Tan sólo habían transcurrido unos minutos desde el inicio del apagón que iba a dejarnos desconectados por unas horas, cuando se tomaron estas fotos de Alicia Blanco García (Guadalajara, 1964), una matrona de profesión que se ha iniciado en el mundo de la literatura como escritora con una novela ambientada en la época de la posguerra con la que quiere hacer perdurar para siempre el recuerdo de su madre. En la última Feria del Libro de la capital, se presentó como autora novel y, ahora, que ya está inmersa en la producción de otro relato, quiere relanzar la que es su primera obra literaria, Tu corazón, de viaje, con nuevas presentaciones en Madrid y Guadalajara.   

¿Cuándo nació en usted su interés por la literatura y la escritura?
Me recuerdo de pequeña siempre con mi diario, siempre escribiendo. Las clases de Lengua y Literatura me encantaban y siempre escribía relatos cortos. Tengo un cuaderno de poesía porque también escribía poesía de pequeña y algunos cuentos con 17 y 18 años. Aunque luego me dediqué a la enfermería, siempre he sido muy de escribir. Pero, realmente, la idea de escribir una novela, como tal, me surge en la cabeza nada más morir mi madre, que yo solo tenía 20 años. Cuando presenté el libro, que vino una amiga mía, me contó algo que yo no recordaba. Me dijo que, en el entierro de mi madre, le dije que yo quería escribir una novela que tuviera que ver con mi madre porque la quería recordar siempre. Yo no me acordaba. En ese momento, sería la primera idea, hacer que mi madre no se desvaneciera con el tiempo, que no muriera. Esta idea de escribir para mantener vivo el recuerdo también aparece en esta novela. Ese deseo no se materializó para nada. Empiezo a trabajar, pasan los años y ese pensamiento se queda en el limbo. Ni la empecé. Pero un día, sin más, mucho tiempo después, tuve un momento revelador y me acordé de una cosa que me había contado cuando yo era pequeña y me dije «este es el inicio de la novela que yo quería». No sé si todos los libros tienen esa chispa de inicio, esa luz de inspiración pero, desde luego, este sí que lo tiene. Creo que la empecé esa misma tarde. 

Es un libro dedicado a tu madre, ¿es un homenaje a su vida o ha aprovechado fragmentos de su historia para novelarlos y construir un relato sobre la posguerra?
La novela es una obra de ficción. De hecho, la protagonista, Cata, es una niña, pero sí que es verdad que tiene rasgos de la personalidad de mi madre o, incluso, de la mía. Sí que es cierto que, a pesar de que es un relato de ficción, está un poco sostenido por los recuerdos de cosas que me contaba mi madre y mi tía de su infancia o sus primeros años de juventud. Eran cosas que a mí me impresionaban muchísimo pero que yo he novelado. Con todos los datos que yo tenía he inventado una historia que tiene que ver con mi madre y con mi tía, con las dos, pero no es su historia. Hay cosas que estaban en mi conciencia, necesitaban salir, supongo, pero a través de una ficción.

Alicia Blanco, matrona y escritora novel. - Foto: Javier Pozo

La novela transcurre en Madrid pero también se hace alusión a la provincia de Guadalajara, ¿verdad?
Sí. No he nacido allí pero sale el recuerdo que tengo de ese pueblo de las pocas veces que he estado cuando era pequeña. Es un pueblo, en parte imaginado, basado en la realidad de lo que me han contado. De hecho, conservo algún nombre que me encantaba pero también hay muchas cosas que me he inventado. Está inspirado en el pueblo en el que nacieron mis padres pero el nombre prefiero no decirlo.

¿Cree que los lectores que hayan escuchado relatos de sus padres o abuelos van a sentirse identificados con lo que les hayan contado sobre la posguerra?
Por supuesto, las cosas que yo narro han pasado en la realidad. Se van a sentir muy identificados. Relato muchas cosas de la escuela y de cuándo dejaban de ir, de las tareas que hacían en el campo. En todas esas cosas, me han ayudado mucho, hasta mi padre. Y la gente que se lo ha leído que tiene una cierta edad, les ha gustado mucho porque lo han vivido. Para escribir la novela, he dedicado mucho tiempo a la parte de documentación. Ha sido un proceso muy largo y muy laborioso. A parte de tener a gente que ha vivido estos años en vivo y en directo, también hay una parte para documentarme, por ejemplo, sobre el Madrid de los años 50, que no conocía antes, y espero no defraudar en este sentido.

