Ahora, cuando con más fuerza exigen la ilegalización de Bildu sin haberse leído la Constitución, resulta que VOX también tiene ovejas negras en sus filas. Pero, además, aquí al lado, en Parla y con puesto de concejal.
Según la policía, Ana González Martínez, concejala de la formación ultraderechista en la citada localidad madrileña (y para quien la candidata Rocío Monasterio, a quien hemos visto compartiendo mítines, ha pedido la presunción de inocencia) formaba, presuntamente, parte de una trama de venta y distribución de droga en la zona sur de Madrid y Toledo. En su vivienda se encontró un alijo de cocaina y armas.
Casada con un militar, también detenido en la operación, están acusados de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y de defraudar con las facturas eléctricas en sus plantaciones de marihuana. Ella también, como los de Bildu, ha tenido que renunciar a la candidatura...
Lo peor de esta historia es que, a la ahora detenida, se le llenaba la boca con soflamas contra los emigrantes a los que culpaba de la venta de droga en la localidad. Quizás preocupada por la competencia.
La mano derecha de Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, seguía hablando de los terroristas de ETA, calificando de victoria menor su renuncia a ocupar ningún cargo, mientras no mencionaba a su hasta ahora compañera de filas, ni pedía perdón a los vecinos de Parla.
También el PP ha "empujado" afectuosamente a su candidato, José Manuel Gómez, tercero en la candidatura de la localidad vizcaína de Guedes, a renunciar. El motivo: fue portavoz de Bildu desde 2011 hasta 2019. La razón esgrimida por el máximo dirigente del PP Vasco, Carlos Iturgaiz fue que "arrepentidos los quiere el Señor", hasta que se dio cuenta de que en la dirección de Génova no pensaban igual. Difícilmente puede Feijoo reclamar a Sánchez, como ha hecho este martes en el Senado y este miércoles Cuca Gamarra en el Congreso, que rompa con Bildu si lleva a un batasuno en sus listas.
Y todavía los votantes, que dentro de nada estaremos ante las urnas, debemos congratularnos de que se descubran los perfiles impresentables antes de que tenga que resolver la policia.
La política y la gestión de la vida pública no debería ser nunca el destino ni el acomodo de delincuentes. Se supone que optar a puestos de concejal o presidente autonómico se hace desde la vocación de servicio y la honestidad personal. Pero estos principios se han quedado viejunos y obsoletos. No hay más que comprobar la cantidad de ovejas negras que ocultan las listas electorales para llegar a la conclusión de que la política se ha convertido en una oportunidad de oro para muchos rufianes.