"No recuerdo pasar un solo día de mi vida sin dibujar"

Belén Monge Ranz
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Es pintora, diseñadora gráfica e ilustradora, y si bien cree que "vivir solo de la pintura es complicado", también tiene claro que "o importante es encontrar a tu público»

Siempre ha dibujado y pintado para contar algo, y eso se refleja en su obra - Foto: Javier Pozo

Marílo es el nombre artístico con el que le gusta firmar sus obras a la ilustradora gráfica y pintora María Luisa Carrillo Rojo. Una mujer cuya pasión por el arte la lleva a seguir aprendiendo cada día. Esta guadalajareña es feliz dando rienda suelta a su creatividad y cada uno de sus trabajos esconde un mensaje.

Pinta para contar algo, y aunque el eje de su inspiración son los árboles, toda su obra pictórica está cargada de simbología, pinceladas rápidas y una explosión de color con trazos fluidos y un marcado movimiento. 

Huye de los corsés en cuanto a un estilo y, en este momento, bajo el proyecto Naturaleza en mí, la artista guadalajareña es una de las elegidas para exponer su obra en la Oficina de Promoción Turística de Castilla-La Mancha en Madrid, hasta el próximo 28 de junio.

¿Quién se encuentra detrás del nombre artístico Marílo?

Desde pequeña, mis amigos y mi familia me llamaban así y me quedé con Marílo. Sé que gramaticalmente es incorrecto el acento, pero como es nombre propio e inventado, me permito esa licencia (risas)

"No recuerdo pasar un solo día de mi vida sin dibujar" - Foto: Javier Pozo¿Cuándo comenzó su pasión por el diseño y la pintura?

Creo que comencé a dibujar y a pintar antes que a escribir, y todos los días sigo aprendiendo. Me considero autodidacta. Aunque estudié Magisterio, paralelamente siempre he dibujado y pintado, desde acuarela, óleo, gouache, pastel, lápiz de color, carboncillo...

También es ilustradora.

Realmente, como profesión, lo que me define es la de ilustradora, pero  siempre he dibujado y pintado para contar algo y eso también se refleja en mi obra. Donde no llega la fotografía lo hace el dibujo. He realizado proyectos didácticos que incluyen la ilustración y maquetación de cuentos como material pedagógico enfocado a necesidades educativas especiales (autismo, parálisis cerebral, down, población extranjera que busca aprender español...). Se trata de una colección publicada por la editorial CEPE. Tengo 15.000 seguidores en facebook. También soy profesora de dibujo y he colaborado con alguna agencia de publicidad. 

¿Dónde tiene su estudio?

Mi estudio-taller está en Cabanillas del Campo, donde vivo. Aquí puedo trabajar formatos grandes, que es casi toda mi obra y que era difícil hasta hace unos años. Para ello es esencial contar con el apoyo de la familia, y yo tengo tanto el de mis hijas como el de mi marido.

¿Qué estilo define a Marílo?

Los primeros cuadros que realicé eran realistas. También he pintado naif, y aunque sigo haciendo algunos de este estilo por encargo, como se puede ver en mi Instagram, en mi obra actual habla sobre todo el color, el trazo fluido y la pincelada rápida. Me expreso así y no me enmarco en ninguna corriente específica. El eje de mi pintura son los árboles y con ellos represento incluso familias. Hay mucha  simbología. Desde espirales que simbolizan el infinito hasta raíces, semillas.. El color dorado también está en mi obra, aunque sea escondido, como símbolo del  tiempo. ¿Si tuvieras algo que pedir en la vida, qué sería? Pediría tiempo. ¿Y qué material es el más preciado por su valor? Sin duda, el oro.  

¿En qué proyectos está inmersa ahora? ¿Creo que tuvo el honor de inaugurar la primera exposición de promoción de artistas que se muestra en la Oficina de Castilla-La Mancha en Madrid?

Estoy centrada en varios proyectos pictóricos: Naturaleza en mí es el primero. El mensaje que quiero transmitir es el triunfo de la naturaleza infinita. Tenía la necesidad de ilustrar esto, especialmente a raíz de la pandemia. Ahí me di cuenta de que ella había ganado claramente. Hasta entonces, mi pintura se centraba más en la figura humana, pero a partir de ese momento empecé a centrarme en la belleza del mundo natural (el cielo, las flores, prados...).

