José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Yo, yo, yo, yo, yo...

12/07/2023

Todo el mundo que conozco me ha comentado que Sánchez no era él, se convirtió en una especie de erizo con colmillos de dóberman y ladridos de chihuahua. No solamente no dijo nada, sino que le dio la vuelta a la imagen que teníamos de él. El ciudadano de a pie tenía a Sánchez por un político de casta, nacido para triunfar. Mentiroso, arrogante, con fachón. Cuando salió al ruedo, todos los que estábamos viendo el debate pensamos: se lo va a comer, pobre Feijóo, ¿dónde te has metido? Pero luego todos vimos a un Sánchez mezcla entre licántropo y Rappel, que cuando hablaba se confundía y decía que el gobierno era él, y cuando hablaba Feijóo se le salían los ojos y se le ponían al aire como a las cigalas. ¡Qué sorpresa se llevó! No debiste dejar el tratamiento.
Ahora hemos visto a un Sánchez sin protección, desnudo, sin esa guardia palmera que tiene en el Congreso, y que le dejan hablar todo lo que quiera y de lo que quiera, y a los demás oradores les quitan la palabra en cuanto se meten con él o su idea de la política.
Feijóo la verdad que aguantó muy bien los derrotes del morlaco, pero Sánchez acudía histérico  al engaño una y otra vez sin tocar capa. Sánchez no habló nada de su programa porque yo creo que a estas alturas lo da por amortizado, pero repitió miles y miles de veces sin concretar, los supuestos beneficios sociales conseguidos por él sin entrar en detalle, porque todos sabemos que las cifras están más que maquilladas y son más falsas que el propio Tezanos, del que yo sospecho que no existe, que es un personaje de ficción como el pato Donald. Si uno dice una cosa, el otro más todavía. 
A la desesperada, después de los primeros pitidos en la grada, Sánchez se dedicó a repetir mil veces que si Feijóo iba a pactar con Vox, enseñándole sin querer la yugular a Feijóo, que no desperdició el momento para echarle en cara cómo pactó con los asesinos de Bildu, y de cómo, para poder pactar con los separatistas y Puigdemont, ha tenido que reformar el código penal y quitar la sedición, y la malversación, lo que también va a beneficiar a los autores de los ERES, y a todos los políticos corruptos. Feijóo no es un carnicero y no insistió en su tendón de Aquiles ni recurrió como yo lo hubiera hecho a los pactos con los anti constitucionales, ni le recordó lo de las maletas llenas de lo que sea, -si hubiera sido ropa las hubieran pasado por la aduana-, en barajas con la Ministra venezolana, ni lo de permitir la ley del Sí es Sí que ha soltado tantos delincuentes, aunque sí le insinuó que era cautivo del Rey de Marruecos por los datos que cogieron en el móvil y por eso cambió la política del Sahara sin consultar a nadie. Nadie sacó a pasear al Tito Berni, ni a los ERES, porque Feijóo no tiene la mandíbula de Sánchez, pero hemos de recordar que estuvo muy educado y prudente y le echó varias veces en cara que si él había gobernado 5 años dando por saco a la mitad del público, él llevaba en Galicia gobernando 16 y no se le conocía ni un scratche. 
Por cierto a los moderadores les vamos a poner un 3 en urbanidad. Se portaron como si en un partido entre el Atleti y el Real Madrid sacas a arbitrar a Simeone.