Actor, director, guionista, productor, compositor… Son pocas las facetas del mundo del cine en las que Clint Eastwood no haya dejado una profunda huella. A lo largo de su extensa carrera, que ocupa ya casi 70 años, ha protagonizado, producido y dirigido más de un centenar de títulos y tiene un palmarés reservado a los más grandes de la historia del cine: cuatro Oscar, dos como director y otros dos como productor, siete nominaciones más a los premios de la Academia, cinco Globos de Oro y numerosos galardones tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Es el último gran clásico del cine norteamericano, como se le suele denominar. El sábado 31 de mayo cumple 95 años y TCM ha preparado en su honor una programación especial, del 26 al 31 de mayo, dedicada a repasar su trayectoria como cineasta.
El ciclo que emitirá TCM arrancará el día 26 con la emisión de dos de sus western más conocidos: Infierno de cobardes y El jinete pálido, una versión del clásico Raíces profundas, que en 1953 dirigió George Stevens y que protagonizó Alan Ladd. Sin embargo, Clint Eastwood dota a su película de una profundidad psicológica y de una gran carga metafísica. El predicador, el personaje que interpreta, es un ángel vengador que vaga más allá de la vida y de la muerte. La cinta se presentó en el Festival de Cannes de 1985 y fue un éxito de crítica y de público. Un filme que tiene muchos puntos en común con Sin perdón, uno de los grandes éxitos en la carrera de Clint Eastwood. De hecho, el predicador comparte el laconismo, la sobriedad y ese pasado lleno de crímenes y violencia con William Munny, el protagonista de Sin perdón.
El martes 27 se podrán ver otros dos títulos: Joe Kidd, dirigida por John Surges y que Clint Eastwood protagoniza junto a Robert Duvall y Medianoche en el jardín del bien y del mal, en la que, únicamente detrás de las cámaras, deja el protagonismo a los intérpretes Kevin Spacey y John Cusack.
El último gran clásico del cine norteamericano - Foto: Keith BernsteinUn día después, los espectadores de TCM podrán disfrutar de su primer filme como realizador, Escalofrío en la noche, y de una de sus grandes obras de madurez: Mystic River, basada en la novela del mismo título escrita por Dennis Lehane. Tim Robbins, Sean Penn y Kevin Bacon son los protagonistas de esta historia que habla de las secuelas que dejan los abusos a menores y también de asesinatos, sospechas infundadas y de sed de venganza. Una película que obtuvo seis candidaturas a los Oscar. Penn acabó ganando el premio al mejor actor y Robbins el de mejor secundario. Una historia amarga y hermosa que confirmó a Eastwood como un clásico contemporáneo.
El jueves 29 y el viernes 30 se emitirán películas de acción y aventuras que Clint Eastwood siempre ha bordado, como Licencia para matar, El principiante, Space Cowboys y Dos mulas y una mujer. En esta última comparte cartel con Shirley MacLaine y recupera en parte el aspecto del hombre sin nombre, ese vaquero que aparecía en las películas de la llamada Trilogía del dólar de Sergio Leone: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, cintas que se habían estrenado en Estados Unidos pocos años antes con mucho éxito.
Dos mulas y una mujer, en cambio, no fue muy bien recibida por la crítica ni tuvo un gran impacto. Pero resultó muy importante en la carrera de Eastwood, ya que consolidó su relación profesional con el director Don Siegel con el que rodaría posteriormente uno de sus mayores éxitos, Harry, el sucio.
El último gran clásico del cine norteamericano - Foto: D. MICHAELSY el 31 de mayo, día de su 95 cumpleaños, la fiesta llega a su esplendor con siete cintas. Largometrajes como Primavera en otoño, La jungla humana, dirigida por Don Siegel, J. Edgar, Deuda de sangre, Por un puñado de dólares, Invictus, con Matt Damon y Morgan Freeman, y El desafío de las águilas, el filme bélico que Eastwood interpretó al lado de Richard Burton.
Más fotos:
El último gran clásico del cine norteamericano
El último gran clásico del cine norteamericano
En octubre del año pasado se estrenó Jurado número 2, la película número 40 de su filmografía como director. Sin embargo, nadie se atreve a asegurar que sea la película que cierre su brillante carrera. De momento sigue en activo, convertido en una de las figuras cinematográficas más respetadas de las últimas décadas. Una auténtica leyenda viva.