La ciudad de Guadalajara ha dado un paso más hacia la igualdad resolviendo una deuda pendiente con el lugar histórico que les corresponde a ocho mujeres que fueron importantes por su vida y, sobre todo, por lo que hicieron rompiendo moldes.

El bulevar Clara Campoamor acoge los bustos de mujeres como son Mayor Guillén de Guzmán, María de Cazalla, Mencía de Mendoza, Ana de Mendoza y de la Cerda, Crescencia Alcañiz Maestro, Tomasa Cuevas Gutiérrez, Juana Quílez y Amalia Torre de la Fuente. 

Todo partió a iniciativa de la artista Pilar V. Foronda, quien presentó a la Concejalía de Igualdad un proyecto que incluía los nombres de 20 féminas. El Ayuntamiento, tras resolver el concurso público, escogió los ocho nombres de los bustos que ya se pueden admirar en esta zona tan transitada del barrio de Las Lomas.

El bulevar Clara Campoamor acoge los bustos de mujeres relevantes de la historia de la ciudad desde hace unas semanas. - Foto: Javier PozoPara llevar a cabo este ambicioso proyecto, Pilar V. Foronda ha contado con la colaboración de la también artista María de Lucas. 

«Trabajamos en el taller de Pilar en Cabanillas. A partir de unas estructuras metálicas modelamos en barro y luego se llevan las piezas hechas a la fundición y allí se hacen moldes», explica María de Lucas sobre el proceso de la técnica llamada de Cera Perdida. «La fundición nos daba un positivo en cera igual que el que iba a ser en bronce, nosotras repasábamos las ceras, las volvíamos a llevar y el molde definitivo era el que se echaba el bronce. Realmente, lleva dos tipos de moldes para poder sacarlo en bronce. El proceso es complicado, es laborioso», concreta De Lucas.

Hay que destacar la belleza de los bustos porque cada uno destaca un elemento representativo con un color. «La técnica para destacar esos colores muy vivos se llama Pátina. Se hace con diferentes tipos de ácidos para sacar un color u otro», detalla María de Lucas.

El bulevar Clara Campoamor acoge los bustos de mujeres relevantes de la historia de la ciudad desde hace unas semanas. - Foto: Javier PozoVisiblidad

Con esta autoría, Pilar V. Foronda y María de Lucas, se convierten en la segunda y tercera artistas mujeres que tienen una obra expuesta en un lugar público de la ciudad de Guadalajara. 

María de Lucas también es autora del libro Guadalajara con A de artista, que se presentó en febrero de 2020, en el que se muestra una demoledora realidad sobre la desigualdad de género que ha existido y existe en el mundo del arte. En este trabajo se desvelaba que Teresa Eguibar era la única escultora que contaba con la peculiaridad de ser la única mujer que firma una escultura colocada en un sitio público de la ciudad de Guadalajara. Esta obra, titulada Expansión Vertical, se encuentra situada frente a la estación de tren de la capital desde el año 1980. Precisamente, en el libro citado se recogen datos aplastantes en cuanto a la presencia de artistas femeninas. En el momento de su publicación, hace tres años, de las 1.300 obras de arte del Ayuntamiento de Guadalajara, 54 estaban firmadas por mujeres; mientras que de los 566 autores de los fondos de la Diputación Provincial, sólo 136 eran féminas.

«Para mí, ha sido una suerte participar porque hacía falta dar visibilidad a esas mujeres y haber podido trabajar en ello. Me parece muy bien que el Ayuntamiento haya decidido hacerlo. Lo primero porque hay mucha más obra de hombres y lo segundo es porque también hay muchos más hombres representados. Las esculturas que hay representadas en calles y plazas de Guadalajara la mayoría son señores que han hecho cosas importantes pero también las señoras han hecho y hacemos cosas importantes. También se tendrá que ver. Está muy bien tener referentes también de mujeres», asegura María de Lucas quien desea que «no pase tanto tiempo hasta la próxima obra escultórica con autoría de mujeres. Que se tenga en cuenta a las mujeres. Los referentes de casi todo son hombres y sigue siendo así. Todavía queda mucho. Lo que no se ve es como si no existiera, como si no hubiese pasado».

A la hora de realizar una reproducción fidedigna de los rostros de las ocho mujeres representadas, para la única que han encontrado mayores problemas ha sido para modelar el rostro de Mayor Guillén de Guzmán porque las artistas sólo encontraron como referencia una fotografía de un desaparecido sarcófago funerario en la que podía verse, a su vez, un rostro que, supuestamente, representaba la figura de la fallecida. Sin embargo, para las más contemporáneas no ha habido problemas a la hora de plasmar rasgos más significativos.

Barrio

La elección del lugar para situar estas obras de arte no puede ser más adecuado. Esta zona urbanística de Las Lomas cuenta con 31 calles dedicadas a mujeres.

Entre ellas, destacan nombres como Clara Campoamor, donde se han situado los bustos, así como Victoria Kent, Remedios Varó, Carmen de Burgos Seguí, María de Maeztu, María Zambrano, Carmen Laforet, Emilia Pardo Bazán, María Moliner o Carmen Conde, entre otras. Fue en 2004, cuando el alcalde Jesús Alique decidió reconocer el papel determinante que habían tenido en el movimiento feminista dedicándoles las vías de todo un barrio, el sector SP-04 Las Cañas 1.

Según la investigación publicada y expuesta en el Archivo Histórico Provincial de María de la Hoz Bermejo, bajo el título Con nombre de mujer. Las mujeres en el callejero de Guadalajara en febrero de 2020, tan solo 61 calles de capital tenían nombre de mujer. De ellas, hay que distinguir un bloque que se refiere a vírgenes, santas o religiosas y nobles, que están situadas en su mayoría en el casco histórico, y otras  que aluden a figuras femeninas destacadas en distintos ámbitos que vivieron en los siglos XIX y XX. Entre ellas, destacan tres mujeres con nombre propio, Juana Quílez, dedicada en 1988 para reconocer su labor profesional como historiadora y bibliotecaria, además de haber liderado la fundación de la Asociación de Amas de Casa Concepción Arenal; Hermenegilda Portillo, conocida popularmente como Gilda al ser una conocida vendedora de cupones en la calle Mayor y a la que se le reconoció en 1991; así como a Rotundifolia, desde 2002, como personaje encarnado por la narradora Estrella Ortiz. 

Afortunadamente, esta estadística se está revirtiendo poco a poco porque, en el último mandato, el equipo de Gobierno de Alberto Rojo ha incrementado este número con las nuevas denominaciones de María Pacheco, Aldonza de Mendoza, Brianda de Mendoza y Luna, Margarita Salas o Gabriela Mistral; unos nombres que sustituyeron a otros relacionados con el franquismo como Boixareu Rivera,  Hermanos Ros Emperador, Fernando Palanca o General Moscardó Guzmán, cumpliendo así con la Ley de Memoria Histórica de 2007 de José Luis Rodríguez Zapatero y por la que se eliminaron las últimas seis calles relacionadas con la dictadura.