La segunda parte se denomina  En mi naturaleza, e incluye figura humana aunque de forma global, es decir, las emociones, prejuicios, sentimientos...; eso es lo que intento evocar ahora en mis lienzos.  Me gustaría contemplar una tercera parte del proyecto y eso conformaría un álbum ilustrado para adultos. Quiero aprovechar esta entrevista para agradecer a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la visibilidad y oportunidad que otorgan a los artistas con iniciativas como esta. 

¿Cómo ha evolucionado su estilo?

Alguien me dijo un día que sabría pintar cuando de una raya hiciera una mano. Entonces no lo entendí. Ahora he llegado a dibujar una mano con una raya y lo entiendo. 

¿Cómo encuentra su inspiración?

Cuando surge un tema, empiezo a estudiar todo lo que cae en mis manos sobre ello. Acaba de pasarme al ir a pintar una lágrima y, por fin, la representé sobre las mejillas de una persona, que es donde está toda la historia de su vida. Una lágrima que no tiene que ser sinónimo de tristeza sino que puede ser de alegría, emoción, ira o rabia.

 ¿Es posible hoy en día ganarse la vida como pintora?

Es una profesión totalmente vocacional que comparto con la de ilustradora y diseñadora gráfica. Vivir solo de la pintura es complicado. Lo realmente importante es llegar a encontrar a tu público. En mi caso,  cuando un desconocido se interesa por mi obra y me compra un cuadro, me emociona.

¿Cuál ha sido su trayectoria profesional hasta hoy?

Mientras estudiaba Magisterio participaba en exposiciones colectivas y procuraba estar presente en todos los concursos de pintura rápida que se convocaban. Y a raíz de ello, me invitaron a acudir a alguna galería. Expuse con la galerista Concha Márquez y con ella también participé en otra muestra en la embajada de Egipto, al igual que en ferias en París y Luxemburgo. Al ser madre me centré más en la ilustración, pero sin abandonar la pintura. Soy disciplinada. Pinto todos los días, y ahora me gustaría exponer en la Diputación Provincial.

Tengo entendido que de motu propio suele realizar por duplicado cada obra. ¿Si yo mañana le encargara un cuadro de un barco con su propia visión como artista, cómo la recogería?

Como mínimo haría dos, pero hay muchas obras que tienen hasta ocho partes o más. En todo caso, el cliente manda, y si quiere una sola, no pasa nada, tan solo tendrá que elegir. Lo cierto es que  la realidad es una, pero cada persona tiene la suya.

¿Algún lugar en el que anhelaría exponer su obra algún día?

Sería un sueño poder llegar a exponer en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid.

¿Qué define el precio de sus obras?

El tiempo que empleo en cada una. No soy cara. Solo quiero que se tenga en cuenta el trabajo que hay detrás de cada lienzo.

¿Qué pintores admira y han podido influir en su obra?

Muchísimos. Me cautivó Eduardo Naranjo, pero me estimulan muchos más, aunque no por ello imito su obra. Me limito solamente a sentir admiración

¿Cuánto tiempo le lleva un cuadro?

Depende de la obra. Puedo tardar hasta tres meses en algún caso. Pintar tiene dos partes: la artística y la artesana, y ambas llevan su tiempo.  Es habitual que me embarque con tres o cuatro cuadros a la vez y de temas dispares para cambiar el chip. No tengo un horario para pintar, pero suelo madrugar. Cada día me digo que en algún lugar esperan mi pintura. No recuerdo pasar un solo día de mi vida sin dibujar.

¿Cómo se explica que por un cuadro que contiene una raya se pague una cantidad desorbitada por ser de un reconocidísimo artista?

A mí, hay cosas que me llegan alma, que me gustan muchísimo. Voy a muchas exposiciones porque necesito muchos estímulos, pero también hay otras que no acabo de ver y me pregunto si estaré en otro mundo paralelo.

¿Es una inversión comprar arte hoy en día?

Una inversión es siempre. 

¿Alguna obra en su taller por la que sienta una  especial preferencia?

Mis primeros cuadros de árboles. No me desprendo de ellos. Forman parte de mí. 

¿Cómo cree que afecta al mundo del arte la llegada d e la inteligencia artificial?

Supongo que terminarán por realizarse cuadros tomando como base los criterios del artista y la máquina diseñará ese estilo. Me da pena, pero es algo que está pasando o va a pasar en muchos otros campos. Uno de ellos, el suyo, el periodismo.

¿Comparte conmigo que regalar un cuadro es algo tremendamente difícil y personal?

Totalmente. Cuando un posible cliente viene a mi taller, prefiero que en vez de pedirme un encargo se lleve alguno de los cuadros que ya tengo pintados porque así sabe lo que se lleva sin sorpresas.