una de las forenses partícipes del informe después de manifestar también que esa ausencia de defensa bien pudo ser por falta de fuerzas o porque se quedara paralizada u otras razones, algo que no tenía claro.

Todo ello después de que la Fiscal haya recordado que el acusado, en su declaración, había hablado de un forcejeo con la víctima.

La Fiscalía pide 24 años de cárcel para el acusado, uno menos que la Acusación Particular, entendiendo ambos que fue un asesinato con alevosía, que ella no pudo defenderse y que él era celoso, mientras que desde la Defensa tratan de sostener que fue homicidio y que él si la mató pero que fue tras un forcejeo y que él no era una persona celosa a la que le importara que se arreglara sino todo lo contrario.