El BM Guadalajara cayó en el Trofeo JCCM ante el Cuenca

Redacción
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En el BM Guadalajara se sumaba, a las ya existentes, la baja de Haitz Gorostidi tras recibir un golpe en la nariz

El BM Guadalajara cayó en el Trofeo JCCM ante el Cuenca - Foto: Juan Alberto Lillo

La noche del sábado se disputó la final del Trofeo JCCM en el Pabellón El Sargal de Cuenca. El REBI BM Cuenca se imponía a un peleón BM Guadalajara, llevándose, este año sí, el Trofeo por un 30-22, haciendo gala de su calidad como segundo clasificado de la Liga Plenitude ASOBAL la pasada temporada.

Para este choque especial, con los mismos protagonistas que la pasada edición, el pabellón conquense se vestía de gala con unas gradas que mostraban buena entrada y cuajadas por la afición local.

En el BM Guadalajara se sumaba, a las ya existentes, la baja de Haitz Gorostidi tras recibir un golpe en la nariz en el partido de ayer. Con este escenario, Juan Carlos Requena optaba por un siete inicial formado por Nico García bajo palos, con Quique Calvo y Denys Barros por la derecha, un doble pivote con Romanillos y Miguel Llorens y en el lado izquierdo, el capitán, Panchito Lombardi junto a Alberto Serradilla.

El encuentro se iniciaba con poco acierto por parte de ambos conjuntos, que tras varios lanzamientos no lograban pasar llegado el primer parcial del 1-2 en el marcador, gracias también al buen trabajo en portería tanto de Nico García como de Miguel Espinha.

Pero la dura defensa que imprimían los alcarreños cerraba filas y hacía que el BM Guadalajara adelantara a los conquenses 1-4 llegado el minuto 06:00. Fue a partir de este momento y con Denys Barros en el banquillo, sangrando por la nariz tras un golpe fortuito, que el BM Cuenca daba un plus aprovechando para acercarse en el marcador 4-5 en el 11:16.

Era Juanjo Fernández quien ponía el empate en el luminoso de El Sargal en un contragolpe rápido y los locales siguieron apretando para ponerse por delante, pasando el ecuador de la primera parte 9-6, lo que motivaba a Juan Carlos Requena a solicitar su primer tiempo muerto, con el objetivo de indicar a sus jugadores que estuvieran pendientes de los movimientos sin balón de Sergio López y pedirles que aprovecharan las superioridades numéricas en pista, cosa que no estaban haciendo hasta el momento.

Poco a poco, Cuenca se iba sintiendo más cómodo sobre el parquet, con un Sergi Mach muy inspirado en ataque, muy bien acompañado de Rubén Río y, entonces sí, abrían brecha llegado el minuto 21,26 con un 13-8 en el marcador.

A partir de ese momento el partido cambiaba de rumbo. El BM Guadalajara no bajaba los brazos, pero se le iba haciendo cada vez más cuesta arriba batir la portería de un gran Miguel Espinha, más que a través de las incursiones de Panchito Lombardi y las ideas en ataque se les iban agotando, con la intensidad de un partido que llegaba al descanso con un 16-10 en el marcador.

La segunda parte arrancaba, al igual que en el partido de semifinales, con un cambio en la portería del BM Guadalajara y Dani Santamaría se situaba bajo palos y dirigía un ataque más intenso, con Romanillos y Serradilla como referentes y con Santi Simón transformando los penaltis que conseguía sacar su pivote. Así, los morados conseguían acortar la brecha y se plantaban en el minuto 43:57 con un 20-16 mucho más favorable para sus aspiraciones.

Pero el REBI BM Cuenca no perdonaba ante Santamaría y con Fede Pizarro de central ordenando el juego, la buena mano de Sergi Mach y el acierto en portería de Espinha, las cosas se ponían más que complicadas para los de Requena que, aún así, no cesaban en su intento de alcanzar el empate a través de un 5-1 en defensa y un ataque buscando al pivote.

El resto del encuentro continuaba por los mismos derroteros y, a pesar de los esfuerzos de los alcarreños por no perder la cara y estar reenganchados al partido, el REBI BM Cuenca hacía gala de su experiencia y calidad para terminar llevándose el partido por un 30-22.