Unos 200 adolescentes de Cabanillas aprenden sexualidad sana

Redacción
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Unos 200 estudiantes del IES Ana María Matute participan en una charla/taller con la divulgadora Marina Marroquí, en una iniciativa de la Mesa de la Juventud de Cabanillas.

Marina Marroquí, en la Casa de la Cultura de Cabanillas. - Foto: Ayto. de Cabanillas

Alrededor de 200 adolescentes de Cabanillas del Campo, estudiantes de 3º de ESO y 1º de Bachillerato en el Instituto Ana María Matute, han participado en una charla-taller organizada desde la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento y la Mesa de Juventud de la localidad. En la misma se han abordado de modo divertido, a la par que serio, cuestiones importantes sobre relaciones afectivo-sexuales entre la Juventud.

La ponente era una conocidísima divulgadora, Marina Marroquí. Educadora social y especialista en Violencia de Género (lacra de la que fue víctima), Marroquí es autora de varios libros sobre el tema, y en la actualidad es una referencia de primer orden a nivel nacional.

El taller mezclaba el humor, casi en forma de monólogo "stand comedy", con la seriedad del asunto que se trataba. En el mismo, Marroquí ha estado charlando sobre prevención y detección ?precoz de violencia de género entre adolescentes, buscando una combinación de prevención, formación y sensibilización, como método para combatir tanto la violencia de género como la violencia sexual.

La pésima influencia que el consumo de pornografía está generando en los chavales, el establecimiento de estereotipos inalcanzables, o la falta de educación sexual sana y en Igualdad, han sido aspectos abordados en la conferencia/monólogo, en una sesión a la que también acudieron varios docentes del IES cabanillero, así como los concejales del área de Juventud y Educación (Javier Blanco y María Soria) y de Igualdad (Abigail Cordero y Javier Inés) en representación del Ayuntamiento. Blanco fue precisamente el encargado de dar la bienvenida a los chicos y chicas participantes y presentar a la ponente.

La charla se extendió durante más de hora y media, y la "chavalada" se mostró muy participativa e interesada.