Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Más madera

20/09/2023

Lo decían los Hermanos Marx y lo decimos el resto de los mortales para indicar el agravamiento de la cosa, de cualquier cosa. Por ejemplo, la política actual.

Pensábamos los españoles que ya habíamos visto y conocido todo lo malo que se podía ver y conocer, pero nos quedamos cortos.

Este martes se ha vivido el primer pleno del Congreso con pinganillo. De vergüenza ajena, porque es producto de un chantaje. Y, segundo, porque no aporta nada a la supuesta convivencia. No sé qué decidirá el Parlamento Europeo ante las presiones españolas para que también esa institución se sume a medias al modelo de la Carrera de San Jerónimo y puedan utilizar en Bruselas y Estrasburgo al menos el catalán. Si Bruselas da el visto bueno a esa iniciativa, esta periodista considerará que también los europeos andan faltos de sentido común. Esperemos que no suceda y nos quedemos solos en Europa haciendo el papelón.

Papelón que cuesta mucho dinero, aunque no parece que importe a un presidente que ha viajado a la Asamblea General de la ONU. que se celebra todos los meses de septiembre, con un séquito que triplica en número el séquito de sus antecesores. Se dirá que un avión cuesta lo mismo para veinte que para doscientos. Sí, pero los hoteles no, ni las comidas, cenas, taxis y los gastos personales que suponen ese tipo de reuniones. Se escatiman ayudas de primera necesidad en infinidad de sectores, pero el gobierno de Sánchez no pierde la oportunidad de moverse a lo grande. Y como presidente de turno de la UE todavía más. Los presidentes españoles anteriores no gastaron sin límite, abusando de lujos y de chefs con estrellas michelin.

Hay motivo para exclamar más madera. El presidente de Canarias dijo días atrás que es necesario tener lealtad con quien gobierna. Su partido ha aprobado la norma del pinganillo, faltaría más. Después del 28 de mayo, ante un PP triunfante, Clavijo no dudó en llegar a un acuerdo con ese partido para convertirse en presidente regional. Ahora se suma a lo que interesa a Sánchez.

Los plenos del Congreso, con el nuevo reglamento, a partir de ahora durarán más, costarán más y se entenderán peor. La iniciativa la ha emprendido un presidente que presume de su talante para el diálogo, pero por intereses personales renuncia al uso de la lengua común de los 350 diputados. La lengua con la que se entienden todos y que sin ninguna duda hablarán en los pasillos, en el bar, restaurante, el Salón de Pasos Perdidos y los despachos de los parlamentarios, que es donde se hace la política de verdad en el Congreso.

De Sánchez no puede salir nada bueno para España. Feijóo por su parte no consiguió los escaños previstos, lo que debería llevarle a reflexionar por qué, dónde está el problema para que no se le vote masivamente cuando es tan grande el rechazo al presidente.

Dan ganas de pedir socorro.