El difícil tratamiento de la artrosis

Elvia Pérez (EFE)
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Este problema reumático, muy doloroso y sin curación, causa daños en el cartílago articular y los tejidos circundantes. Caracterizado por la rigidez y la pérdida de la función, es un desafío para los expertos

El difícil tratamiento de la artrosis - Foto: SAKON THURIWONGSA

Dificultad de movimientos, dolor, rigidez muscular e inflamación… Estas son algunas de las consecuencias de la artrosis que inciden directamente en la salud del paciente. Y, para hacer frente a esta alteración, profesionales de todo el mundo se reunieron hace unos días en La Coruña para abordar el tratamiento de esta enfermedad en el SER-OARSI Symposium 2023, liderado por la Sociedad Española de Reumatología (SER). En la cita participaron expertos de 11 países de Europa, Asia, Oceanía y América del Norte.

El simposio abordó la artrosis como un problema a nivel mundial. En el encuentro se expusieron algunas de las novedades en la búsqueda de tratamientos y soluciones para esta dolencia que se encuentran en desarrollo.

El doctor Francisco J. Blanco, director del Comité Científico del encuentro de expertos, ofreció algunos de los consejos y novedades en el tratamiento de esta enfermedad reumática, tanto para las personas que la sufren como para quienes pueden llegar a padecerla.

Porque: ¿qué debemos y no debemos hacer ante esta alteración?

Deporte Sí, pero con cuidado.

El doctor Francisco J. Blanco alerta del daño que puede ocasionar el deporte de alto impacto en los pacientes de artrosis y recuerda que la gran mayoría de profesionales del deporte de élite acaban padeciendo esta enfermedad.

Se recomienda no dejar nunca de hacer ejercicio aeróbico: gimnasia en el agua, natación, bicicleta, caminar…, pero tener cuidado con el fútbol, baloncesto, correr… que se consideran de alto impacto.

«El deporte de alto impacto para personas que ya tienen un diagnóstico de artrosis es totalmente desaconsejable. Eso va a hacer que empeore el pronóstico, ya que va a acelerar el ritmo de la enfermedad», explica el experto.

Hábitos saludables

Tal y como expone el doctor Blanco, casi todo el mundo en la actualidad conoce los beneficios de llevar una vida sana, con una buena alimentación y ejercicio. Sin embargo, no siempre se lleva a cabo.

Adquirir y mantener estos buenos hábitos nos permitirá también estar en un peso saludable, clave para combatir la obesidad, otra de las principales causas de aparición de artrosis.

Ejercicios de fuerza

Trabajar la fuerza es necesario para mejorar la calidad y el estado de nuestros músculos, ya que, como indica el doctor, el músculo será una «armadura», una «coraza» que va a proteger a nuestras articulaciones del impacto. Realizar entrenamientos de fuerza semanales es recomendable, por tanto, para obtener estos beneficios.

Cuidar la salud mental

Un alto número de personas que sufre esta enfermedad son de avanzada edad. Debido al confinamiento de la pandemia, muchas de ellas perdieron avances en cuanto a movilidad y musculatura que les ayudaban a frenar una acelerada progresión de la enfermedad, según Blanco.

Esto tiene consecuencias muy negativas en su salud mental, ya que la dificultad al moverse les hace estar demasiado tiempo en casa, habitualmente en solitario. Caminar ayuda a que la movilidad que la artrosis reduce no se pierda completamente. La salud mental y física se retroalimentan, haciendo que esta práctica deportiva sea beneficiosa para ambas.

Nuevos tratamientos

Tal y como se expuso en el simposio, las investigaciones actuales siguen intentando encontrar un tratamiento efectivo contra esta enfermedad, ya que, en la actualidad, no tenemos ninguno que sirva para revertirla o curarla. Sin embargo, varias moléculas se encuentran en fase III de desarrollo, con buenos pronósticos para su comercialización y efectividad en la artrosis de rodilla.

El doctor Blanco explica que estos tratamientos pretenden atajar la enfermedad desde el dolor y la progresión. «El tratamiento, por un lado, va dirigido a que el paciente no tenga dolor. Después, a frenar la progresión de la enfermedad. Con esto, la articulación mantiene su función, que al final también es de lo que se trata», explica el doctor.