Más de ocho millones de alumnos regresan hoy a las aulas de todo el país tras las vacaciones de Navidad en medio de la sexta ola de la pandemia. Lo harán de forma presencial en los diferentes niveles de la enseñanza porque así lo decidieron Gobierno y comunidades autónomas. La alta capacidad de transmisión de la variante ómicron obliga, eso sí, al estricto cumplimiento de todas las medidas sanitarias, ante el temor de que se multipliquen los contagios entre los miembros de la comunidad educativa.
Hoy puede ser un día complicado en muchos centros escolares, en tanto que se conocerá el número de profesores que han enfermado durante las Navidades y habrá que ver hasta qué punto su baja laboral condiciona el desarrollo del curso en estas primeras semanas del nuevo año. Varias regiones ya se han adelantado a lo que iba a ser un problema seguro y han establecido mecanismos para sustituir en el menor tiempo posible a los maestros confinados. Pero los recursos son los que son, y no andan los colegios sobrados de docentes que puedan suplir la ausencia de algún compañero.
Hasta ahora, el ámbito de la Educación ha sido un ejemplo de cómo hacer las cosas durante la pandemia. Se demostró en los difíciles meses del confinamiento más severo, con las clases online, y se volvía a poner de manifiesto cuando se recuperó la presencialidad. El tiempo ha demostrado que las aulas han sido y siguen siendo lugares seguros gracias al compromiso de estudiantes, maestros, familias y administraciones, que han reforzado los medios para garantizar la limpieza y seguridad en los centros.
Este regreso a la actividad docente tras las vacaciones se hace con un 32 por ciento de los niños de entre 5 y 11 años con al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19. Cabía esperar más rapidez en la vacunación de los pequeños y algo más de transparencia en la actualización de los protocolos que se han llevado a cabo para que decenas de miles de padres y madres no tengan que improvisar cómo conciliar de la noche a la mañana. En este sentido, la comisión de Sanidad Pública decidió en su reunión del viernes recomendar cuarentena para toda una clase siempre que se den cinco casos o más de infección activa o afectación del 20% o más de los alumnos del aula en un periodo igual o inferior a siete días. En el caso de que sean cuatro casos o menos del 20%, se considerarían esporádicos y no se recomendaría cuarentena.
Se avecinan días difíciles, que vuelven a poner a prueba la responsabilidad individual, a la espera de que, como pronostican los expertos, el pico de la pandemia baje tan rápido como ha subido.