Con un entusiasmo enfervorecido, miles de fieles peruanos acudieron ayer a una misa multitudinaria en la plaza central de Chiclayo para festejar el nombramiento del que fuera su obispo durante ocho años como Santo Padre. «Papa, amigo, Chiclayo está contigo», gritaban emocionados los asistentes.

El atrio de la catedral sirvió como inmenso altar de una de las conmemoraciones religiosas más especiales que haya vivido esta ciudad, ubicada en el norte del país andino, pues los chiclayanos ansiaban honrar al que consideran su Pontífice, además de amigo.

Coros, orquestas, tenores y pantallas gigantes acompañaron esta acción de gracias a la que también fueron diversas autoridades, numerosos grupos parroquiales y órdenes religiosas.

Tras horas esperando la eucaristía, el silencio sepulcral se rompió cuando el obispo de Chiclayo, Edinson Farfán, nombró al nuevo Papa en la homilía.

Los aplausos y gritos de júbilo retumbaron en la gran plaza apenas pronunció el nombre de León XIV y dio gracias por él al afirmar que su designación era una gran alegría para la Diócesis de Chiclayo. «Se nos ha dado un pastor según al corazón de Cristo», indicó el obispo, sucesor de Robert Prevost, ante la multitud.

Así, aseguró que el nuevo Santo Padre se dejó evangelizar por «la gente sencilla» de esta tierra y que siempre caminó al lado del pueblo y de los ciudadanos.

Los fieles también rompieron en aplausos cuando Farfán indicó que van a invitar al Papa para que visite la localidad peruana. «Sin duda, Chiclayo está en su corazón», declaró el prelado.

Asimismo, expuso que Prevost eligió su nombre papal en honor a León XIII, a quien definió como «precursor de la doctrina social de la Iglesia».

El obispo de Chiclayo también hizo hincapié en las cualidades que definen a León XIV como líder religioso: «Es un Pontífice preparado, equilibrado, con capacidad de gobierno, pero sobre todo con un corazón grande, abierto para acoger a todos». Estas palabras fueron acompañadas por el aplauso de la multitud, que veía en su Papa un referente de amor y unidad.

Tras finalizar el oficio, varios asistentes expresaron sus recuerdos del que fue obispo de su ciudad. En este sentido, una joven rememoró el momento en el que Prevost le dio su primera comunión y otra se acordaba de sus homilía en la catedral.

Clara, en primera fila, evocó que una vez, tras una misa que ofició, su pequeña sobrina «en su inocencia» le pidió una foto «con el Papa» porque pensaba que era realmente el Santo Padre. «Me reí y dije cómo va a ser Papa alguien que vive en Chiclayo», afirmó sonriendo.

Entre los asistentes, María Elena, de 45 años, expresó su emoción al saber que ahora el Vicario de Cristo es parte de la comunidad de Chiclayo. «Como todos los chiclayanos estamos muy contentos al saber que ahora el actual Pontífice es un chiclayano. No nos lo podemos creer», señaló.

Mientras, un grupo no ocultaba su ilusión por que León XIV venga pronto a visitarles a la que es también su ciudad. «El Pontífice es chiclayano», gritaron, mientras una tenor cantaba el Ave María.