Apostó para formarse para contar con las herramientas adecuadas para iniciarse en la escritura, ¿es importante antes de dar ese paso?
Creo que sí. De hecho, tengo una hija que también le gusta mucho leer y escribir. Le dejé leer lo que había escrito. Ella me dijo que si iba en serio tenía que apuntarme en un taller literario. Fue la que me convenció porque pensé que a estos sitios se apuntaba la gente que ya sabía mucho. Ella me acompañó. A mi profesora, Cristina Sánchez-Andrade, le debo que se haya publicado la novela porque me lo ha enseñado todo. Si no hubiese sido por los tallares, no hubiese sido capaz.

Alicia Blanco, matrona y escritora novel. - Foto: Javier Pozo

¿Ha apostado por la autopublicación o cómo se ha iniciado en este mundo literario con la publicación de la primera novela?
Me dejé llevar por los compañeros del taller. Este curso con Cristina Sánchez-Andrade duró dos años, entre 2019 y 2021. Cuando acabó, había mucha gente que quería publicar. Nos ayudó mucho una persona que vino al taller y que acababa de publicar un libro. Nos dijo cómo se había dirigido a las editoriales. En ese momento, no sabía qué hacer. No lo había acabado todavía. No sabía si escribir a las editoriales o decantarme por los concursos. Hice esto último. Cristina nos había dicho que empezáramos por los concursos que tenían menos dotación económica. A mí, se me ocurrió concursar en el premio anual Onuba de Novela. Vi que no tenía dotación económica. Lo hice con éste y con otro. Salió el fallo del jurado y no había ganado, era 2022, y me olvidé. A principios de 2023, me llamó el editor y me dijo que les había gustado mucho y que lo querían publicar. 

¿Tiene ahora mismo algún trabajo literario nuevo entre manos?
Sí, estoy ahora en otro proyecto. También es una novela pero voy a ir poco a poco. Estoy ilusionada porque estuve tan a gusto haciendo la anterior que, para mí, es algo muy liberador de endorfinas, me hace estar mejor. Tengo claro que tengo que escribir. Para mí, como dice Carmen Martín Gaite, es una necesidad, lo necesito para estar bien. Es un recurso. Estoy en otro proyecto y voy bastante avanzada pero estoy más en solitario porque no estoy en ningún taller y no me lo está supervisando nadie. A ver qué tal sale la experiencia. Quiero acabarlo y, una vez que tenga el primer borrador, es posible que se lo dé a alguien. Quizá a esta profesora que tiene también talleres personalizados pero antes lo tengo que acabar.

¿El nuevo proyecto está relacionado con su profesión de matrona?
Sí y no. En parte sí, porque tiene tintes autobiográficos, es un poco de autoficción, y sale el tema de la profesión sanitaria pero no es didáctico. La profesión sanitaria queda muy reflejada en el libro.

¿Recomendaría a una persona que le guste la escritura que hagan como usted, que utilicen la literatura como una manera de realizarse?
Por supuesto. A las personas que les gusta leer, casi siempre les gusta también escribir. Lo que recomiendo es que si a alguna persona se le ha pasado alguna vez por la cabeza escribir y ha desechado la idea, si les ha picado el gusanillo alguna vez, creo que deben hacerlo. Si tienes la inquietud de escribir, creo que es algo que te reporta y te ayuda muchísimo a conocerte, a conocer a los demás, a estar mejor y es una manera de estar en la vida. 

Esta novela, 'Tu corazón, de viaje', ¿tendrá una segunda parte?
No, no, no, eso sí que no. El final está abierto pero los lectores creo que son muy importantes y creo que tienen que decir la última palabra sobre esta novela. De eso, estoy totalmente convencida. 

¿Le queda pendiente alguna presentación más de la novela?
Estoy intentando promocionar la novela en Madrid porque gran parte transcurre allí. En Guadalajara, la presenté, en diciembre, en el Centro San José y tengo planes de hacer otra presentación en la biblioteca pública de Dávalos y otra en una biblioteca de Chamberí, pero sin fechas.