El mundo no se acaba si se suspende la EBAU

Agencias
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El objetivo para miles de estudiantes es aprobar y acceder a la carrera pretendida, pero si no, hay otros caminos para alcanzar la meta como volverse a presentar o hacer un grado superior

El mundo no se acaba si se suspende la EBAU - Foto: Chema Moya

La valla de Melilla, los insultos racistas a Vinícius y la tilde del adverbio han sido textos que han analizado miles de alumnos en la prueba de acceso a la Universidad y que, en caso de suspender, no significa el fin del mundo, pues se abren otras puertas igual de fructíferas. Los estudiantes de Segundo de Bachillerato de Madrid, Murcia, Cantabria y La Rioja fueron los primeros en arrancar, mientras que Aragón, Baleares, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Asturias les siguieron y, el pasado viernes, concluyeron las temidas pruebas para el resto de las regiones de España.

Aunque no superar este examen supone para muchas familias y sus hijos un drama doméstico, el presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional, Luis García Domínguez, explicó que cursar un grado superior de FP da acceso directo al grado deseado y los bachilleres llegan a la Universidad con más madurez y experiencia en el mundo empresarial gracias a las 400 horas de prácticas.

García, cuya entidad reúne a unos 300 centros públicos, privados y concertados donde estudian un tercio del millón de alumnos de FP, añadió que «no se acaba el mundo» por suspender la Ebau o no llegar a la nota de corte necesaria para cursar los estudios deseados, porque «hay abiertas muchas puertas: más de 300 títulos distintos» de FP, con la ventaja de que hay materias que se convalidan. «La diferencia de un alumno que hace el trayecto Bachillerato/Universidad y el que hace FP/Universidad es que, entre cosas, estos últimos adquieren destrezas profesionales, un conocimiento del sector profesional y una experiencia de vida en la propia empresa», añadió.

Otra vía es acceder a un título en un centro privado, pero su elevado coste es un obstáculo difícil de sortear para muchas familias.

 El alumnado comenzó con el examen de la Historia de España, donde las preguntas se centraron en la Reconquista y los Reyes Católicos, los pueblos prerromanos, la Segunda República y la Revolución Gloriosa de 1868.

En Literatura los contenidos giraron alrededor del Romancero gitano, de Federico García Lorca; y Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. También se preguntó por la escritora Gloria Fuertes y la renovación del teatro español centrado en la figura de Alfonso Sastre.

La batalla de la tilde

La poesía española del primer tercio del siglo XX y el teatro español desde la Guerra Civil hasta los años 50 fueron los temas a elegir en Literatura. Mientras, en Lengua, los estudiantes pudieron optar por un artículo de Pilar Galán, titulado Solotildistas, publicado en El Periódico Extremadura, y La batalla del verso: los poetas mileniales frente a lo comercial, lo digital y lo viral, de Enrique Rey.

En Inglés, el texto versó sobre inteligencia artificial y otro sobre fútbol; en este segundo caso fue una información del diario The Guardian sobre insultos racistas a Vinícius en el Mallorca-Real Madrid.

Comparar las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, exponer el origen del Sexenio Democrático o la regulación del derecho al voto desde el siglo XIX fueron varias de las preguntas a las que se enfrentaron en otra Comunidad Autónoma. Este control también contó con cuestiones a desarrollar, en la que los jóvenes podían optar entre la Revolución de 1868 o explicar qué propició la Guerra Civil y cuál fue el inicio del Estado franquista en 1936 en España.

La antigua selectividad que les ha quitado el sueño a los jóvenes de entre 17 y 18 años durante una semana ya ha hecho el último sprint.Seis años en el instituto preparándose para este examen. Pero, si se suspende, no se acaba el mundo. Hay otras puertas que se abrirán.