El Real Madrid dijo adiós a LaLiga el pasado jueves con la victoria del Barcelona en el derbi catalán ante el Espanyol. Desde 2008 no repite título doméstico. Y en esta temporada 2024/2025 se le escapó en favor de los azulgrana en una campaña en la que, a pesar de ser el tercer peor proyecto blanco en goles encajados por partido en el siglo XXI, fueron los tantos a favor los que decantaron la balanza.
La fragilidad y el compromiso en la retaguardia han sido unas de las demandas habituales de Carlo Ancelotti para analizar el bajón de su combinado respecto a la temporada anterior, en una campaña en la que los números le dan la razón.
En el campeonato de la regularidad pasó de ocho empates y una derrota el pasado curso, en el que se alzó con holgura con el título, a seis igualadas y seis caídas en el actual, en el que dijo adiós al trofeo aún con dos jornadas por disputar.
Cerró así, a la espera del Mundial de Clubes, una primera mitad de 2025 sin títulos y por debajo de las expectativas tras el doblete Liga y Champions en 2024, a lo que se sumó la llegada de Kylian Mbappé al ataque. Una ofensiva que, finalmente, fue la clave en la disputa por el entorchado de Liga, con el Barcelona ganando la partida. Son, de momento, 97 tantos de los blaugrana por los 74 del Real Madrid. Un total de 23 de diferencia.
Según datos de BeSoccer Pro, la escuadra catalana estuvo cerca de sumar un gol más por enfrentamiento (2,71) que los merengues (2,06), con 0,27 disparos más a portería cada 90 minutos.
Y es que, el ataque formado por Kylian Mbappé, Vinícius Júnior, Jude Bellingham y Rodrygo Goes ha estado por debajo de lo esperado. Solo el galo, con un 2025 en el que metió la directa tras unos primeros meses de aclimatación al Real Madrid y dudas, firma cifras anotadoras a la altura de las expectativas.
Son 28 dianas para el delantero francés, seis de ellas en los últimos tres encuentros, que le colocan como el máximo artillero de la competición a estas alturas.
Sin compañía
Sin embargo, sus tres acompañantes redujeron sus guarismos. Bellingham, que la pasada temporada firmó registros nunca antes vistos en su trayectoria deportiva con sus 19 tantos, esta campaña suma ocho.
Vinícius ha minimizado su impacto goleador de 15 a 11 dianas, y su compatriota Rodrygo Goes también ha ido a menos, de 10 a seis.
Además, el pasado verano el Real Madrid perdió a su atacante reserva de plenas garantías, Joselu Mato, y en su lugar llegó un Endrick que, recién cumplidos los 18 años, ha estado muy lejos de aportar lo que el español. Por madurez futbolística y por características de juego.
Un 'cambio' que, en números realizadores, se traduce en nueve tantos perdidos -de los 10 de Joselu a solo uno de Endrick-. Ya lo dijo Thibaut Courtois tras caer eliminado el conjunto blanco en la Liga de Campeones ante el Arsenal: «No tenemos a un Joselu». Un perfil que perdió el Madrid y que no sustituyó.
En definitiva, números ofensivos por debajo de lo esperado, con solo Mbappé y Vinícius en dobles dígitos, que han decantado el título de Liga para el Barcelona.
Coladero
La mejor defensa es un buen ataque. Y el bloque merengue no tuvo ninguno de los dos esta temporada. Aunque en Liga sus números globales están cerca de los del Barça (38 del Real Madrid por los 36 de los azulgrana, las cifras globales de la campaña reflejan la debilidad de los de la capital.
Según datos de BeSoccer Pro, el actual Real Madrid es el tercero peor en dianas encajadas por partido en el siglo XXI con 1,27, solo por detrás de la 2003/2004 (1,29) y la 2008/2009 (1,46).
En total, en todas las competiciones que ha disputado esta campaña ha encajado 76 goles en 60 partidos.
Cifra que iguala sus peores datos en este siglo, los 76 que también recibió en los cursos 2002/2003 (en 62 encuentros) y 2003/2004 (en 59 enfrentamientos). Aquel Real Madrid de 'Los Galácticos'.
Un dato que, con dos encuentros más de Liga y con la disputa del Mundial de Clubes, en el que el cuadro blanco debuta el 18 de junio, engrosará, y podría llegar a una cifra de 80 goles encajados que solo ha alcanzado dos veces en su historia: en la 1999/2000, con 80 recibidos en 65 choques, y en la 1998/1999, con 84 en 54 compromisos.
Dos marcas históricas ocurridas en temporadas consecutivas. Lo que indica la dificultad del reto que tomará Xabi Alonso cuando finalice LaLiga, el de encontrar la solidez defensiva que haga volver a pelear al Real Madrid por los grandes títulos.