La doble vida del padre Fran

EFE
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Esta historia tiene todos los ingredientes para parecer ficción, pero es real. El protagonista, un sacerdote, hijo de una monja de clausura, al que su novia destapó como abusador sexual tras descubrir material pornográfico en el piso que compartía

La doble vida del padre Fran

Del cielo al infierno. Este es el camino que transitó en solo unos días el padre Fran, el sacerdote detenido en Málaga por sedar y abusar sexualmente de al menos cuatro mujeres, unos hechos que grabó y que descubrió su pareja sentimental en un ordenador del domicilio que ambos compartían en la ciudad de Melilla.

Los vecinos de los municipios de Yunquera y El Burgo (Málaga), donde en los últimos meses Francisco J.C. celebraba misa como párroco sustituto en las iglesias de Nuestra Señora de la Encarnación y Santa María de la Encarnación, no dan crédito. Un hombre joven, cercano, amable y aparentemente «normal», ha ingresado de forma preventiva en la prisión de Alhaurín de la Torre por varias agresiones.

El «padre Fran», como le conocen sus feligreses, tiene 34 años y ejercía como sacerdote desde 2017, año en el que ya hay vídeos de abusos a mujeres, cometidos, según han comprobado los investigadores, en diferentes estancias.

Francisco J.C. heredó de muy joven la vocación de su madre, que fue una monja clarisa de clausura que colgó los hábitos al quedarse embarazada. La progenitora fue posteriormente catequista y acabó trabajando como educadora en una guardería.

Quería seguir los pasos de su madre y dedicar su vida a la Iglesia, y por eso se preparó como seminarista y fue ordenado sacerdote hace seis años.

Antes de iniciar esta carrera como clérigo, según explicó el pasado martes el Obispado de Málaga, el detenido pasó primero un período de formación en la Orden Trinitaria, de la que salió tras no ser admitido. 

«El sacerdote imputado nunca llegó a ser religioso trinitario», afirmó en un comunicado la congregación, que explicó que el padre Fran pasó un período de formación pero «no llegó a ser admitido como miembro pleno» de la comunidad.

«Los presuntos delitos de violación, sedación y grabación ilícita son inaceptables y repugnantes. Nuestros pensamientos y nuestro corazón están con las víctimas en estos momentos difíciles», subrayó la Orden, que ofreció su plena colaboración a las autoridades que investigan el caso.

Tras este paso atrás y pasado un tiempo, solicitó entrar en el Seminario de Málaga, que le aceptó como tras obtener informes positivos de los trinitarios, dijo el Obispado.

«El Seminario de Málaga lo acompañó, haciendo el discernimiento vocacional habitual, sin que aparecieran los problemas de los que ahora se le acusa», señaló la Diócesis.

Tras pasar por los municipios de Álora, Ardales y Carratraca, el padre Fran fue nombrado párroco en una iglesia de Melilla (que depende de la Diócesis de Málaga).

La investigación

Las pesquisas contra el sacerdote se iniciaron el pasado mes de agosto, cuando una mujer, que aseguró ser pareja sentimental del detenido, denunció en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que compartían un disco duro con fotografías y vídeos pornográficos.

En ellos aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante, y a las que un hombre les realizaba todo tipo de prácticas sexuales.

Unos días después, concretamente el 6 de septiembre, el padre Fran acudió a las dependencias de la Policía y denunció a la mujer por robarle material informático de su casa y dinero. Cinco días después, el 11 de septiembre, fue arrestado.

Los agentes han averiguado que las agresiones se llevaron a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades. Las primeras se produjeron en 2017, el mismo año en el que el clérigo se ordenó. Los hechos tuvieron lugar, según la investigación, en el domicilio en el que residía, en la casa parroquial e incluso con ocasión de viajes de grupos de amigos de los que formaba parte. Las mujeres que aparecen en ellos y han sido identificadas hasta el momento son mayores de edad y desconocían haber sido abusadas, según relataron.

Hasta el momento se han hallado pruebas de cuatro abusos, pero los agentes no descartan que haya más afectadas en Melilla, Málaga o Córdoba, lugares en los que el arrestado residió, por lo que siguen analizando el material que se incautaron en su actual domicilio de Vélez-Málaga tras la detención.

Su desaparición

El padre Fran había pedido el pasado mes de enero su traslado a Málaga alegando motivos de salud y pocos meses después comenzó a oficiar misa en los municipios de Yunquera y El Burgo, en la Sierra de las Nieves.

Hace unos días dejó de hacerlo alegando motivos personales. Pese a que fue detenido el 11 de septiembre, no fue hasta el 25 cuando la Policía dio a conocer el arresto.

La Diócesis de Málaga aseguró que no tuvo constancia de los supuestos abusos sexuales hasta que la Policía informó de ellos.

El portavoz del Obispado, Antonio Moreno, explicó, además, que el pasado agosto la mujer que decía ser su pareja sentimental les habló de unos vídeos, pero sin saber el contenido, y que se le instó a que lo denunciara. Tras conocer el arresto, el Obispado le retiró las licencias ministeriales para que no pueda ejercer el sacerdocio.