En junio de 1999, una defensa de alto copete capitaneada por veteranos como Manolo Sanchís (34 años) y Fernando Hierro (31) custodiaban la portería que defendieron Bodo Illgner y un joven Iker Casillas, que solo tenía 18 años entonces. A pesar de toda esa calidad, el Real Madrid terminó la 98/99 con 83 goles encajados en los 53 partidos del curso, un promedio de 1,55 por partido, que se llevó por delante a Hiddink a mitad de temporada y que Toshack no logró arreglar. Es más, a pesar de terminar segundo en la Liga, fue el cuarto equipo que más tantos recibió en 38 jornadas: solo tres de los cuatro descendidos -Salamanca (66), Tenerife y Villarreal (63)- y el Alavés (63) presentaron peores números que los blancos (62).
Ese agujero sigue siendo el mayor del club en su historia moderna, pero este curso camina por el alambre: es la peor defensa merengue en los últimos 26 años. A falta de tres choques para que termine la temporada, ya ha recibido 75 tantos en 58 duelos (1,3 de media), situándose a una sola diana de las dos peores campañas en lo que va de siglo: 76 en la 02/03 (61 citas, 1,25 de promedio) y también 76 en la 93/94 (59 encuentros, 1,29 por compromiso).
«En ataque tuvimos las ideas claras, pero no pasó eso en defensa», incidió Carlo Ancelotti tras caer (4-3) el pasado domingo en el clásico que sentenció LaLiga. Tres males, todos ellos combinados entre sí, explican el fiasco defensivo del Real Madrid en la 24/25. El primero tiene que ver con una salida que fue muy aplaudida, pero puso los cimientos de la actual situación: la de Casemiro rumbo al United. Los 70 millones (más 15 en variables) que pagaba el conjunto inglés en 2022 por un futbolista de 30 años parecían un negocio redondo en el Bernabéu, donde ese mismo verano se apostó prácticamente 'lo puesto' (80 millones y 20 en variables) por Aurelién Tchouaméni, que a sus 21 años ya era señalado como uno de los mejores pivotes defensivos (al menos uno de los más prometedores) del mundo.
Sin control
El francés, en tres años, no ha mejorado, ni siquiera igualado, el rendimiento de Casemiro. Pero el Real Madrid logró 'sobrevivir' a base de controlar los encuentros: la ausencia de un 'stopper' que liberase de trabajo a los centrales se compensaba sobradamente con la capacidad blanca para sujetar el balón. Y ahí llegó el segundo mal, la retirada de Toni Kroos. El alemán, que durante 10 temporadas (465 partidos y 23 títulos) marcó el ritmo de juego del club, dejaba un hueco enorme en el centro del campo que el equipo no ha sabido asumir: ni Camavinga, ni el propio Tchouaméni, ni Valverde a pesar de su enorme despliegue, han dado al Madrid control en prácticamente ningún enfrentamiento importante de esta campaña.
Así, sin un pivote defensivo y sin mandar en el juego, la línea defensiva y Courtois debían sujetar al bloque… y se han encontrado con el tercero de los males, quizás el más doloroso: la plaga de lesiones. De toda la zaga, solo Fran García (44 partidos y 2.613 minutos) y Raúl Asencio (50 choques y 3.901 minutos) se han salvado. Carvajal y Militao se rompieron el ligamento cruzado en octubre y noviembre, respectivamente; David Alaba, que llegaba de una dolencia similar (384 días de baja), ha sufrido otros dos percances y ahora tiene el menisco desgarrado. Rüdiger (dos bajas este año) no termina el curso por una lesión en el menisco externo, y Mendy y Lucas Vázquez han tenido diversos problemas musculares a lo largo de la 24/25, tres cada uno.
Incluso Courtois (dos percances, 10 partidos de baja en total) y Lunin (uno en abril que le obligó a parar tres encuentros) han inscrito su nombre en la interminable lista de ausencias del Real Madrid a lo largo de la temporada: hasta 36 partes médicos de diversa gravedad. Con todo ello, esos 75 goles recibidos (más los que puedan llegar en las tres jornadas de Liga que restan) son un número decisivo para explicar una campaña tan decepcionante. Y no solo es un problema exclusivo de encajar, sino de conceder ocasiones al adversario: el combinado merengue es el décimo equipo de LaLiga que más disparos recibe (381), cifra muy similar a las de conjuntos como el Valencia o la Real Sociedad… y muy alejada del podio que conforman el Getafe (321), el Athletic (296) o el Barcelona (236).