Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Se avecina temporal

25/04/2024

La calma es la madre del temporal, dicen los marinos, y si de la campaña electoral vasca puede decirse que tuvo pocas turbulencias en comparación con otras, la catalana que comienza el próximo viernes va a ser tormentosa desde el primer momento. Y si los comicios en el País Vasco no van a alterar los apoyos parlamentarios al Gobierno que cuenta con el respaldo de los dos partidos adversarios en el territorio, lo que ocurra en Cataluña tendrá unas consecuencias muy distintas. Y de consecuencias imprevisibles.

Las encuestas publicadas sólo apuntan una certeza, que el PSC y su candidato, Salvador Illa, será los vencedores de las elecciones del 12-M. A partir de ahí todo es incertidumbre, aunque los mismos sondeos  apuntan a una complicación importante, la posibilidad que Junts y su candidato Carles Puigdemont vuelva a recuperar la segunda plaza en las preferencias del electorado, con lo que ERC se verá en la tesitura de sumarse a un nuevo tripartito con socialistas y "comunes", o ceder a las pretensiones soberanistas del prófugo de Waterloo, al que tendrían que hacer presidente de la Generalitat… solos o con el concurso de la CUP, porque hay en muestras que dicen que los independentistas pierden la mayoría en votos y escaños. Si Puigdemont no lo logra solo le queda cumplir su palabra y retirarse de la vida política.

Si en las elecciones vascas la mayor parte de la campaña giró en torno a la gestión de los asuntos públicos y los asuntos soberanistas quedaron en un segundo término, Puigdemont intentará reanimar el procés, recordar a Oriol Junqueras y Pere Aragonés que son unos flojos y unos botifler, que Junts ha arrancado al Gobierno más cesiones en menos tiempo que ERC por la virtud de sus siete escaños. Y si Pedro Sánchez iba a dormir tranquilo fuera cual fuese el resultado de las elecciones vascas, el jefe del Ejecutivo tendrá en principio dos semanas de insomnio porque Puigdemont no va a desvelar sus cartas y si mantendrá el apoyo parlamentario al Gobierno, o le hará la vida imposible… o si procurará su caída si no preside la Generalitat. La defensa de Sánchez es que unas elecciones generales anticipadas permitirían al PP, en coalición con Vox, llegar a La Moncloa y todo iría en detrimento de los intereses de los independentistas… a no ser que la política haga extraños compañeros de cama.

La campaña electoral catalana se plantea como un "todos contra Illa", por su desempeño pasado como ministro de Sanidad y las compras de material sanitario para combatir la pandemia y porque va a centrar su oferta en suplir las carencias en la gestión de los republicanos, mientras que por parte del PP, y a la vista de que en las elecciones vascas no les ha funcionado la campaña blanca que han realizado, volverán por dónde solían, retirando al PSC la condición de partido constitucionalista asimilándolo a Junts y ERC y registrarán una importante subida porque absorberán los seis escaños de Ciudadanos, pueden recuperar un par de Vox y el resto se los proporcionarán los nuevos votantes que consigan.