En la Fundación Artemisan han intervenido en islas como Fuerteventura donde las colonias de gatos están causando estragos en la biodiversidad de fauna de la zona. Es un problema que se extiende por todo el territorio. «Afecta a un conjunto de aves del entorno donde están y también a los mamíferos», explica Luis Fernando Villanueva, presidente de la Fundación, «es que terminan con ellos».
Explica que tienen «muy claro lo que hay que hacer, que es que deje de haber colonias de gatos». Aclara que además es un término mal utilizado porque los gatos en sí no forman colonias, es un concepto erróneo, y se están manteniendo de forma artificial. No cree que con la propuesta que hace la ley de esterilizar se consiga, dado el coste que supone para los municipios. «Obliga a los ayuntamientos, que no tienen recursos a tener un veterinario casi las 24 horas para atender las mal llamadas colonias de gatos», indica.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán, asegura que las obligaciones para los ayuntamientos son inasumibles por motivos económicos. «No es fácil tener un servicio de captura, esterilización, reintroducción o suelta al medio urbano», apunta. Rabadán apunta que hay «medidas que sí se pueden tomar y no cuestan dinero, que es no fomentar la alimentación en las calles, en esas zonas donde se les deja comida y agua». Avisa de que las colonias de gatos son una amenaza para especies protegidas de aves fringílidas.