Mejores pronósticos en la agricultura tras las últimas lluvias

Belen Monge Ranz
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Después de un verano muy seco, el suelo vuelve a recuperar el verde que necesita el pasto para que el ganado se alimente sin problemas. Sin embargo, el cambio climático les afecta y algunos productores empiezan a apostar por variantes más resistentes

Las precipitaciones preparan el campo para una buena siembra y el ganado tendrá hierba para comer. - Foto: Javier Pozo

Si bien la cosecha del verano fue bastante mala para el sector primario de Guadalajara debido a la sequía extrema, las lluvias de las últimas semanas comienzan a favorecer la siembra de cara a las próximas estaciones. Sin duda, tras duros meses de falta de agua, unos aguaceros muy deseados -cayendo una media de seis litros por metro cuadrado- «han venido muy bien» a cultivos como el maíz y el girasol, con la excepción de algún daño puntual por exceso de precipitaciones en alguna zona de Guadalajara, apunta el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG-Asaja), Juan José Laso, bastante más optimista que meses atrás. 

Las precipitaciones  están siendo «muy beneficiosas» para el campo y ya es un hecho que las primeras siembras se están viendo muy favorecidas. Los agricultores, no solo pueden labrar más fácilmente la tierra sino que, además,  retiran mucho mejor el rastrojo. 

Pronto empezará la plantación de colza, trigo, centeno y cebadas, que, al igual que el resto, son cultivos que se van a ver favorecidos por las precipitaciones caídas en la provincia. «No es lo mismo sembrar con el suelo seco que si la tierra va cogiendo tempero. Las condiciones van a ser excepcionales y, al contar el terreno con reservas de agua suficientes, quedan prácticamente aseguradas las nuevas siembras de otoño e invierno», subraya el presidente de APAG.  

Guadalajara es una provincia donde apenas hay regadío -unas 15.000 hectáreas en total-, pero  para Juan José Laso está claro que si los aguaceros son buenos para el secano, también favorecen el regadío porque «el agua del cielo siempre viene bien», abunda. 

Y otra ventaja atribuida a las abundantes aguas está en que la mayoría de los pantanos están incrementando sus reservas hídricas; «han roto ya la tendencia de sequía» que asolaba gran parte de España, declara Laso mientras pide aún más precipitaciones para poder tener un año en el campo «medianamente normal».  

De momento, la situación actual les permite realizar sus tareas en mejores condiciones, lo que incluye menos gasto en gasoil.   

Ganaderos 

El preludio de un buen rendimiento para ciertos cultivos se traduce también en más y mejor pasto para el ganado. La ganadería extensiva de la Sierra Norte de la provincia no pasará sed ni hambre porque ahora tienen agua y  hierba para alimentarse.

«El cambio climático nos está afectando muchísimo»

Hoy en día ya no se siembra igual que hace varias décadas y de ello tiene la culpa el cambio climático. Eso es lo que opina el presidente de APAG. «Nos está afectando muchísimo», precisa. Gran parte de los agricultores de la provincia llevan años adelantando las labores de siembra, con variedades más precoces y ciclos más cortos, ajustando los cultivos a los nuevos periodos. 

«Mayo es hoy lo que era junio. Los calores empiezan antes», afirma Laso, reconociendo que desde hace algún tiempo vienen observando que todo el tardío se pierde por el calor. Por ello, ahora intentan  llegar a la fecha con el cultivo criado. No tienen mucho margen de optar por otros cultivos al tratarse de tierras de secano aunque ya hay quien empieza a apostar por varidades más resistentes al cambio climático y a las enfermedades.